Las nuevas catedrales del siglo XXI

Supongo que nadie necesitará preguntar cuales son las actuales catedrales.

Acaban de finalizar los mundiales de futbol y este año los organizadores han sido como todos sabemos Brasil. Ciudad en la que por un tiempo todo el mundo ha depositado su mirada porque ha sido ahí donde ha tenido lugar uno de los eventos que desata más pasiones. Los ganadores, aparte de obtener un gran prestigio a nivel mundial, se coinvierten en ídolos de millones de niños y mayores, implicando primas para el país ganador, en este caso Alemania, en torno a los 600.000€ por jugador.
Las ciudades se paralizan, los problemas desaparecen, entre comillas, y por unos días consigue congregar familias enteras, alimentando esperanzas que poco a poco se van evaporando según se van eliminando para volver a la cruda y dura realidad…
Mi reflexión se centra hoy en un país con un gobierno que tiene a su pueblo en el lumbral de la pobreza, sin poder cubrir las necesidades básicas de sus ciudadanos como pueden ser la sanidad o educación, pero sin embargo es capaz de invertir en la construcción para estos juegos acosta de subida de impuestos a sus ciudadanos o incluso perdidas de vida en sus construcciones como ha sucedido para poder deslumbrar al mundo.
Estos son los gobiernos que tenemos, sus intereses, el dios dinero, la economía, el poder por encima de la persona y de unos valores que ya cada vez se van extinguiendo con mayor facilidad y rapidez.
Este es el mundo que estamos construyendo y del que seguro que todavía nos seguimos sintiendo satisfechos…
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