"Hay que pedir mucho al Espíritu Santo para que acompañe e ilumine cada encuentro parroquial" Camino Sinodal en La Habana: entre temores y esperanzas
El equipo diocesano insistió en que es esta la oportunidad que todos tenemos de decir y ser escuchados en un ambiente de respeto y diálogo, lo que es, sin dudas, un ejercicio necesario y oportuno al cual no estamos acostumbrados, ni como católicos ni como cubanos
Este sínodo es visto como "una oportunidad para escucharnos unos a otros" y que "cada comunidad arda en un despertar misionero, camine con los tiempos y sea, como nos ha pedido el Papa Francisco, una Iglesia en salida, evangelizadora, sal y luz en el mundo"
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
El temor a que este Sínodo quede como una reunión más y no sea visto y asumido como un camino que puede marcar un nuevo modo de ser y hacer Iglesia, estuvo entre las preocupaciones que conversaron los participantes al principio del encuentro y que al final entregaron por escrito.
Al mismo tiempo, no dejaron de identificarlo como una oportunidad para escucharnos unos a otros y que cada comunidad arda en un despertar misionero, camine con los tiempos y sea, como nos ha pedido el Papa Francisco, una Iglesia en salida, evangelizadora, sal y luz en el mundo.
Entre otros miedos expresados, que pueden obstaculizar este camino sinodal, estuvo la inactividad de la Iglesia, el éxodo de algunos de sus miembros, entre ellos jóvenes sacerdotes, y la falta de un laicado con una formación profunda. Pero ante esta realidad, muchos coincidieron en que el camino de la sinodalidad puede marcar un inicio para la vida de la Iglesia habanera y de los que formamos su cuerpo, una oportunidad para encontrarnos, pegar el oído a tierra y buscar nuevos caminos para la evangelización.
Nuevamente, el equipo diocesano insistió en que es esta la oportunidad que todos tenemos de decir y ser escuchados en un ambiente de respeto y diálogo, lo que es, sin dudas, un ejercicio necesario y oportuno al cual no estamos acostumbrados, ni como católicos ni como cubanos. En ese sentido, coincidieron en que hay que pedir mucho al Espíritu Santo para que acompañe e ilumine cada encuentro parroquial, pastoral o de otro cualquier grupo desde donde se genere un proceso de escucha.
Según se dio a conocer, la fase arquidiocesana se desarrollará en tres etapas fundamentales, que fueron informadas en el encuentro vicarial de este sábado. Actualmente, La Habana vive un momento de sensibilización y formación, que se extenderá hasta enero de 2022. A continuación se comenzarán a desarrollar los encuentros parroquiales durante los meses de febrero, marzo y hasta el 10 de abril, para concluir con la celebración de la Asamblea diocesana los días 10 y 11 de junio de 2022.
Pero más que cronogramas establecidos, este camino sinodal intenta generar espacios de encuentro, que propicien una participación más fructífera de todos los bautizados, motivándolos a compartir y a vivir con intensidad la experiencia de escucharse unos a otros.
Con información de 'Palabra Nueva' en Facebook
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