"Es falsa", sostiene Carey, aunque admite que la firma es suya Una carta firmada por el ex arzobispo de Canterbury vuelve a reactivar la 'pista londinense' sobre la desaparición de Emanuela Orlandi
"Estimada Eminencia, después de saber que estará aquí en Londres durante unos días, me siento obligado a pedirle que me visite en los próximos días para discutir personalmente la situación de Emanuela Orlandi de la que tengo conocimiento. Después de años de correspondencia escrita, creo que es oportuno tratar en persona un asunto tan importante. Reciba un cordial saludo"
¿Es auténtica la carta, que autentificaría otras informaciones de Fittipaldi hablando de gastos ordenados desde la APSA para la manutención y gastos de la joven durante su estancia en la capital británica? Una información que, en su día, Roma tildó de "falsa y ridícula", pero que contaría con 197 páginas de facturas y extractos bancarios
"Estimada Eminencia, después de saber que estará aquí en Londres durante unos días, me siento obligado a pedirle que me visite en los próximos días para discutir personalmente la situación de Emanuela Orlandi de la que tengo conocimiento. Después de años de correspondencia escrita, creo que es oportuno tratar en persona un asunto tan importante. Reciba un cordial saludo". Este es el contenido de la supuesta carta que el ex arzobispo de Canterbury, George Carey, escribió en febrero de 1993 al cardenal Poletti, entonces arcipreste de Santa María la Mayor, y que hoy publican Emiliano Fittipaldi y Emmanuele Midolo en Domani.
Una carta que el hermano de Emanuela, Pietro, entregó a los investigadores vaticanos, y cuya autenticidad cuestiona el propio Carey. Con todo, el caso toma un nuevo cariz, al involucrar también a responsables de la Iglesia anglicana en la desaparición y ¿traslado forzoso? de Orlandi a Londres. La "pista londinense" de la que tanto se habla y que, hasta ahora, no era más que un mito sin prueba alguna.
La misiva de Carey concluye solicitando a Polettí que le haga saber "si necesita un traductor personal o si traerá uno con usted. Espero su respuesta en los próximos días". ¿Es auténtica la carta, que autentificaría otras informaciones de Fittipaldi hablando de gastos ordenados desde la APSA para la manutención y gastos de la joven durante su estancia en la capital británica? Una información que, en su día, Roma tildó de "falsa y ridícula", pero que contaría con 197 páginas de facturas y extractos bancarios.
La carta, añade Domani, fue entregada por Pietro Orlandi al promotor de justicia vaticano, Alessandro Diddi, encargado -por orden de Francisco- de reabrir la causa de la desaparición de la joven en el Vaticano, cuarenta años después. Cuestionado sobre el particular, la oficina del ex arzobispo de Canterbury sostiene que Carey "no sabe nada" del 'caso Orlandi', y asegura que la carta no es auténtica, al estar escrita en un papel sin el encabezamiento correcto, con "errores sintácticos y gramaticales" que no casan con la pulcritud de la correspondencia del Palacio de Lambeth.
Sin embargo, Carey sí reconoce que la firma "parece auténtica", y sugieren que se trata de una falsificación bien elaborada que habría sido enviada, por correo electrónico, a Pietro Orlandi. El Vaticano, por su parte, también sostiene la tesis de la falsificación. ¿Una nueva pista falsa? En caso de ser así, se cuestiona Domani ¿a quién beneficia? "¿Cui prodest? ¿Quién tendría interés en realizar una nueva falsificación (que serviría para validar la pista inglesa ya definida como patacca por el Vaticano) y enviarla a la familia cuarenta años después de la desaparición de Emanuela?", apunta la publicación.
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