Queridos amigos:
Empezamos la semana más importante en la vida de un cristiano. Quienes así nos sentimos, así también lo vivimos.
Cuando llegan estos días y me paro con algo más de poso de lo que lo hago habitualmente, me doy cuenta de que Dios no se paseo por la tierra como quien se pasea por un parque sin más, sino que penetró hasta el fondo. Quiso bajar hasta las entrañas del dolor, del pecado y de la muerte, sentirlo palparlo… y fue desde ahí donde surgió la salvación.
El amor llevado hasta el último extremo del que nos habla San Juan.
Creo que no hay mayor comunicación entre Dios y el hombre que la que se da a través de la resurrección de Cristo. Meta que celebramos en la Vigilia Pascual y recordamos en cada Eucaristía, donde se nos abre el acceso a una nueva vida transformada si así lo creemos y sentimos.
A todos los que compartís conmigo este minuto, os deseo una feliz Pascua de Resurrección allá donde os encontréis.