Ocho de marzo, día de la mujer.

Seguimos recordando aunque sea por un día, la situación que viven muchas mujeres en el mundo ante una desigualdad tan fuerte y tan dura, que es imposible pasar de largo sin pararnos, sin mirar (que no es lo mismo que verla) y sin hacerla nuestra con un compromiso en la medida en la que cada uno pueda.
Como tod@s sabéis ya, este día parte de un 8 de marzo de 1857. Año en el que 110 mujeres murieron abrasadas en manos de su propio patrón, cuando decidió encerrarlas en la fábrica mientras reclamaban una jornada laboral de 10h. De esto hace ya la friolera de 157 años, pero poco hemos avanzado desde entonces. No es que sigamos igual, pero los pasos recorridos han sido muy escasos.
Fijaros que hoy 7 de cada 10 personas que mueren de hambre son mujeres. Ellas junto a los jóvenes e inmigrantes son las que más están sufriendo los efectos de esta crisis.
Demasiado a menudo salta a los medios de comunicación casos de mujeres maltratadas y asesinadas por sus parejas, y lo peor es que lleguemos a acostumbrarnos a que pueda formar parte de la “normalidad”… Ante esto es imposible que sigamos permaneciendo indiferentes. Es algo que nos afecta a tod@s porque la próxima podrías ser tú. La vida da demasiadas vueltas… No olvidemos que la mujer no es “algo”, es una persona en igualdad de derechos y condiciones, con los mismos deberes que el varón.
Por favor, no permitamos que NADIE nos arrebate estos derechos, lo que es nuestro, lo ya conseguido. Ya no hay esclavos, ni varones, ni mujeres, porque todos somos hijos de un mismo Dios.
Volver arriba