En las próximas semanas, el decano del Tribunal de la Rota, Alejandro Arellano Cedillo, llegará a Torreciudad para iniciar su ‘comisariado’ del santuario-oratorio (o ‘complejo’, pues así lo llama la nota oficial de la Santa Sede) construido por el Opus Dei hace casi medio siglo y que se encuentra en disputa entre la Obra y la diócesis de Barbastro-Monzón. Por el momento, sólo hay rumores y bruma, mucha bruma, respecto a sus próximos movimientos.

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De hecho, ninguna de las partes tiene constancia de cuándo acudirá a la zona, ni si habrá una ‘toma de posesión’ oficial. Sí parece claro que, a su llegada, el comisario plenipotenciario mantendrá un encuentro con el actual rector de Torreciudad, José Mairal, designado por Pérez Pueyo, y con el anterior (nombrado por el Opus), Ángel LasHeras. También es más que probable que, antes de comenzar su labor de investigación e intervención del ‘complejo’, Arellano mantenga una entrevista con el obispo y con las autoridades regionales del Opus Dei.

Como comisario plenipotenciario, Arellano tendrá que estar encima de todo lo relativo a Torreciudad, desde las cuentas del día a día al origen y desarrollo de la disputa que mantienen diócesis y prelatura. Asuntos de índole organizativa, eclesial pero, también (algunos dicen que fundamentalmente) económica.

¿De quién es Torreciudad? ¿Puede una sociedad interpuesta que cambia de nombre y de propietarios seguir manteniendo los derechos adquiridos por otra desde 1962 (cuando, por cierto, el Opus no era prelatura, ni parecía cercano ese momento)? ¿Tiene sentido el ‘censo enfitéutico’ y las contrapartidas suscritas entonces? Muchas preguntas, con pocas respuestas en firme, al menos por el momento, por más que ambas partes (Obra y diócesis) hayan mostrado sus cartas con todo tipo de detalles.

¿Cuáles son las tareas principales que esperan al comisario Arellano en Torreciudad? Para el periodista británico Gareth Gore, autor de ‘Opus’ (Crítica), "la nueva dirección de Torreciudad ahora tiene la oportunidad de abrir los archivos para que el mundo pueda conocer la verdadera historia sobre quién pagó por Torreciudad”.

“Durante mi investigación para el libro, identifiqué miles de millones de pesetas que se movieron de Suiza a España alrededor del tiempo en que se construyó Torreciudad. ¿Podría haber sido de allí de donde vino el dinero?", sugiere el periodista. ¿Una línea más para el trabajo de Arellano?

Sea como fuera, lo cierto es que durante su comisariado del ‘complejo’ de Torreciudad, Alejandro Arellano tendrá que buscar una respuesta a muchas de las cuestiones que se llevan planteando desde hace más de medio siglo, y dar una respuesta, definitiva, tanto sobre el estatus de Torreciudad como a su titularidad o el futuro que le espera. A todo el ‘complejo’, no sólo al santuario-oratorio. ¿También a los terrenos en disputa en los alrededores?

¿Qué dinero ingresa realmente Torreciudad, y de dónde viene? ¿Qué controles se siguen para su origen y destino? ¿Cuál es la deuda, si la hay, y quién la paga? ¿Hay créditos o cantidades sin abonar?

¿Qué uso tienen -religioso, comercial, turístico….- todos los terrenos del ‘complejo’? ¿Quiénes son sus auténticos propietarios (quién ostenta la titularidad real)?

Estos, y otros, son algunos de los temas que podría desvelar, si se le dan las facilidades que el cargo obliga, la investigación del enviado del Papa a Torreciudad. La decisión, después, estará en manos de Francisco.