En Timor, los niños tocan la muerte con las manos La muerte de un niño

La muerte de un niño
La muerte de un niño

Aquí todos participan de la muerte de alguien, sea mayor o pequeño. Todos se hacen presentes ante el cadáver durante todo el día: viuda/o, hijos, nietos, hermanos. Ni los más pequeños se libran de verlo, acercarse, tocarlo, llorarlo

Esta no-ocultación del hecho de la muerte y del cuerpo del difunto/a puede parecer cruel. Sin duda es dolorosa, más o menos frustrante y quizás traumática. Pero la muerte es así. Y quizás es más natural y más educativo pasar por este “trauma” desde bien pronto

Una de las hermosas realidades de Makili es la cantidad de niños que hay y su familiaridad y alegría. Una de las más tristes es la muerte de niños y jóvenes. No es que sea muy frecuente, pero más que en países desarrollados, aunque sólo sea porque hay más niños…

La muerte de un niño pequeño, un bebé de escasos días, y cómo abordan el hecho de la muerte, me ha empujado a compartirlo aquí, aunque sólo sea como contraste respecto al modo pudoroso (¿hiperprotector?) en que nosotros lo hacemos.

Aquí todos participan de la muerte de alguien, sea mayor o pequeño. Todos se hacen presentes ante el cadáver durante todo el día: viuda/o, hijos, nietos, hermanos. Ni los más pequeños se libran de verlo, acercarse, tocarlo, llorarlo.

La muerte de un niño
La muerte de un niño Daniel Hallado

En el caso de la bebé que falleció cerca de nuestra casa, los niños se acercaban más a tocarla, llorarla, rezar y a veces cantar. La comunidad nos hicimos presente brevemente y oramos con todos, con la correspondiente bendición.

Esta no-ocultación del hecho de la muerte y del cuerpo del difunto/a puede parecer cruel. Sin duda es dolorosa, más o menos frustrante y quizás traumática. Pero la muerte es así. Y quizás es más natural y más educativo pasar por este “trauma” desde bien pronto. 

Esto no parece, en absoluto, dejar a la gente “postrada” en el dolor o la tragedia de la vida: su deseo y capacidad de vivir con fuerza, con alegría incluso, una vez pasados los días de dolor, no se ven mermados, más bien diría que les afianza en las ganas de vivir.

La muerte de un niño
La muerte de un niño Daniel Hallado

El acercamiento a la muerte se realiza en la casa y en la tumba. En familia y en familia grande o tribu. Y también como comunidad cristiana. En este sentido suelen participar juntos todos los familiares (aquí la mayoría lo son), sean católicos o protestantes.

En la casa es algo casi pedagógico: el cuerpo en el centro del cuarto más grande, rodeado de muchas personas que -como decía- lo miran, lo tocan y lo lloran, con frecuencia se lamentan entre sollozos diciendo su nombre o “apáaaa!” (si es el padre), “amáaaa!” (Si es la madre). En algunos momentos oran, o cantan (hay cantos hechos para llorar), pero habitualmente lo que se oyen son sollozos, llantos y algún grito. Podríamos decir que es un proceso de asumir la realidad, recordar los vínculos que nos unen o unían. No renunciar a ello. Manifestar el cariño o el reconocimiento o el respeto, según sea el caso. Aceptar la separación que tanto nos duele, aún con la fe en que no sea el final.

Niños de Timor
Niños de Timor Daniel Hallado

Soy de tierras norteñas de España. No nos son habituales esas manifestaciones de sentimiento y nos sentimos incómodos. Pero reconozco que pueden hacer mucho bien. Desde luego, mucho mejor que ocultar la realidad de la muerte y del deterioro del cuerpo. Esto nos confronta con el sentido de nuestra vida, nos confirma nuestra fragilidad. Nos saca de la prepotencia de ciertos modernismos protectores que alejan de la realidad (así estamos en nuestro occidente con la cultura de los fakes… o por mejor decir, con la “bulo-cracia”).

Ver a los niños en este proceso me ha sorprendido inicialmente. Después me ha parecido algo bueno. Duro, pero realista, educativo, vinculante, e incluso, impulsor de vida.

Yo seguiré con mi cultura de la discreción ante la muerte, el dolor por dentro etc. Porque así me han educado y me sigue incomodando el llanto y gritos públicos, aunque lo respeto y valoro. Pero si algo me parece “importable” y positivo, es el acercamiento de los niños a la realidad de la muerte. Es traumático, pero es ponerles en una de las verdades que tendrán que afrontar y que pueden y deben afrontar mucho antes que ciertas educaciones y decisiones precoces que pretenden ahora.

Etiquetas

Volver arriba