Las víctimas eran mujeres adultas, abusadas en contextos de dirección espiritual Cobo prohíbe confesar y realizar exorcismos o sanaciones a un cura acusado de abusos de conciencia y poder
Según ha podido saber RD, estaríamos hablando de un caso, que no es nuevo -se remonta a la época del cardenal Rouco-, y en el que no están implicados menores, sino mujeres adultas, y estaríamos hablando de abusos de conciencia y prácticas no recomendables en un contexto de sanaciones y vulnerabilidad, algo difícil de demostrar en el caso de adultos
Entre las medidas adoptadas, se encuentra "la prohibición absoluta de realizar exorcismos y cualquier tipo de oración de sanación, liberación o de imposición de manos y de llevar a cabo procesos de dirección espiritual a cualquier persona", lo que hace pensar que las malas prácticas se produjeron en estos contextos
"Estas medidas tienen como objetivo prioritario el cuidado pastoral de la comunidad y la evitación de abusos y conductas lesivas, así como el acompañamiento espiritual y humano de dicho sacerdote"
"Estas medidas tienen como objetivo prioritario el cuidado pastoral de la comunidad y la evitación de abusos y conductas lesivas, así como el acompañamiento espiritual y humano de dicho sacerdote"
La noticia la servía, de manera ciertamente ecléctica, la web del Arzobispado de Madrid el pasado viernes. "El cardenal José Cobo Cano, arzobispo de Madrid, ha emitido un precepto penal en el que establece una serie de medidas pastorales en relación con el sacerdote de la diócesis, E.G.G., a quien se limita la actividad pastoral", señalaba el escrito, que apuntaba a "la aplicación de la resolución final del Dicasterio para la Doctrina de la Fe", tras "la investigación y proceso pertinente y habiendo informado y escuchado a las personas implicadas y víctimas".
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¿De qué estamos hablando? Según ha podido saber RD, estaríamos hablando de un caso, que no es nuevo -se remonta a la época del cardenal Rouco-, y en el que no están implicados menores, sino mujeres adultas, y estaríamos hablando de abusos de conciencia y conductas totalmente inadecuadas en un contexto de sanaciones y vulnerabilidad, algo difícil de demostrar en el caso de adultos.
De hecho, entre las medidas adoptadas, se encuentra "la prohibición absoluta de realizar exorcismos y cualquier tipo de oración de sanación, liberación o de imposición de manos y de llevar a cabo procesos de dirección espiritual a cualquier persona", lo que hace pensar que las malas prácticas se produjeron en estos contextos.
En la práctica, al no haber denuncia ni condena, Cobo únicamente ha podido "limitar en sus funciones pastorales" al sacerdote, que continuará siéndolo, tras "una evaluación minuciosa y en consonancia con la normativa canónica vigente". Eso sí: junto a la prohibición de realizar este tipo de prácticas, el cardenal de Madrid ha revocado a E. G. G. la "facultad de confesar por un periodo de 10 años y de la facultad de predicar". Desde la diócesis se añade que no se puedan dar nuevos pasos.
El comunicado finaliza asegurando que, en su decreto, Cobo afirma que "estas medidas tienen como objetivo prioritario el cuidado pastoral de la comunidad y la evitación de abusos y conductas lesivas, así como el acompañamiento espiritual y humano de dicho sacerdote". "Ha reiterado, además, el compromiso de la Archidiócesis de Madrid con la protección de todas las personas, especialmente de las víctimas y de las más vulnerables", concluye el escrito.
