Época de cambios

Llegó el otoño trayendo consigo la inestabilidad, la lluvia, días más cortos, ¡incluso tres minutos de sol menos al día!
Hay personas que no son muy “amigas” de esta estación porque por algún determinado motivo les cambia totalmente su estado de ánimo.
Es un tiempo distinto y diferente, lleno de preciosos y diversos matices y coloridos. Nuestros parques y ciudades se cubren de tonos amarillos y rojizos, invitándonos a parar, a contemplar, a pasear… Es un buen momento para la planificación del curso, de la vida con nuevos proyectos y actividades, todo se va poniendo en marcha… el viento nos acaricia de una manera diferente, peculiar, agitando sus árboles con un delicado tintinear de hojas secas que van alfombrado las calles, aquellas que ya han perdido fuerza y les llegó el momento de pasar… pero si os fijáis, de la misma forma nos pasa a nosotros porque ese viento que sopla, también sacude nuestra vida invitándonos a soñar, a abonar para poder recoger nuevos frutos llegado el momento…
Abramos nuestros ojos a la vida, a lo que cada día nos depara nuevo, porque no hay ninguno igual al anterior, aunque nos queramos empeñar… todos tienen un matiz que los hace diferentes si sabemos contemplarlo desde ÉL. Desde la VIDA.
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