Un santo para cada día: 21 de marzo San Nicolás de Flue: el patrón de Suiza

San Nicolás de Flue: el patrón de Suiza
San Nicolás de Flue: el patrón de Suiza

Campesino, padre de familia numerosa, guerrero, político y eremita son estados y situaciones que jalonan la vida de este hombre singular

Nicolás fue hijo de unos campesinos ricos que vivían en Flüeli-Ranft, pueblecito suizo ubicado en el  cantón de Obwalden. Allí fue donde  nació en 1417 quien hoy es conocido como el hermano Klaus, el mismo año en que el Concilio de Constanza ponía fin al cisma de Occidente.  Su vida no deja de ser un tanto atípica  y seguramente causará extrañeza a más de uno, pero por raro que  parezca son  “hechos avalados con juramento por testigos oculares y auriculares”.

En la persona de Nicolás se van a dar cita tanto  lo ordinarios como extraordinario. Campesino, padre de familia numerosa, guerrero, político y eremita son estados y situaciones que jalonan la vida de este hombre singular. Siguiendo paso a paso  su vida uno no puede menos  que decir cuán  inescrutables  son verdaderamente los caminos de Dios.

Aunque de joven se sentía atraído por la vida eremítica trabaja en el campo como cualquier otro joven piadoso. En el año 1445 le vemos uniéndose en matrimonio con Dorotea Wiesse, 14 años más joven que él, hija de un agricultor.  Esto sucedía cuando él tenía alrededor de 30 años. En su pueblo natal vivieron 20 años cultivando la tierra y siendo padres de una familia numerosa, compuesta por  10 hijos  de entre ellos 5 varones y 5 hembras. El mayor de ellos alcanzó la presidencia de la Confederación.  Después de casado siguió siendo un hombre piadoso y de ello dan fe su mujer y su hija que nos hablan de que pasaba largas vigilias en oración.

A los tres años de matrimonio, él que era un hombre de paz tiene que incorporase al ejército; pero una vez dentro, luchará valerosamente a favor de expansión de la Antigua Confederación Suiza, con un rosario en  una mano y la espada en la otra. Su coraje es reconocido y llega a alcanzar el grado de capitán.

Nicolás de Flue

  Cumplidos los cincuenta años y con el consentimiento de su esposa y familia, Nicolás se retiró a vivir una vida de soledad. acabando en la garganta del Ranft para entregarse allí a una vida de oración y penitencia. Sus mismos ciudadanos le construyeron en este lugar una pequeña ermita. Una vez aquí y no diré por ironías de la vida sino por los secretos designios de la providencia, Nicolás iniciaría una obra histórico-política trascendental para su pueblo, llegando a ser concejal y juez  durante nueve años de uno de los cantones  y cuando  se le brindó  la oportunidad  de ser gobernador renunció a ello. Muchas fueron las gestiones de este hombre en favor de su país, que le hizo merecedor del título de “padre de la patria”, pero Nicolás ante todo  ya desde su juventud habrá de ser visto como  un hombre de ayuno y de  oración, que no se cansaba de decir: “Señor mío y Dios mío, aleja de mí todo lo que me aleje de ti. Señor mío y Dios mío, concédeme todo lo que me acerque a ti. Señor mío y Dios mío, líbrame de mí mismo y concédeme poseerte sólo a ti”.

La aventura mística de Nicolás de Flüe va a acabar cerrándose con una penosa y dolorosa enfermedad  que le habría de conducir a la muerte, después de haber cumplido los 70 años, el día 21 de marzo de 1487. No deja de ser significativo que un país como Suiza donde los católicos no son mayoría, se haya nombrado como patrón a  S. Nicolás de Flue  y ello es así, dijo Pio XII “ No solamente porque él salvó a la Confederación en un momento de crisis profunda, sino también porque él trazó para vuestro país las grandes líneas de una política cristiana”. 

Flexión desde el punto de vista actual

El presentismo característico de estos nuestros tiempos de la posmodernidad, ha roto con el pasado, ha acabado con la historia y solo cuenta con el aquí y el ahora pero lo cierto es que nuestra cultura de occidente ´hunde sus raíces en el cristianismo, que hombres como  Nicolás de Flue supieron injertar en nuestro suelo. 

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