Cambios para el nuevo año
Esta vez mi reencuentro con vosotros se produce con algo más de demora. El motivo es porque al no permitirse los comentarios por parte de la dirección, me siento más sola. Es como si no escribiese para nadie, si no hubiese nadie detrás… Aún así, haré el esfuerzo de seguir, a pesar de mi sensación que espero que solo sea eso: una sensación…
Empezamos un nuevo año al que siempre van unidos los típicos propósitos que nunca o pocas veces llegaremos a cumplir como: tengo que dejar de fumar, tengo que adelgazar, ir al gimnasio etc. Creo que eso lo hemos oído todos si no hemos sido nosotros incluso los que nos lo hemos propuesto.
Parece que nos sigue tirando más lo exterior, lo que se ve, el qué dirán. Es verdad que vivimos en una sociedad que es lo que marca, “lo que se lleva”.
Alguien se ha preguntado en estos días: ¿Cómo será este 2014, qué espero o qué deseo o necesito? No podemos vivir de cualquier forma, “dejándonos vivir” ¡No! Soy yo la que tengo que coger las riendas de mi vida y ver qué quiero hacer con ella. Si prefiero vivir de forma más rutinaria y aburrida, egocéntrica o con un Espíritu más creativo. Si lo que me interesa es mi bienestar o hacer más felices a los que me rodean…Para todo esto necesitamos saber pararnos, hacer silencio, algo tan complicado en estos momentos, pero más que necesario y sobre todo saber poner mi vida ante Dios, ante mi Creador, porque lo nuevo, la novedad, el cambio, no nos va a venir de fuera sino de nuestro interior.
Este año será diferente si soy capaz de creer de manera más confiada, con nuevos gestos y palabras hacia los que me rodean.
¡Feliz año a todos los que aún seguís ahí!