Comunicado de la Comisión de Justicia, Paz e integración de la creación de la Conferencia Dominicana de Religiosos y Religiosas – CONDOR "Pedimos al Señor de la Vida y de la Historia las fuerzas que necesitamos para abrir nuestros corazones al diálogo"
Hacer resonar como dicen los Obispos Haitianos: “el grito de todo un pueblo ante el abandono"
No prestarnos a ninguna situación que implique envíos de videos y escritos que van apareciendo en las redes sociales y que atentan contra la fraternidad y sororidad
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
En continuidad con los pronunciamientos de la Compañía de Jesús el 09 de septiembre de 2023 y de la Conferencia Episcopal Haitiana, el 14 de septiembre de 2023 y de tantos sectores eclesiales, congregaciones religiosas, organizaciones sociales y personas de buena voluntad que se han manifestado sobre la construcción del canal, en Haití, y del cierre de la frontera, por parte de la República Dominicana, queremos reiterar las reflexiones y llamados que nos hacen nuestros hermanos de la Compañía de Jesús, de Dajabón, y de la Conferencia Episcopal Haitiana:
- Que muchas de estas situaciones son cíclicas, ya que las dificultades no se viven ahora, sino que se han vivido en el pasado.
- Se trata de hacer resonar, dicen los Obispos Haitianos, “el grito de todo un pueblo ante el abandono”, y vivimos con amargura y dolor el sufrimiento de nuestro pueblo causado por la violencia ciega de bandidos fuertemente armados, el cinismo y la indiferencia de los líderes políticos, y las vacilaciones de la comunidad internacional. El grito de nuestro pueblo, afectado hasta lo más profundo, resuena en nuestros oídos y en nuestro corazón de pastores.
- Que debe de primar el diálogo en todas nuestras decisiones y actuaciones.
- Que, al tomar una decisión, como ha sido la del presidente Luis Abinader, hay que ver todas las consecuencias, como ha sido el impacto negativo al comercio y transporte de la zona.
En vista de la situación que estamos viviendo, queremos manifestar nuestra voz y en ese sentido, tomar conciencia de que como Iglesia y Vida Consagrada estamos obligados a:
- No prestarnos a ninguna situación que implique envíos de videos y escritos que van apareciendo en las redes sociales y que atentan contra la fraternidad y sororidad y buenas relaciones entre ambas naciones.
- Ir más allá de los datos históricos o situaciones que estamos viviendo, pues nuestra misión implica el respeto, el amor y las buenas relaciones entre las personas y en el caso nuestro, debemos de reflejar ese amor y cercanía como religiosos y religiosas.
- Abrir nuestros corazones y nuestras casas religiosas a la población migrante que nos necesita y que debemos expresarles nuestra misericordia y compasión ante las situaciones que experimentan.
- Estar atentos y atentas a cualquier signo de solidaridad y acogida a las diferentes congregaciones religiosas que están presentes en Haití y que necesiten de nuestro apoyo en el país.
- Tener una actitud orante en nuestras comunidades religiosas y grupos eclesiales en favor del buen entendimiento y solución de la situación que estamos viviendo.
- Acoger los llamados del Papa Francisco que de manera continua nos llama a construir un mundo más inclusivo, donde podamos acoger a todas las personas. En las diferentes celebraciones sobre las Jornadas de los Migrantes, encontramos materiales diversos sobre el tema, que nos pueden ayudar en nuestras oraciones y reflexiones.
- Pedir al Señor de la Vida y de la Historia las fuerzas que necesitamos para abrir nuestros corazones al diálogo, a las exigencias de justicia y de paz, al igual que a la reconciliación que deben vivir y tener presentes en sus decisiones los gobernantes de ambos países.
Encomendamos nuestros deseos, nuestras reflexiones y la búsqueda de una solución a nuestra Madre la Virgen María, bajo las advocaciones de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona de Haití y Nuestra Señora de la Altagracia, Madre y Protectora del Pueblo Dominicano.
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