Carta del obispo auxiliar de Roma, Daniele Libanori, donde critica los "silencios arrogantes" La Compañía de Jesús, ‘tocada’ por el caso Rupnik: el jesuita que investigó las denuncias exige “responsabilidades” a los superiores
Daniele Libanori, el jesuita que investigó los hechos y redactó el informe que envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, solicita a los superiores de la Compañía de Jesús reconocer sus responsabilidades y pedir perdón públicamente
Libanori reconoce su “esfuerzo por acallar los sentimientos que me embargan ante testimonios estremecedores, provocados por silencios arrogantes, que exponen ante el mundo la podredumbre de la que están impregnadas ciertas escuelas espirituales"
Zollner, en Ecclesia: “Me afecta mucho darme cuenta de que la falta de transparencia y de coherencia existe no solo fuera, sino también dentro de la Compañía de Jesús, a la que pertenezco"
Zollner, en Ecclesia: “Me afecta mucho darme cuenta de que la falta de transparencia y de coherencia existe no solo fuera, sino también dentro de la Compañía de Jesús, a la que pertenezco"
Nuevo capítulo en el caso Rupnik, el escándalo por la gestión en las denuncias de abusos al famoso jesuita esloveno, excomulgado y a quien le fue levantada esa pena en el mismo mes: Daniele Libanori, el jesuita que investigó los hechos y redactó el informe que envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, solicita a los superiores de la Compañía de Jesús reconocer sus responsabilidades y pedir perdón públicamente.
“Tenemos el deber de hacer un serio examen de conciencia y, quienes saben que tienen responsabilidades, deben reconocerlas y pedir humildemente perdón al mundo por el escándalo", escribe Libanori en una carta dirigida a los sacerdotes que tiene a su cargo como obispo auxiliar de Roma que también es.
"Se coherentes también en este caso"
"La Iglesia, especialmente en los últimos años, ha condenado los abusos con el máximo rigor. Se espera que sea coherente con su propia enseñanza también en este caso”, añade el jesuita en su carta, dada a conocer por la Reppublica.
"Parece que las noticias divulgadas en los periódicos se corresponden con la verdad, ya que los Superiores de la Compañía han admitido la existencia de medidas cautelares contra él en relación con esos hechos", reconoce el auxiliar del cardenal vicario Angelo De Donatis.
Supuestas complicidades
"A raíz de esto, se desató la búsqueda de complicidades en los encubrimientos de los que supuestamente disfrutó el padre Rupnik. Se mencionaron nombres importantes y, como siempre ocurre ante noticias graves, la actitud hacia los supuestos protectores es severa o abiertamente acusadora", prosigue.
Acto seguido, Libanori reconoce su “esfuerzo por acallar los sentimientos que me embargan ante testimonios estremecedores, provocados por silencios arrogantes, que exponen ante el mundo la podredumbre de la que están impregnadas ciertas escuelas espirituales".
También el jesuita Hans Zollner, presidente del Centro de Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana, ha salido al paso de esta situación que ha comprometido la credibilidad de la Compañía, asegurando, en declaraciones a Ecclesia, que “me afecta mucho darme cuenta de que la falta de transparencia y de coherencia existe no solo fuera, sino también dentro de la Compañía de Jesús, a la que pertenezco. Solo puedo especular sobre las razones internas y externas que le han llevado a actuar así”.
El mea culpa de Zollner
“La forma en que se ha gestionado el caso Rupnik desde los años 90 es tan grave que es necesario extraer lecciones y conclusiones apropiadas para el futuro”, asegura el especialista, que también entona el mea culpa, puesto que la denuncia de una víctima de Rupnik le había sido enviada a él también por carta.-
“Como muchas víctimas de abusos en todo el mundo saben, siempre respondo a las comunicaciones que se me hacen personalmente, aunque en mi posición y ante las demandas que llegan a diario, a menudo no puedo hacer otra cosa que dar acuse de recibo, escuchar en la medida de lo posible y redirigirlo a las autoridades competentes. Pero este caso me demuestra que debo ser aún más atento y sensible”, admite Zollner.
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