¡Buenos días!

Buenos días, a ti, que compartes conmigo este minuto de encuentro, ¿Cómo te has levantado hoy?
Desde que pones los pies en el suelo y sales de casa, son muchas las personas con las que te v as a encontrar y que esperan lo mejor de ti: un buenos días, una sonrisa, un gesto, un tender la mano… no olvides que cada cosa que hagas, está hablando de ti, de cómo eres, vives y sientes. Eso no quiere decir que seas crítico en un momento determinado, pero hazlo siempre desde el amor. Jesús también lo hizo, pero no desde el rencor, sino desde el corazón. Dices lo mismo pero de manera diferente, te lo aseguro…
Lucha en este día por lo que quieres, pero no olvides valorar lo que tienes, trata de olvidar aquello que te duele y te hace daño, aprende a mirar a las personas a los ojos, haz el esfuerzo de escuchar, sé fiel a aquello en lo que crees e intenta disfrutar con los que realmente te quieren.
Cuando llegue la noche, estoy segura que podrás acostarte con una gran sonrisa y satisfacción dando gracias a Dios por el regalo de la vida. ¡Inténtalo!
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