Quizá algunos de los que compartís conmigo cada semana mis reflexiones, me diréis que nunca lo habéis sentido, o quizá todo lo contrario… Supongo que habrá experiencias de todo tipo.
Lo que está claro es que dentro de todo ser humano hay una fuerza, una presencia, un algo, un alguien, que te ayuda a seguir viviendo. Él está. Y si le dejamos, habla, pero nunca se impone.
Es esa fortaleza, esa esperanza, esa palabra que nos levanta y ayuda a seguir caminando en momentos especialmente duros para las personas. Solo tenemos que pararnos, escuchar y sentir, de la misma forma que sentimos las palpitaciones de nuestro corazón.
Demasiadas veces no somos conscientes, pero está y está de mil maneras y detalles, aunque para llegar, es necesario aprender a mirar desde dentro.
Siempre sale a nuestro encuentro de manera incondicional, más allá de las barreras que queramos ponerle, está ahí.
¿Alguien se atrevería a compartir alguna experiencia de ese encuentro?, seguro que todos tenemos más de una…
Que Él siga siendo la fuerza que nos ayuda a levantarnos cada día para afrontar momentos complicados que podamos tener.
¡Haced el esfuerzo de sentirlo!, os aseguro que merece la pena y repito: está ahí….