Soplan brisas nuevas, diferentes sonidos,  no siempre palabras: también escuchas atentas, visualizaciones potentes e inspiradoras.

El mes de Julio es por definición, en nuestro entorno, el mes de María de Magdala.

Alrededor de celebraciones significativas, algo “se mueve” en la interioridad de aquellas que estamos a la escucha.

Viviendo unos meses al lado del mar, en un lugar alto, cerca de un faro, todo lo que son vientos, sonidos del mar, luces en la oscuridad, toma un realismo  cuya experiencia deseo interpretar.

¿Qué quiere decir que algo se mueve? Si miro el mar entiendo que tiene un dinamismo interior, unas corrientes y dinámicas internas, en diálogo con los vientos, con las estrellas, con el sol, con la luna…desde fuera sólo vemos una milésima parte de la vida que bulle dentro, de la fuerza contenida por vientos suaves o fuertes, según de donde vienen, según se les convoca en sus misteriosos diálogos internos.

Si el mar, con tanta potencia y complejidad, puede ser iluminado en la noche más oscura por un simple faro ¿qué nos está indicando a las personas que desde una sabiduría sencilla, contemplativa, tratamos de dar voz a lo que intuimos, “a lo que se mueve”?

La figura de María de Magdala es un faro para la mayoría de mujeres de hoy y muy especialmente para muchas de nosotras que estamos a la escucha de los susurros y de los vientos de la Ruah, de los faros y de las barquitas de pesca, lejanas que traerán el fruto de su trabajo en la noche, a nuestras mesas.

Hace tres años, al amparo de las tormentas y aparentes fracasos, María de Magdala nos susurró, a voces,  que le diéramos forma a una comunidad que lleva su nombre.

Fue el fruto de años de navegar por aguas difíciles, guiadas por un único faro: la Ruah, y despacio, después de idas y venidas de personas con diferentes intereses, al final, hemos ido sosteniendo ese regalo de personas  en su mayoría laicas, comprometidas con una espiritualidad inspirada por ella.

Ella, invitada a girar su cabeza, su mente, sus razonamientos, hacia Jesús, para dejarse llevar por el amor aterrizado en un compromiso que arranca de Él.

La víspera de su celebración, en una sencilla celebración online ya que estamos personas de Europa, México y Argentina, nos diremos mutuamente y a la Ruah un sí de pertenencia a este estilo de vida, de puertas siempre abiertas para entrar o salir.

Corren los días y los vientos, y las olas y las estrellas y, la luna, cambia de tamaño continuamente y así nuestra interioridad. Se nos insinúa, “ensancha el espacio de tu tienda” ahora, deja que la luz ensanche vuestro espacio, que se vea, que se conozca.

Y de nuevo, intentando  responder a ese movimiento interior, alrededor de su fiesta, a través de zooms y whatsapps…nos llega una llamada: abrid vuestra casa, la casa de las discípulas, a personas de vida consagrada, tanto si están todavía dentro como si lo dejaron por falta de inspiración, y están ahí, a merced de los vientos, sin comunidad de iguales.

Y, claro, María de Magdala nos sonríe de nuevo porque ve que acogemos su iniciativa. Mujeres que lo dejaron todo para seguir a Jesús, y que por diferentes motivos son invitadas a dar un paso, a dar forma a algo diferente.

Y la Comunidad de Magdala abrimos los brazos y el corazón a las buscadoras de espacios libres, que en diálogo con el sol y la luna, movidas por vientos y a veces sólo por susurros, salen a la puerta de la casa, de sus seguridades inciertas,  para ver la luz, para sentir el viento, para irse con otras, posiblemente online, a descubrir el vino nuevo en los odres nuevos.

Muchas estáis ahí, fieles a vuestra alianza, solas o con otras buscando caminos.

Os invitamos a formar parte de “algo nuevo”. Ya estamos tres y algunas más empezando a preguntar; somos de Europa y México, y nos encantaría dialogar para discernir si nuestras llamadas coinciden y hacer camino.

*Si crees que la vida consagrada está evolucionando y deseas ser movida por ese dinamismo.

*Si necesitas comunidad de iguales, para interpretar tus votos a la luz de hoy.

*Si ya saliste de una comunidad y deseas asomarte a un estilo nuevo, inspirado en figuras bíblicas como María de Magdala, Isabel, María de Nazaret, Rut y Noemí…todas, todas buscando, desde su intemperie, un faro en su noche.

*Si te inspiran también mujeres como las beguinas, que sin el apoyo y sin el peso de la institución se abren camino, en la gran marea de la Edad Media en Europa, inspirando hoy, de nuevo, a tantas que deseamos de-construir el patriarcado, en compromisos concretos  desde como rezamos, qué lenguaje utilizamos al rezar, y cómo nos tratamos entre nosotras…

*Sin jerarquía, con responsabilidad madura de ser convocadas a ser mujeres que transforman la historia, te invitamos a dialogar y a discernir.

*Sin dineros ni propiedades en común que puedan enredar los intereses, sólo con nuestro trabajo y nuestras pastorales inspiradas por ellas.

Si “algo se mueve en ti” al leer con los ojos del corazón estas humildes líneas, ponte en contacto.

Carmen Notario y Magda Bennásar 

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