Erre que erre con Taltavull El Obispado de Mallorca derrotado en la justicia por las monjas Jerónimas
Surgen defensores del obispo muy poco documentados. Flaco favor.
En septiembre de 2019, las monjas jerónimas presentaron su demanda solicitando que se les reconociera la propiedad de su Monasterio de Santa Isabel, que les pertenecía por donación pontificia de Inocencio VIII, en el siglo XV. Sorprendido, el Obispado de Mallorca no dejó de poner palos en las ruedas a fin de parar el juicio, cuya primera sesión fue el 3 de julio de2020, abriéndose la viabilidad del juicio entre las Monjas Jerónimas y el Obispado de Mallorca, cuya sede ocupa el señor Taltavull. El Obispado, carente de argumentos, puso todos los palos posibles en las ruedas de este procedimiento, intentando pararlo a toda costa. Y así lo refleja la Sentencia. Pedía que la causa fuera archivada con dos subterfugios que la juez desmontó en los primeros autos dictados.
1) Que no había nombramiento oficial de priora de las Jerónimas y, por tanto, no se podía conferir representación alguna a ningún abogado en la defensa de los intereses de las jerónimas contra el obispado.
2) Que la propiedad del monasterio de santa Isabel de las Jerónimas de Mallorca correspondía ya por derecho al obispado.
Tuve oportunidad de explicarme bien en mi anterior artículo sobre ello. En el auto dictado por la magistrada juez del juzgado de primera instancia, número 9 de Palma de Mallorca, doña María del Pilar Anguita Mata, se desestiman estas pretensiones del obispado y se afirma con claridad la capacidad legal de las monjas “para ser parte, capacidad de obrar, personalidad jurídica y poder para pleitos,” pues se habían presentado los documentos oficiales que otorgan del nombramiento de sor Natividad como priora del monasterio: el certificado de nombramiento de priora dela CIVCSVA, del Vaticano que reconoce este nombramiento. ¡Monseñor Taltavull se habría atrevido, sin conseguirlo, a enmendar a la propia Santa Sede! Se aclaró también que la cuestión de la propiedad no estaba aún dirimida y que sería en este juicio donde sería abordada directamente. Dicho esto, y una vez pasados los cinco días que la juez concede para un posible Recurso de Reposición, Taltavull impugnó nuevamente, y, nuevamente fracasó, por la ausencia de argumentos, pero, eso sí, provocando una notable demora en la celebración del juicio, que no tuvo lugar hasta el día 15 de octubre de 2021.En aquel momento denunciamos aquí esta obcecación del obispado de Mallorca, con la intención de evitar un juicio que trajera, como así ha sido,un escándalo para la diócesis de Mallorca. El obispado, muy mal asesorado, se empecinó en seguir adelante con el pleito. Al fin y al cabo, no se iban a pagar las costas, si se perdían, con el dinero del obispo, sino de la Diócesis de Mallorca, que ha resultado condenada a su pago. Finalmente, salió el veredicto como nosotros esperábamos. Había muchísimas pruebas legales que confirmaban la verdad de las monjas. El convento es de las jerónimas, como ellas defendían, y el obispado quería apropiarse indebidamente de él. No sabemos con qué motivos ni para qué, aunque lo sospechamos. Ahora, que la justicia ha dado la razón a las monjas, hay quien se ha puesto de parte del “poderoso” para hablar de sus muchas cualidades y bondades, diciendo que le estamos calumniando, porque es un obispo "creíble e injustamente calumniado". ¡Hay que tener rostro! Defender al obispo condenado por la justicia contra sus hermanas, las Jerónimas. Un hombre poderoso contra una comunidad de mujeres mayores. Lagarto, lagarto...
Todo el mundo tiene derecho a salir en defensa de quien quiera -¡faltaba más- pero después de leer bien la sentencia de la justicia para no caer en contradicciones sospechosas. A no ser que haya intereses ocultos, que nunca saldrán a la luz. Parece que hay algunos territorios donde la justicia es para los otros, pero no para uno mismo y nos la saltamos cuando no nos conviene. Hay ejemplos lacerantes en la actualidad. El obispo, a priori, como toda persona, merece respeto y consideración. Está claro. Pero, si la justicia pone en evidencia que ha faltado a la verdad, como en el caso de las jerónimas, por mantener que la priora no tenía nombramientos oficiales, a sabiendas de que había sido válidamente nombrada por la Santa Sede, y al querer hacerse suyo un Monasterio, cuando la Justicia ha proclamado que es propiedad de las Jerónimas, no puede decirse, de Monseñor Taltavull, que sea un obispo creíble. Seamos serios.
Tampoco se puede decir que ha sido injustamente calumniado porque eso es no tener ni idea de lo que es una calumnia. No se puede echar la lengua a pacer, sin saber lo que se dice. Hay quienes viven de la verborrea constante para ocupar titulares. Pero eso no es una cualidad de una persona seria, sino de alguien superficial e insustancial que se descontrola a la mínima ocasión. Popularmente se le llama “diarrea mental” mental. Tenemos que ser serios. No demos la ocasión de que la gente piense que en la iglesia hay mucho “chisgarabís” superficial que busca a cualquier precio, un huequecito en las revistas del cotilleo. Porque una calumnia es esto, escuchen y tomen nota: Artículo 205 del Código Penal: Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. Sin más comentarios. Lo dijimos en su día. Es un tema que se hubiera podido resolver de puertas adentro, si el obispo hubiera mostrado un talante dialogante como había prometido, pero de eso “nada, monada”. El obispo solo quería que las monjas le dieran las llaves del monasterio, en virtud de su autoridad. Retazos del rancio clericalismo que aún nos queda en la santa iglesia. Imagino que ahora que el obispo ha perdido este juicio, que tan mal ha dejado a la iglesia católica en Palma de Mallorca, pensará en renunciar a su cargo, porque su prestigio está fuertemente dañado. (Esto mismo lo decíamos antes de que saliera la sentencia. No es una ocurrencia de ahora) Un pastor que quiere arrebatarles el convento a unas monjas que rezan por él a diario y la justicia le dice que no tiene derecho alguno, está ya deslegitimado para ser pastor en Mallorca y en la China. Le queda, felizmente, muy poco tiempo para presentar su renuncia al papa. Sería demasiado esperar, después de ser desautorizado. Adelantarse y pedir la renuncia sería lo más prudente. Veremos la coherencia. Presumir de dialogante y no serlo trae estas consecuencias; y apoyar estas actitudes, por parte de algunos indocumentados, sin razones ni argumentos legales es para hacérselo mirar. Pero no tenemos esperanza alguna. Ya sabemos de qué pie cojea cada uno y dice el refrán castellano -Lengua vehicular en nuestro país- que “cuando un burro coge una linde, la linde se acaba y el burro sigue”
Hubo una señora que salió en defensa del obispo condenado pero ha salido escaldada.