"Conviértanse y crean en el Evangelio".
Domingo Primero de Cuaresma. 18.02.2018.
(Génesis 9,8-15; 1 Pedro 3,18-22; Marcos 1,22-15).
En este domingo, después del Miércoles de Cenizas, damos comienzo a la Cuaresma. Es una preparación a la Pascua, y como tal, es un tiempo de gracia porque las riquezas de la muerte de Cristo y su resurrección es un suceso de salvación; esas riquezas están distribuidas y entregadas a nosotros a través de la Cuaresma.
Por lo tanto Cuaresma es un tiempo de conversión: aunque la Gracia y total liberación del mal son un regalo, que no podemos tener sin vaciarnos a nosotros mismos de falsos valores y riquezas. Conversión, en el último sentido, es para liberarnos a nosotros de los valores falsos que nos esclavizan; así podemos crecer de acuerdo a los verdaderos valores concedidos por Cristo.
La Conversión más que liberarnos de los pecados, vicios, y de toda forma de egoísmo, debe ser llenarnos de esperanza y amor a Dios, sentido de justicia, compasión y generosidad. Y, como dos elementos contradictorios, no deben existir en el mismo lugar (un lugar no puede estar, al mismo tiempo frío y caliente), mientras más vivimos de acuerdo al Evangelio, menos vivimos de acuerdo al espíritu del mal (aunque el reverso también es verdad). Así, la conversión no es un compromiso "negativo", sino uno positivo y de creciente experiencia.
Ese es precisamente el mensaje del Evangelio de hoy, en las propias palabras de Jesús:
"Conviértanse y crean en el Evangelio"..
Esto es Cuaresma, la Gracia de la Pascua está a la mano. Hay que vivir de acuerdo al Evangelio y nuestras vidas serán reformadas, teniendo una verdadera conversión.
Recién celebramos, este reciente miércoles, la imposición de las Cenizas. Y en la imposición de Cenizas se le dijo a cada feligrés,signando la frente con cenizas en forma de cruz:"Conviértete y cree en el Evangelio". Son las palabras de Jesús en Evangelio de hoy: "Conviértanse y crean en el Evangelio".
Después que tomaron preso a Juan, y en seguida de que Jesús hizo su ayuno, oración y penitencia en el desierto, Él vuelve a la provincia de Galilea y comienza a predicar la Buena Nueva de Dios. Fija su residencia en Cafarnaún, pues es allí donde vivían los pescadores que forman el primer núcleo de sus discípulos.
Entonces Jesús vuelve a su patria junto con algunos seguidores de Juan, que pasan a ser sus discípulos. Desde Cafarnaún, donde vive de allegado en casa de Simón y Andrés; juntos a los pescadores del lago, empieza a predicar, y su palabra impacta a la gente porque actúa con el poder del Espíritu, es decir, que habla con mucha autoridad, y sus milagros confirman sus palabras.
¿Qué proclamaba Jesús?
"El plazo está vencido".
Finalizaba la larga espera del pueblo judío, con promesas de Dios siempre aplazadas. Jesús afirma que hoy empiezan tiempos nuevos.
"El Reino de Dios se ha acercado".
Ya no hay más espera porque está a la puerta. Pero ahora son ustedes y yo los que debemos dar el paso para entrar a este nuevo mundo en que Dios reina.
"Crean en la Buena Nueva".
Dios ha llegado a los hombres para reconciliarlos. No les trae mandatos: les pide que crean en sus palabras; que cambien su vida y su corazón: que tomen otro camino. Se trata de una renovación de toda su vida a partir de un cambio interior. El Evangelio irá mostrando que este cambio y conversión se debe a una conversión, a un descubrimiento de la misericordia de Dios y obra de su Espíritu en nosotros.
Detengámonos más en las palabras de Jesús:
"Conviértanse y crean en el Evangelio".
Pienso que sería suficiente, que los muchos cristianos que escucharon estas palabras en la imposición de las cenizas, las tomaran muy en serio, para que todos pudieran entrar con responsabilidad en el espíritu de la Cuaresma.
Sucede que muchos han hecho en sus vidas, una separación y división de las dos frases:
"Conviértanse" - "crean en el Evangelio", y han confundido todo lo referente a la "conversión" y al cristianismo mismo. Se ha predicado una "conversión" demasiado moralista, de evitar los pecados, de "cumplir" con Dios y con el prójimo. Y tal vez, no se ha tenido muy presente la segunda parte "y crean en el Evangelio" con toda su verdad y profundidad.
Creo que hay muchos católicos convertidos de la primera manera, pero no "creen en el Evangelio" en forma práctica.
Hay que entender, en forma radical, que el Evangelio no nos habla sólo de una conversión moral, personal, individualista, sino también de un "Reino Nuevo de relaciones nuevas", es decir, de una sociedad donde no exista injusticia: explotadores y explotados,los que tienen de todo y los que no tienen casi nada, los opresores y los oprimidos. Se trata de un Reino donde reine la fraternidad cristiana.
No hace mucho supe que se había abierto un nuevo Campamento con otro nombre en el mismo terreno del anterior "Peñoncito". Y para alegría mía supe que un sacerdote de la Parroquia estaba comprometido con ellos. Se me vino a mi mente evangélica: "Lo que haces con el poblador y pobre, conmigo lo haces". Ciertamente es un modo de responder a Jesús cuaresmal. Que sean muchos los feligreses del P. Manuel que lo sigan en este compromiso.
He trabajado pastoralmente en otros Campamentos y en el contacto con los pobladores sin vivienda, me he dado cuenta de la omisión y ausencia de las iglesias locales. Creo que éstas comprenden católicos de una sola "conversión moral" y no de un "creer en el Evangelio", de una "conversión al Evangelio del Reino".
En los Campamentos se ha hecho palpable la injusticia y el "pecado social". Es Jesús que está en los explotados, oprimidos, en los pobres: ¡El pobre es Cristo! (San A. Hurtado).
Aquí hay un desafío, para la Iglesia: de una verdadera "conversión creyendo en el Evangelio".
Se hace palpable la necesidad de una sociedad justa y fraterna, de un "Reino de relaciones humanas nuevas".
Se hace urgente una sociedad donde reine la fraternidad cristiana, donde se haga notoria la conversión, unida a una fe cristiana práctica, de creencia más profunda y radical al Evangelio.
No hay que olvidar que "la fe sin obras es fe muerta".
No hay conversión si no hay obras y un compromiso evangélico de los católicos con esos hermanos pobres, sin viviendas, en Campamentos y "tomas de terrenos". Y por esto vamos a ser juzgados por Dios. (Cfr. Mateo 25).
Y ante la injusticia reinante en Chile contra los más pobres, marginados, sin acceso a los derechos fundamentales de toda persona humana, y queriendo llamar a la conversión, aceptando todos el Evangelio de Jesús en la práctica, hago una cita de le Escritura Sagrada:
"Este es el ayuno que Yo amo - oráculo del Señor - : soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia, y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y Él dirá: ¡Aquí estoy!". (Isaías 58,6-9).
Pienso, que en el Chile actual, hay cristianos que viven como en una niebla espesa y continua. No tienen un verdadero "sentido del pobre", y si lo tienen no ponen los medios para ver y encontrar al pobre real y concreto. Es necesario, para ayudar y amar al pobre, tener un contacto real y personal con él. Muchas veces se sabe del pobre y se predica en favor de él, pero no se pone en práctica acciones para encontrarse con el pobre concreto: no se produce una aproximación como el Buen Samaritano: no se hace prójimo del pobre.
También tengo que reconocer que hay cristianos que quieren hacer algo por el pobre y no saben cómo hacerlo. También viven en una niebla o nebulosa.
Y, ¿por qué no decirlo?: Hay cristianos y católicos que miran con reserva al hombre de Iglesia que convive con los pobres y trabaja por la liberación de ellos, haciéndose pobre con ellos, incluso, hay hermanos de Iglesia, que le ponen obstáculos, lo marginan y lo pasan marcando con críticas, que no van al fondo del problema pastoral de ellos: de no vivir la opción pastoral por los pobres, sino que se quedan en rigorismos, leyes eclesiásticas, celos y envidias, que en el Evangelio son absurdas y farisaicas. No son una Iglesia "en salida" como nos pide el Papa Francisco.
Tal vez, también, hay católicos que han apuntado sobre ciertos valores que llamamos "espirituales" pero sin llegar a "creer en el Evangelio", éstos tienen responsabilidad de la miseria y pobreza de sus hermanos. Porque consciente o inconscientemente han colaborado en las desigualdades e injusticias de las sociedad de nuestro país, y han caído en la tentación de enriquecerse sin tener en cuenta a los pobres, y los derechos fundamentales de aquellos a quienes Jesús privilegió particularmente, los pequeños, los últimos, los marginados.
"El compromiso evangélico de la Iglesia, como lo ha dicho el Papa, debe ser como el de Cristo: un compromiso con los más necesitados (Cfr. Lc. 4, 18-21; Discurso inaugural III,3). La Iglesia debe mirar por consiguiente, a Cristo cuando se pregunta cuál ha de ser su acción evangelizadora. El Hijo de Dios demostró la grandeza de ese compromiso al hacerse hombre, pues se identificó con los hombres haciéndose uno de ellos, solidario y asumiendo la situación en que se encuentran, en su nacimiento, en su vida y, sobre todo, en su Pasión y muerte donde llegó a la máxima expresión de la pobreza". (Cfr. Flp.2, 5-8; LG 8; EN 30; Medellín, Justicia 1, 3). (Puebla 1141).
Esta cita de Puebla habla de mirar a Cristo cuando se pregunta cuál ha de ser su acción evangelizadora y posteriormente demostrar su grandeza con un compromiso que lo hace identificarse con los hombres haciéndose solidario con ellos ante su situación.
Este es el camino de todo hombre o mujer que se "convierte y cree en el Evangelio". Y esto ante cualquier situación reñida con Evangelio de Jesús.
Un católico tiene el derecho y deber de comprometerse ante un Chile con una situación política de ilegitimidad institucional, con un imperioso cambio del rol del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial; con una Constitución no democrática, que fue todo un fraude y que sustenta un sistema económico neo liberal: "capitalismo salvaje", que hace el "pecado social" haciendo las desigualdades escandalosas entre pobres y ricos, prácticamente, propiciando un atentado contra la vida de grandes sectores de chilenos, es decir, propiciando un aborto social, una muerte civil, creo que hay llamar a los laicos y políticos católicos, que desde su rol y campo específico, actúen con conciencia cristiana:
"Vemos a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas. Esto es contrario al plan del Creador y al honor que se le debe. En esta angustia y dolor, la Iglesia discierne una situación de pecado social, de gravedad tanto mayor por darse en países que se llaman católicos y que tienen la capacidad de cambiar: que se le quiten barreras de explotación... contra las que se estrellan sus mejores esfuerzos de promoción". (Juan Pablo II, Disc, inaugural III,2 AAS LXXI, p. 199.) (PP 3). (Juan Pablo II, Oaxaca 5. AAS LXXI, p. 209). (Puebla 28).
Pido a los católicos, también a los hombres de buena voluntad, a preguntarse, en esta situación, como San A. Hurtado, ¿qué haría Cristo en mi lugar? y a actuar con compromiso consecuente.
Y en esto, tal como está la situación real de Chile, no sólo actuar con programas, contenidos y palabras, y tampoco esperando de políticos en distintos niveles de un Estado mermado y dañado en sus legítimos y democráticos fundamentos, sino a actuar en organizar y crear un Movimiento del Pueblo que se movilice hasta conseguir los cambios urgentes y necesarios.
El Evangelio no nos dice cómo resolver los caminos de la política contingente, pero nos dice que la política cristiana es aquella de la Virgen María:
"Derribará a los poderosos de su tronos y enaltecerá a los humildes. Colmará de bienes a los hambrientos y despedirá a los ricos con las manos vacías".
Y a veces, hemos hecho a los poderosos más poderosos y a los humildes más humildes, y a los pobres más pobres. Veámoslo, para reafirmar lo dicho, en el Magisterio de la Iglesia y, especialmente en Documento de Puebla:
"La opción preferencial por los pobres tiene como objetivo el anuncio de Cristo Salvador que los iluminará sobre su dignidad, los ayudará en sus esfuerzos de liberación de todas sus carencias y los llevará a la comunión con el Padre y los hermanos, mediante la vivencia de la pobreza evangélica. 'Jesucristo vino a compartir nuestra condición humana con sus sufrimientos, sus dificultades, su muerte. Antes de transformar la existencia cotidiana, Él supo hablar al corazón de los pobres, liberarlos del pecado, abrir sus ojos a un horizonte de luz y colmarlos de alegría y de esperanza. Lo mismo hace hoy Jesucristo. Está presente en vuestras Iglesias, en vuestras familias, en vuestros corazones' ". (Juan Pablo II, Alocución obreros de Monterrey 8. AAS LXXI, p. 244). (Puebla 1153).
"Esta opción, exigida por la realidad escandalosa de los desequilibrios económicos en América Latina debe llevar a establecer una convivencia humana digna y fraterna y a construir una sociedad justa y libre". (Puebla 1154).
"El cambio necesario de las estructuras sociales, políticas y económicas injustas no será verdadero y pleno si no va acompañado por el cambio de mentalidad personal y colectiva respecto al ideal de una vida humana digna y feliz que, a su vez dispone a la conversión". (Medellín, Justicia, 1.3; EN 30). (Puebla 1155).
"La exigencia evangélica de la pobreza, como solidaridad con el pobre y como rechazo de la situación en que vive la mayoría del continente, libra al pobre de ser individualista en su vida y de ser atraído y seducido por los falsos ideales de una sociedad de consumo. De la misma manera, el testimonio de una Iglesia pobre puede evangelizar a los ricos que tienen su corazón apegado a las riquezas, convirtiéndolos o liberándolos de esta esclavitud y de su egoísmo". (Puebla 1156).
"Para vivir y anunciar la exigencia de la pobreza cristiana, la Iglesia debe revisar sus estructuras y la vida de sus miembros, sobre todo de los agentes de pastoral, con miras a una conversión efectiva". (Puebla 1157).
"Esta conversión lleva consigo la exigencia de un estilo austero de vida y una total confianza en el Señor ya que en la acción evangelizadora la Iglesia contará más con el ser y el poder de Dios y de su gracia que con el "tener más" y el poder secular. Así, presentará una imagen auténticamente pobre, abierta a Dios y a al hermano, siempre disponible, donde los pobres tienen capacidad real de participación y son reconocidos en su valor". (Puebla 1158).
"Comprometidos con los pobres, condenamos como antievangélica la pobreza extrema que afecta a numerosísimos sectores de nuestro Continente". (Puebla 1159).
"Nos esforzamos por conocer y denunciar los mecanismos generadores de esta pobreza". (Puebla 1160).
"Reconociendo la solidaridad de otras Iglesias sumamos nuestros esfuerzos a los hombres de buena voluntad para desarraigar la pobreza y crear un mundo más justo y fraterno". (Puebla 1161).
"Apoyamos las aspiraciones de los obreros y campesinos que quieren ser tratados como hombres libres y responsables, llamados a participar en las decisiones que conciernen a su vida y a su futuro y animamos a todos a su propia superación". (Cfr. Juan Pablo II, Alocución Oaxaca; Alocución obreros de Monterrey. AAS LXXI, p. 242). (Puebla 1162).
"Defendemos su derecho fundamental a 'crear libremente organizaciones para defender y promover sus intereses y para contribuir responsablemente al bien común'. (Juan Pablo II, Alocución obreros de Monterrey, 3. AAS LXXI, p. 242). (Puebla 1163).
Estas páginas de los Documentos del Magisterio de la Iglesia tienen que salir de sus libros y encarnarse, como Cristo, en la vida de la gente. No hacerlo no nos daría ni consecuencia cristiana ni credibilidad de parte de los hombres y mujeres de nuestro mundo, especialmente del mundo de los pobres. En este tiempo de Cuaresma y conversión insto a mis hermanos miembros de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, a llevar a obras concretas lo que está escrito en su Magisterio. Y lo que no hace mucho Francisco I nos dijo: "Quiero una Iglesia pobre para los pobres". Y hablando en buen idioma chileno, estoy diciendo:"obras son amores y no buenas razones", no podemos ser el "Padre Gatica que predica y no practica".
En este contexto de Cuaresma, de "conversión y de creer y practicar el Evangelio", no podemos olvidar la difícil e injusta situación del pueblo mapuche: "MAPU" significa "Tierra" y "CHE" cuya significación es "Gente", de tal forma que "mapuche" significa "Gente de la Tierra". Y resulta que desde antaño los mapuches han sido despojados de sus tierras. Eso va contra la esencia misma de los mapuches. Existe un deuda histórica de Chile y su Estado con el pueblo mapuche, Y ésta debe ser saldada y pagada sin más demora. Hay un lenguaje mapuche, significativo para Chile. Es otra denominación correcta que también da nombre a este pueblo mapuche, es "CHILLCHE", palabra compuesta por los términos "CHILL" y "CHE" que significa gente de "CHILL"; y a su vez, la palabra "CHILL" significa tribu lejana, y que con mayor probabilidad es un vocablo que utilizaron por primera vez las tribus nortinas, en especial sus aborígenes, la cultura de los "chibchas".
Como se puede apreciar el nombre de "Chile" está idefectiblemente e indisolublemente ligado desde su origen con el pueblo mapuche.
¿Acaso Chile no es un país lejano y ubicado, cayendo último en el mapa geográfico?
Hay que devolverle al pueblo lo que es del pueblo. Hay que devolverle a los mapuches lo que es de los mapuches. Y esto hacerlo junto con la justicia y el bienestar,y la dignidad de personas humanas, hijos de Dios, que son los mapuches que sufren una explotación, una opresión y pobreza rayana en la miseria.
También hay que terminar con una ley antiterrorista que cae brutalmente sobre los mapuches, que tratan de organizarse, movilizarse y, que tienen el legítimo derecho de manifestar pacíficamente su discenso. Los Organismos Internacionales Jurídicos han determinado que esa ley antiterrorista no es procedente, es falsa jurídicamente, y por tanto improcedente. ¡No a ley antiterrorista contra el pueblo Mapuche!
Tengo un amor de pastor y de cristiano, hijo de la Iglesia, por el pueblo mapuche, que en 1993 me proclamó y me nombro "Lonko" con sus respectivas condecoraciones y distintivos, en una ceremonia emocionante y sensible para un sacerdote, porque ser "Lonko", en la estructuras sociales del pueblo mapuche donde no existían diferencias sociales, puesto que las relaciones sociales de producción eran colectivas; no habían antagonismos entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales, el "Lonko", digo, era el jefe de una reunión de familiares: "El Lov o Lof", que tenían ubicadas las rucas muy cerca unas de otras. Su jefe era el "Lonko", que en en lengua mapudungo significa:familia.
También a esta agrupación se le daba el nombre de "Totem" cuyo jefe servidor era el "Lonko".
"Tú hermano, origen de Chile,
más chileno que los chilenos,
lucha por tus derechos,
la tierra te pertenece". (De Sergio Ortega y René Rodríguez).
Amuaiñ peñi engu
ngúvén permealu taiñ mapu
Peñi, Ca Peñí!
(Canto mapuche anónimo).
Traducción:
Vamos, pues, hermano
a defender nuestra tierra,
hermano, oh, hermano.
"¡MARRICHIWEU!"
He terminado. Oro por mis lectores: que tengan una santa Cuaresma y que ésta los conduzca a su pascua en Cristo Jesús. Oren también por mí. ¡Unión de oraciones! Amén.
Pbro. Eugenio Pizarro Poblete+
P.S. Algunas Siglas:
AA: Decreto Apostolicam Actuositaten: Concilio Vaticano II.
AAS:Acta Apostolicae Sedis.
Med: Medellín.
PP. Populorum progressio: sobre La Necesidad De Promover El Desarrollo De Los Pueblos. (Pablo VI).
EN: Evangelii Nuntiandi:Exortación apostólica sobre la evangelización en el mundo contemporáneo.(Pablo VI.).
(Génesis 9,8-15; 1 Pedro 3,18-22; Marcos 1,22-15).
En este domingo, después del Miércoles de Cenizas, damos comienzo a la Cuaresma. Es una preparación a la Pascua, y como tal, es un tiempo de gracia porque las riquezas de la muerte de Cristo y su resurrección es un suceso de salvación; esas riquezas están distribuidas y entregadas a nosotros a través de la Cuaresma.
Por lo tanto Cuaresma es un tiempo de conversión: aunque la Gracia y total liberación del mal son un regalo, que no podemos tener sin vaciarnos a nosotros mismos de falsos valores y riquezas. Conversión, en el último sentido, es para liberarnos a nosotros de los valores falsos que nos esclavizan; así podemos crecer de acuerdo a los verdaderos valores concedidos por Cristo.
La Conversión más que liberarnos de los pecados, vicios, y de toda forma de egoísmo, debe ser llenarnos de esperanza y amor a Dios, sentido de justicia, compasión y generosidad. Y, como dos elementos contradictorios, no deben existir en el mismo lugar (un lugar no puede estar, al mismo tiempo frío y caliente), mientras más vivimos de acuerdo al Evangelio, menos vivimos de acuerdo al espíritu del mal (aunque el reverso también es verdad). Así, la conversión no es un compromiso "negativo", sino uno positivo y de creciente experiencia.
Ese es precisamente el mensaje del Evangelio de hoy, en las propias palabras de Jesús:
"Conviértanse y crean en el Evangelio"..
Esto es Cuaresma, la Gracia de la Pascua está a la mano. Hay que vivir de acuerdo al Evangelio y nuestras vidas serán reformadas, teniendo una verdadera conversión.
Recién celebramos, este reciente miércoles, la imposición de las Cenizas. Y en la imposición de Cenizas se le dijo a cada feligrés,signando la frente con cenizas en forma de cruz:"Conviértete y cree en el Evangelio". Son las palabras de Jesús en Evangelio de hoy: "Conviértanse y crean en el Evangelio".
Después que tomaron preso a Juan, y en seguida de que Jesús hizo su ayuno, oración y penitencia en el desierto, Él vuelve a la provincia de Galilea y comienza a predicar la Buena Nueva de Dios. Fija su residencia en Cafarnaún, pues es allí donde vivían los pescadores que forman el primer núcleo de sus discípulos.
Entonces Jesús vuelve a su patria junto con algunos seguidores de Juan, que pasan a ser sus discípulos. Desde Cafarnaún, donde vive de allegado en casa de Simón y Andrés; juntos a los pescadores del lago, empieza a predicar, y su palabra impacta a la gente porque actúa con el poder del Espíritu, es decir, que habla con mucha autoridad, y sus milagros confirman sus palabras.
¿Qué proclamaba Jesús?
"El plazo está vencido".
Finalizaba la larga espera del pueblo judío, con promesas de Dios siempre aplazadas. Jesús afirma que hoy empiezan tiempos nuevos.
"El Reino de Dios se ha acercado".
Ya no hay más espera porque está a la puerta. Pero ahora son ustedes y yo los que debemos dar el paso para entrar a este nuevo mundo en que Dios reina.
"Crean en la Buena Nueva".
Dios ha llegado a los hombres para reconciliarlos. No les trae mandatos: les pide que crean en sus palabras; que cambien su vida y su corazón: que tomen otro camino. Se trata de una renovación de toda su vida a partir de un cambio interior. El Evangelio irá mostrando que este cambio y conversión se debe a una conversión, a un descubrimiento de la misericordia de Dios y obra de su Espíritu en nosotros.
Detengámonos más en las palabras de Jesús:
"Conviértanse y crean en el Evangelio".
Pienso que sería suficiente, que los muchos cristianos que escucharon estas palabras en la imposición de las cenizas, las tomaran muy en serio, para que todos pudieran entrar con responsabilidad en el espíritu de la Cuaresma.
Sucede que muchos han hecho en sus vidas, una separación y división de las dos frases:
"Conviértanse" - "crean en el Evangelio", y han confundido todo lo referente a la "conversión" y al cristianismo mismo. Se ha predicado una "conversión" demasiado moralista, de evitar los pecados, de "cumplir" con Dios y con el prójimo. Y tal vez, no se ha tenido muy presente la segunda parte "y crean en el Evangelio" con toda su verdad y profundidad.
Creo que hay muchos católicos convertidos de la primera manera, pero no "creen en el Evangelio" en forma práctica.
Hay que entender, en forma radical, que el Evangelio no nos habla sólo de una conversión moral, personal, individualista, sino también de un "Reino Nuevo de relaciones nuevas", es decir, de una sociedad donde no exista injusticia: explotadores y explotados,los que tienen de todo y los que no tienen casi nada, los opresores y los oprimidos. Se trata de un Reino donde reine la fraternidad cristiana.
No hace mucho supe que se había abierto un nuevo Campamento con otro nombre en el mismo terreno del anterior "Peñoncito". Y para alegría mía supe que un sacerdote de la Parroquia estaba comprometido con ellos. Se me vino a mi mente evangélica: "Lo que haces con el poblador y pobre, conmigo lo haces". Ciertamente es un modo de responder a Jesús cuaresmal. Que sean muchos los feligreses del P. Manuel que lo sigan en este compromiso.
He trabajado pastoralmente en otros Campamentos y en el contacto con los pobladores sin vivienda, me he dado cuenta de la omisión y ausencia de las iglesias locales. Creo que éstas comprenden católicos de una sola "conversión moral" y no de un "creer en el Evangelio", de una "conversión al Evangelio del Reino".
En los Campamentos se ha hecho palpable la injusticia y el "pecado social". Es Jesús que está en los explotados, oprimidos, en los pobres: ¡El pobre es Cristo! (San A. Hurtado).
Aquí hay un desafío, para la Iglesia: de una verdadera "conversión creyendo en el Evangelio".
Se hace palpable la necesidad de una sociedad justa y fraterna, de un "Reino de relaciones humanas nuevas".
Se hace urgente una sociedad donde reine la fraternidad cristiana, donde se haga notoria la conversión, unida a una fe cristiana práctica, de creencia más profunda y radical al Evangelio.
No hay que olvidar que "la fe sin obras es fe muerta".
No hay conversión si no hay obras y un compromiso evangélico de los católicos con esos hermanos pobres, sin viviendas, en Campamentos y "tomas de terrenos". Y por esto vamos a ser juzgados por Dios. (Cfr. Mateo 25).
Y ante la injusticia reinante en Chile contra los más pobres, marginados, sin acceso a los derechos fundamentales de toda persona humana, y queriendo llamar a la conversión, aceptando todos el Evangelio de Jesús en la práctica, hago una cita de le Escritura Sagrada:
"Este es el ayuno que Yo amo - oráculo del Señor - : soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia, y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y Él dirá: ¡Aquí estoy!". (Isaías 58,6-9).
Pienso, que en el Chile actual, hay cristianos que viven como en una niebla espesa y continua. No tienen un verdadero "sentido del pobre", y si lo tienen no ponen los medios para ver y encontrar al pobre real y concreto. Es necesario, para ayudar y amar al pobre, tener un contacto real y personal con él. Muchas veces se sabe del pobre y se predica en favor de él, pero no se pone en práctica acciones para encontrarse con el pobre concreto: no se produce una aproximación como el Buen Samaritano: no se hace prójimo del pobre.
También tengo que reconocer que hay cristianos que quieren hacer algo por el pobre y no saben cómo hacerlo. También viven en una niebla o nebulosa.
Y, ¿por qué no decirlo?: Hay cristianos y católicos que miran con reserva al hombre de Iglesia que convive con los pobres y trabaja por la liberación de ellos, haciéndose pobre con ellos, incluso, hay hermanos de Iglesia, que le ponen obstáculos, lo marginan y lo pasan marcando con críticas, que no van al fondo del problema pastoral de ellos: de no vivir la opción pastoral por los pobres, sino que se quedan en rigorismos, leyes eclesiásticas, celos y envidias, que en el Evangelio son absurdas y farisaicas. No son una Iglesia "en salida" como nos pide el Papa Francisco.
Tal vez, también, hay católicos que han apuntado sobre ciertos valores que llamamos "espirituales" pero sin llegar a "creer en el Evangelio", éstos tienen responsabilidad de la miseria y pobreza de sus hermanos. Porque consciente o inconscientemente han colaborado en las desigualdades e injusticias de las sociedad de nuestro país, y han caído en la tentación de enriquecerse sin tener en cuenta a los pobres, y los derechos fundamentales de aquellos a quienes Jesús privilegió particularmente, los pequeños, los últimos, los marginados.
"El compromiso evangélico de la Iglesia, como lo ha dicho el Papa, debe ser como el de Cristo: un compromiso con los más necesitados (Cfr. Lc. 4, 18-21; Discurso inaugural III,3). La Iglesia debe mirar por consiguiente, a Cristo cuando se pregunta cuál ha de ser su acción evangelizadora. El Hijo de Dios demostró la grandeza de ese compromiso al hacerse hombre, pues se identificó con los hombres haciéndose uno de ellos, solidario y asumiendo la situación en que se encuentran, en su nacimiento, en su vida y, sobre todo, en su Pasión y muerte donde llegó a la máxima expresión de la pobreza". (Cfr. Flp.2, 5-8; LG 8; EN 30; Medellín, Justicia 1, 3). (Puebla 1141).
Esta cita de Puebla habla de mirar a Cristo cuando se pregunta cuál ha de ser su acción evangelizadora y posteriormente demostrar su grandeza con un compromiso que lo hace identificarse con los hombres haciéndose solidario con ellos ante su situación.
Este es el camino de todo hombre o mujer que se "convierte y cree en el Evangelio". Y esto ante cualquier situación reñida con Evangelio de Jesús.
Un católico tiene el derecho y deber de comprometerse ante un Chile con una situación política de ilegitimidad institucional, con un imperioso cambio del rol del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial; con una Constitución no democrática, que fue todo un fraude y que sustenta un sistema económico neo liberal: "capitalismo salvaje", que hace el "pecado social" haciendo las desigualdades escandalosas entre pobres y ricos, prácticamente, propiciando un atentado contra la vida de grandes sectores de chilenos, es decir, propiciando un aborto social, una muerte civil, creo que hay llamar a los laicos y políticos católicos, que desde su rol y campo específico, actúen con conciencia cristiana:
"Vemos a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas. Esto es contrario al plan del Creador y al honor que se le debe. En esta angustia y dolor, la Iglesia discierne una situación de pecado social, de gravedad tanto mayor por darse en países que se llaman católicos y que tienen la capacidad de cambiar: que se le quiten barreras de explotación... contra las que se estrellan sus mejores esfuerzos de promoción". (Juan Pablo II, Disc, inaugural III,2 AAS LXXI, p. 199.) (PP 3). (Juan Pablo II, Oaxaca 5. AAS LXXI, p. 209). (Puebla 28).
Pido a los católicos, también a los hombres de buena voluntad, a preguntarse, en esta situación, como San A. Hurtado, ¿qué haría Cristo en mi lugar? y a actuar con compromiso consecuente.
Y en esto, tal como está la situación real de Chile, no sólo actuar con programas, contenidos y palabras, y tampoco esperando de políticos en distintos niveles de un Estado mermado y dañado en sus legítimos y democráticos fundamentos, sino a actuar en organizar y crear un Movimiento del Pueblo que se movilice hasta conseguir los cambios urgentes y necesarios.
El Evangelio no nos dice cómo resolver los caminos de la política contingente, pero nos dice que la política cristiana es aquella de la Virgen María:
"Derribará a los poderosos de su tronos y enaltecerá a los humildes. Colmará de bienes a los hambrientos y despedirá a los ricos con las manos vacías".
Y a veces, hemos hecho a los poderosos más poderosos y a los humildes más humildes, y a los pobres más pobres. Veámoslo, para reafirmar lo dicho, en el Magisterio de la Iglesia y, especialmente en Documento de Puebla:
"La opción preferencial por los pobres tiene como objetivo el anuncio de Cristo Salvador que los iluminará sobre su dignidad, los ayudará en sus esfuerzos de liberación de todas sus carencias y los llevará a la comunión con el Padre y los hermanos, mediante la vivencia de la pobreza evangélica. 'Jesucristo vino a compartir nuestra condición humana con sus sufrimientos, sus dificultades, su muerte. Antes de transformar la existencia cotidiana, Él supo hablar al corazón de los pobres, liberarlos del pecado, abrir sus ojos a un horizonte de luz y colmarlos de alegría y de esperanza. Lo mismo hace hoy Jesucristo. Está presente en vuestras Iglesias, en vuestras familias, en vuestros corazones' ". (Juan Pablo II, Alocución obreros de Monterrey 8. AAS LXXI, p. 244). (Puebla 1153).
"Esta opción, exigida por la realidad escandalosa de los desequilibrios económicos en América Latina debe llevar a establecer una convivencia humana digna y fraterna y a construir una sociedad justa y libre". (Puebla 1154).
"El cambio necesario de las estructuras sociales, políticas y económicas injustas no será verdadero y pleno si no va acompañado por el cambio de mentalidad personal y colectiva respecto al ideal de una vida humana digna y feliz que, a su vez dispone a la conversión". (Medellín, Justicia, 1.3; EN 30). (Puebla 1155).
"La exigencia evangélica de la pobreza, como solidaridad con el pobre y como rechazo de la situación en que vive la mayoría del continente, libra al pobre de ser individualista en su vida y de ser atraído y seducido por los falsos ideales de una sociedad de consumo. De la misma manera, el testimonio de una Iglesia pobre puede evangelizar a los ricos que tienen su corazón apegado a las riquezas, convirtiéndolos o liberándolos de esta esclavitud y de su egoísmo". (Puebla 1156).
"Para vivir y anunciar la exigencia de la pobreza cristiana, la Iglesia debe revisar sus estructuras y la vida de sus miembros, sobre todo de los agentes de pastoral, con miras a una conversión efectiva". (Puebla 1157).
"Esta conversión lleva consigo la exigencia de un estilo austero de vida y una total confianza en el Señor ya que en la acción evangelizadora la Iglesia contará más con el ser y el poder de Dios y de su gracia que con el "tener más" y el poder secular. Así, presentará una imagen auténticamente pobre, abierta a Dios y a al hermano, siempre disponible, donde los pobres tienen capacidad real de participación y son reconocidos en su valor". (Puebla 1158).
"Comprometidos con los pobres, condenamos como antievangélica la pobreza extrema que afecta a numerosísimos sectores de nuestro Continente". (Puebla 1159).
"Nos esforzamos por conocer y denunciar los mecanismos generadores de esta pobreza". (Puebla 1160).
"Reconociendo la solidaridad de otras Iglesias sumamos nuestros esfuerzos a los hombres de buena voluntad para desarraigar la pobreza y crear un mundo más justo y fraterno". (Puebla 1161).
"Apoyamos las aspiraciones de los obreros y campesinos que quieren ser tratados como hombres libres y responsables, llamados a participar en las decisiones que conciernen a su vida y a su futuro y animamos a todos a su propia superación". (Cfr. Juan Pablo II, Alocución Oaxaca; Alocución obreros de Monterrey. AAS LXXI, p. 242). (Puebla 1162).
"Defendemos su derecho fundamental a 'crear libremente organizaciones para defender y promover sus intereses y para contribuir responsablemente al bien común'. (Juan Pablo II, Alocución obreros de Monterrey, 3. AAS LXXI, p. 242). (Puebla 1163).
Estas páginas de los Documentos del Magisterio de la Iglesia tienen que salir de sus libros y encarnarse, como Cristo, en la vida de la gente. No hacerlo no nos daría ni consecuencia cristiana ni credibilidad de parte de los hombres y mujeres de nuestro mundo, especialmente del mundo de los pobres. En este tiempo de Cuaresma y conversión insto a mis hermanos miembros de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, a llevar a obras concretas lo que está escrito en su Magisterio. Y lo que no hace mucho Francisco I nos dijo: "Quiero una Iglesia pobre para los pobres". Y hablando en buen idioma chileno, estoy diciendo:"obras son amores y no buenas razones", no podemos ser el "Padre Gatica que predica y no practica".
En este contexto de Cuaresma, de "conversión y de creer y practicar el Evangelio", no podemos olvidar la difícil e injusta situación del pueblo mapuche: "MAPU" significa "Tierra" y "CHE" cuya significación es "Gente", de tal forma que "mapuche" significa "Gente de la Tierra". Y resulta que desde antaño los mapuches han sido despojados de sus tierras. Eso va contra la esencia misma de los mapuches. Existe un deuda histórica de Chile y su Estado con el pueblo mapuche, Y ésta debe ser saldada y pagada sin más demora. Hay un lenguaje mapuche, significativo para Chile. Es otra denominación correcta que también da nombre a este pueblo mapuche, es "CHILLCHE", palabra compuesta por los términos "CHILL" y "CHE" que significa gente de "CHILL"; y a su vez, la palabra "CHILL" significa tribu lejana, y que con mayor probabilidad es un vocablo que utilizaron por primera vez las tribus nortinas, en especial sus aborígenes, la cultura de los "chibchas".
Como se puede apreciar el nombre de "Chile" está idefectiblemente e indisolublemente ligado desde su origen con el pueblo mapuche.
¿Acaso Chile no es un país lejano y ubicado, cayendo último en el mapa geográfico?
Hay que devolverle al pueblo lo que es del pueblo. Hay que devolverle a los mapuches lo que es de los mapuches. Y esto hacerlo junto con la justicia y el bienestar,y la dignidad de personas humanas, hijos de Dios, que son los mapuches que sufren una explotación, una opresión y pobreza rayana en la miseria.
También hay que terminar con una ley antiterrorista que cae brutalmente sobre los mapuches, que tratan de organizarse, movilizarse y, que tienen el legítimo derecho de manifestar pacíficamente su discenso. Los Organismos Internacionales Jurídicos han determinado que esa ley antiterrorista no es procedente, es falsa jurídicamente, y por tanto improcedente. ¡No a ley antiterrorista contra el pueblo Mapuche!
Tengo un amor de pastor y de cristiano, hijo de la Iglesia, por el pueblo mapuche, que en 1993 me proclamó y me nombro "Lonko" con sus respectivas condecoraciones y distintivos, en una ceremonia emocionante y sensible para un sacerdote, porque ser "Lonko", en la estructuras sociales del pueblo mapuche donde no existían diferencias sociales, puesto que las relaciones sociales de producción eran colectivas; no habían antagonismos entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales, el "Lonko", digo, era el jefe de una reunión de familiares: "El Lov o Lof", que tenían ubicadas las rucas muy cerca unas de otras. Su jefe era el "Lonko", que en en lengua mapudungo significa:familia.
También a esta agrupación se le daba el nombre de "Totem" cuyo jefe servidor era el "Lonko".
"Tú hermano, origen de Chile,
más chileno que los chilenos,
lucha por tus derechos,
la tierra te pertenece". (De Sergio Ortega y René Rodríguez).
Amuaiñ peñi engu
ngúvén permealu taiñ mapu
Peñi, Ca Peñí!
(Canto mapuche anónimo).
Traducción:
Vamos, pues, hermano
a defender nuestra tierra,
hermano, oh, hermano.
"¡MARRICHIWEU!"
He terminado. Oro por mis lectores: que tengan una santa Cuaresma y que ésta los conduzca a su pascua en Cristo Jesús. Oren también por mí. ¡Unión de oraciones! Amén.
Pbro. Eugenio Pizarro Poblete+
P.S. Algunas Siglas:
AA: Decreto Apostolicam Actuositaten: Concilio Vaticano II.
AAS:Acta Apostolicae Sedis.
Med: Medellín.
PP. Populorum progressio: sobre La Necesidad De Promover El Desarrollo De Los Pueblos. (Pablo VI).
EN: Evangelii Nuntiandi:Exortación apostólica sobre la evangelización en el mundo contemporáneo.(Pablo VI.).