En Torvaianica, dirigidos por Krajewski, para atender a las personas necesitadas del barrio El Dispensario de la Misericordia del Vaticano establece visitas gratuitas en las periferias de Roma
Un equipo de especialistas y enfermeros, dirigidos por el limosnero Krajewski, en la parroquia de la Beata Virgen Inmaculada para atender a ancianos, familias en dificultad, transexuales, discapacitados y necesitados de la zona
Una iniciativa con vistas a la Jornada Mundial de los Pobres del próximo domingo 17 de noviembre. El Cardenal: "Santificamos este día ayudando al prójimo"
El párroco Conocchia: esta gente siente así el amor de Dios y de la Iglesia
El párroco Conocchia: esta gente siente así el amor de Dios y de la Iglesia
(Vatican News).-En Torvaianica, uno de los suburbios más periféricos de Roma, han comenzado hoy las «celebraciones» de la Jornada Mundial de los Pobres del próximo domingo 17 de noviembre. En la parroquia de la Beata Virgen Inmaculada, un equipo de ocho médicos y enfermeros ha llegado esta mañana a bordo de una furgoneta camper del Ambulatorio Sanitario 'Madre de Misericordia', polo caritativo activo desde 2015 bajo la columnata de San Pedro, para ofrecer exámenes y tratamientos gratuitos a las personas necesitadas del barrio.
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Ancianos, discapacitados, familias en dificultad, personas sin hogar, personas que frecuentan el comedor de los Padres orionitas de Anzio y, por supuesto, el grupo de transexuales que son atendidos diariamente por el párroco, padre Andrea Conocchia y que también se han encontrado varias veces con el Papa en la audiencia general de los miércoles, y también en el almuerzo de la Jornada Mundial de los Pobres.
Cuidar el cuerpo y cuidar el alma
Algunos acudieron al otorrino, otros al cardiólogo o al dermatólogo, todos ellos -incluso personas de parroquias de zonas vecinas como Ardea y Pomezia- pudieron aprovechar los exámenes especializados gratuitos que el personal médico puso a su disposición en los salones parroquiales o en el patio de la iglesia, con el apoyo de los voluntarios de Cáritas o del centro de escucha o también de los grupos de scouts de las parroquias vecinas. «Si encontramos casos particulares, les pedimos que vengan a la plaza de San Pedro para hacer exámenes específicos», explica a los medios vaticanos el cardenal Konrad Krajewski, limosnero papal y “capitán” de esta nueva misión dominical. También él salió al campo en Torvaianica: mientras los médicos realizaban visitas, él confesaba en la parroquia. «Ellos se ocupan del cuerpo, yo me ocupo del alma», dice sonriendo, «siempre nos dividimos así... Me pongo a disposición para la confesión».
Entre 30 y 40 personas han utilizado hoy los distintos servicios. Números similares a los del Ambulatorio bajo la columnata, donde cada día se reciben hasta 70 personas entre los sin techo o refugiados que merodean por la zona de San Pedro.
Comienza la 'Semana' de los Pobres
Son las mismas personas que han participado en años anteriores y que también participarán este año en el tradicional almuerzo con el Papa por la Jornada de los Pobres, que se celebrará inmediatamente después de la misa en la basílica vaticana. «Unos cincuenta de los invitados vendrán de aquí mismo, de Torvaianica», explica Krajewski. Y añade: «Podemos decir que a partir de hoy comienza la Semana de los Pobres... El primer mandamiento es amar a Dios y amar al prójimo, y los médicos han venido aquí para santificar este día ayudando al prójimo».
Solidaridad durante la pandemia
Torvaianica, estación balnearia de la costa romana, en la diócesis de Albano, es una zona muy conocida por la Limosneria Apostólica - Dicasterio para la Caridad. Desde 2020, de hecho, el cardenal Krajewski y sus voluntarios asisten a los pobres que llaman a la puerta de la Virgen Inmaculada. Fueron ellos mismos, por idea del padre Conocchia, quienes se pusieron en contacto con el cardenal limosnero cuando, en plena pandemia del Covid-19, se quedaron sin dinero y sin asistencia. Inmediatamente se envió a Torvaianica una ambulancia puesta a disposición por la Gobernación, en la que médicos y enfermeras administraron vacunas contra la gripe e hisopos rápidos a transeúntes y personas sin hogar. «Una experiencia de 'hospital de campaña eclesiástico'», comentó entonces el párroco.
Un servicio en nombre del Papa
Una experiencia que, desde hace cuatro años, la Limosnería Apostólica repite cada mes en distintos puntos de Roma. «Hacemos este servicio en nombre del Santo Padre -dice Krajewski-, la gente de la calle necesita nuestra presencia».
«Esta gran, gran caridad que el Papa dirige y orienta de manera concreta, a través de la Limosnería, a las familias y a las personas de la comunidad parroquial hace que estas personas sientan el amor del Señor y el amor de la Iglesia», comenta el párroco P. Andrea a los medios vaticanos. Ahora existe una relación, un conocimiento, un acompañamiento y un cuidado real, eficaz y sano. Es un gran testimonio evangélico y eclesial. También, diría, una hermosa caricia de la Iglesia».