En el mensaje de apertura de la 109 Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, hizo una reflexión sobre la actual situación de la Iglesia en el marco de la difícil situación que la pandemia ha impuesto, particularmente en el trabajo pastoral de la Iglesia católica en México.

De forma virtual, la agenda de la asamblea, suspendida en el mes de abril por la contingencia sanitaria, tiene como marco el Proyecto Global de Pastoral PGP 2031-2033 y la encíclica Fratelli Tutti. De acuerdo con el arzobispo Cabrera, la actual situación es una experiencia desestructurante que ha “afectado lo mismo a las personas en sus ideas, sentimientos y decisiones, que a las instituciones en su coordinación, conducción y sensibilidad social. Las sombras del desaliento, del temor y del desasosiego nublan nuestros horizontes, y pareciera que el final del túnel se encuentra aún muy lejos”. 

En su reflexión, el arzobispo Cabrera recurrió al PGP 2031-2033 para señalar las emergencias pastorales en las que se encuentran los grupos sociales de jóvenes, migrantes y sacerdotes.

El presidente de los obispos hizo énfasis en la actividad de la CEM en este tiempo de crisis en la que “no podemos dejar de mirar y actuar con visión de largo plazo en nuestro país, pues como hemos dicho en nuestro mensaje al pueblo de México del mes de junio pasado, abrazamos a nuestro pueblo en su dolor…”

Apuntó que la 109 asamblea de la CEM es un evento “sin precedentes” y, a pesar de la virtualidad, los obispos buscan tender puentes; no obstante, “esta situación nos lastima hondamente, pero como obispos tenemos una certeza que nos anima en nuestro caminar: Dios no abandona a sus hijos y nos ha buscado para mostrarnos su misericordia y su amor. Con esta confianza nos abrimos a experimentar con dolor la situación que viven muchos hermanos nuestros abandonados a su suerte y queremos aproximarnos a ellos para hacerles experimentar la cercanía misericordiosa de Dios”, expresó el arzobispo afirmado además que los momentos de mayor dificultad son oportunidades para “soñar y seguir adelante” conforme al ánimo inspirado en la enseñanza del Papa Francisco.

“¡Soñemos con ser mejores hermanos, mejores ciudadanos y mejores pastores!”. De esta forma, Rogelio Cabrera animó a los pastores reunidos en Asamblea a asumir su ministerio con responsabilidad desde la comunión y la unidad. Ser hermanos para dialogar “aunque sea de manera virtual, seamos capaces de escuchar nuestros argumentos e inclusive, nuestras críticas”.

Al dirigirse a los fieles, Cabrera López hizo un llamado a los fieles para sumarse al trabajo de los obispos y no dejarlos solos en su ministerio. “Los invito a sumarse a las iniciativas pastorales para renovar nuestra Iglesia y cuando vean que, a uno de sus obispos, sacerdotes o diáconos nos falta ánimo, busquen transmitírnoslo. De igual forma, oren por nuestra santidad, como nosotros constantemente oramos por ustedes; corríjannos con caridad cuando sea necesario y dennos una palabra de aliento cuando estemoshaciendo bien las cosas. Juntos creceremos todos en la santidad. No olviden bendecirnos como hijos de Dios que son, pues en ese don maravilloso de la filiación divina, reside la grandeza de todo cristiano”. 

El mensaje completo de apertura de la 109 Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano puede leerse aquí.