SUBASTA
Hay otras maneras de mirar y de escuchar
Grandes titulares en la prensa: se ha paralizado una subasta en la que salía a puja por 1.500 euros un cuadro que podría ser de Caravaggio. Revuelo mediático, convocatoria urgente de la Junta de calificación de bienes culturales, declaración de inexportabilidad, viajes desde el extranjero de expertos para analizar pigmentos, tipo de lienzo, estado de conservación… Comienza el debate sobre la autoría, se dispara el precio a una cifra millonaria, hay tanteos de negociación con los propietarios, abrumados por la emoción. Lo que representa el cuadro – la coronación de espinas de Jesús- se menciona de pasada.
La anécdota me hace pensar que puede ocurrir algo parecido al acercarnos a un texto bíblico: podemos estudiarlo, analizarlo, detectar su género literario, su estructura, su lenguaje, su posible fecha de composición…Al final, solo hemos visto un texto pero no hemos escuchado una Palabra; hemos fotografiado una superficie, pero no hemos descubierto su secreto; hemos transitado por muchos paisajes, pero ninguno se ha quedado grabado en la memoria de nuestro corazón. Y algo parecido puede pasarnos con las personas: en esta cultura de flash, postureo e instagramitis, podemos pasar por alto lo esencial de esa persona que encontramos: lo que dicen sus ojos, lo que expresan sus gestos, lo que revela el tono de su voz.
Una propuesta: volver al supuesto cuadro de Caravaggio, contemplar sin prisa la mansedumbre de Jesús frente a la hostilidad de los que le rodean y recordar la escena: “Los soldados prepararon una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza. También le echaron sobre los hombros un manto de púrpura. Y se acercaban a él, diciendo: -¡Salve, rey de los judíos! Y le daban bofetadas”. (Jn 19,3).
Permanecer calladamente ahí repitiendo silenciosamente por dentro: - Señor mío y Dios mío…
Dolores Aleixandre