En lo cotidiano de la vida se fue forjando mi personalidad.
Al encontrarme con Jesús la vida me cambió,
de errante peregrina y despreciada a seguidora y amiga fiel. Vendó y sanó mis heridas y me incorporó a una comunidad de amigos y amigas, compañeros y compañeras de camino, predicadores de Buena Noticia
Soy mujer amada y que ama, devuelta a la vida,
llamada a ser lideresa desde la humildad y fuente de memoria viva de un amor generoso y lleno de gracia.
En mi propio ser he descubierto que el amor y la aceptación me han salvado y ahora soy portadora de una experiencia de un Dios amor, Divino y Humano
En mis noches de inquietud encontré a Alguien que me miró distinta, por lo que soy como persona, como mujer, me miró y me amó y su amor me llevó a amarme y a mirarme con ternura y lo canto con hondura
Sacudido mi interior, me condujo a transmitir lo que, de ahora quisiera convertirme en Misionera para su Nombre llevar, a aquel que aún no sabe amar con un amor incondicional,cubierto de gratitud que llenó mi soledad.
Soy María de Magdala, una mujer muy intrépida que se atrevió a desafiar la estructuras impuestas por un imperio voraz, que me quería opacar, pero mi fuerza interior y mi vida tan digna me llevó a derribar aquellas normas tan crueles para todas las mujeres que se pudieron acercar.
De la mano del Maestro fuí aprendiendo a decir sí queriendo así repartir aquella experiencia, viva de encuentro con el amado que se volvió mi aliado, que ni la muerte nos separó y la resurrección fue el sello de aquel amor tan profundo que se esparció por el mundo y hoy tod@s decimos Sí.
