Cañizares vela a Ratzinger, junto a miles de fieles que esperan horas en la Plaza de San Pedro Benedicto XVI será enterrado en la antigua tumba de Juan Pablo II, tras el funeral del que quedan aspectos litúrgicos por conocer

Desde que abriera esta mañana, a las 9:30 horas, miles de personas (en un fila que da la vuelta a la Plaza de San Pedro) van desfilando en silencio ante los restos mortales de Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años de edad, expuestos en un catafalco de tela dorada a los pies del altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.

La procesión de fieles y curiosos es conducida por un recorrido acordonado y vigilado por un gendarme que repite, con cierto aire extenuado, "continúen caminando, por favor", consciente de que hay demasiada gente para los tres días de capilla ardiente previstos, puesto que el jueves, 5 de enero, el papa Francisco presidirá los funerales por el Papa emérito.

El cardenal Cañizares vela al Papa emérito

Entre las personas que también velan al Papa emérito se encuentra algunas monjas y antiguos jerarcas de su Curia, como el cardenal español Antonio Cañizares, sentado con su solideo rojo y bastón en mano, o el purpurado Camillo Ruini, que reza en un conmovedor silencio encogido en su silla de ruedas.

Mientras, algunos operarios preparan la Plaza de San Pedro, decorada para la Navidad, para el funeral, presidido por Francisco, y ante la presencia de delegaciones oficiales de Italia y Alemania, su país natal. Será un rito solemne, tratándose de un Papa que quiso seguir vistiendo de blanco incluso tras su renuncia, pero también sobrio por expreso deseo suyo.

Tal y como se había especulado, Josep Ratzinger será enterrado en la tumba que ocupó Juan Pablo II en la cripta dedicada a los pontífices bajo la basílica de San Pedro, según confirmó hoy el portavoz vaticano, Matteo Bruni.

Bruni explicó que Benedicto XVI había dejado dicho su deseo de ser enterrado en ese lugar de las grutas vaticanas ocupado por los restos de Juan Pablo II hasta mayo de 2011, cuando el ataúd fue de nuevo expuesto en la basílica de San Pedro tras ser beatificado por el Papa alemán. 

La que será la tumba del pontífice emérito perteneció asimismo al también santo papa Juan XXIII y se encuentra a pocos metros de la de San Pedro y ante las sepulturas de dos reinas, Cristina de Suecia y Carlota de Chipre. 

Benedicto XVI también tendrá, como ocurrió con Juan Pablo II, una sencilla lápida de mármol blanco con la inscripción de los años de su pontificado en latín. El entierro ocurrirá justo después del funeral que celebrará el papa Francisco a las 9.30 horas en la plaza de San Pedro.

Solo dos delegaciones nacionales: Italia y Alemania

Bruni especificó que solo asistirán dos delegaciones nacionales (Italia y Amelania), en tanto que el resto de participantes lo hará de manera voluntaria, pues no hay invitaciones por parte del Vaticano dado que Benedicto XVI dejó de ser Jefe de la Iglesia católica y del Estado Vaticano tras su renuncia en febrero de 2013.

Quedan por definir algunos detalles de la liturgia del funeral, ya que no se tratará de las exequias de un papa reinante, al ser Benedicto XVI el primer pontífice en renunciar desde tiempos de Gregorio XII, hace seis siglos. 

Por ejemplo, no se ha dado a conocer si, como manda la tradición, el cuerpo del papa será acogido por tres féretros: uno de ciprés forrado de terciopelo carmesí y encajado en otro de plomo de cuatro milímetros de espesor, a su vez encajado en otro de madera de olmo.