Recibir el ciento por uno cuando se ha dejado el uno por ciento.... la lógica de Jesús es compleja para comprenderla con la razón, es necesario que sea con el corazón y bajo la luz del Espíritu para dar el paso en el seguimiento.

La Sabiduría divina es la única que despeja la mente y corazón para seguir en el camino. Cuánto nos falta aprender Maestro para dejarlo todo y seguirte, cuántos ensayos del Reino por veredas a pie descalzo, cuánta soledad del caminante que no se apega a nada ni a nadie que le quite la libertad para avanzar sin complejos, siempre tu presencia cercana en los ojos del caído al borde del camino nos muestran tu rostro y espantan el miedo a la soledad.... Cuánto necesitamos aprender de ti Maestro bueno, para heredar la vida eterna y mientras aquí, saborear la soledad como posibilidad de encuentro con uno mismo, que es es al mismo tiempo el encuentro contigo que nos empuja a salir con prontitud a ser evangelio viviente para quienes solo saben leer los signos de vida coherente y cercana a tu vida.

Dejar casa, padre y madre, hijos, hermanos... por seguir al Maestro, saborear la sencillez de una vida sin importancia ni seguridades.... contemplar la flor más hermosa nos recuerda la finitud de la vida que se dona plenamente sin temor a la muerte.
Pues es el paso al despojo de sí y seguir abriendo paso a nuevas flores y primaveras.
Qué lecciones de sabiduría divina en lo pequeño, sencillo y humilde, en lo que no se ve.