El Papa interviene en un encuentro con ministros de Finanzas de los países industrializados Francisco exige a los líderes del mundo un "plan común" para combatir el cambio climático "antes de que sea demasiado tarde"
"Ustedes están aquí para ayudar a detener una crisis que está llevando al mundo hacia el desastre"
"Pongamos fin a la dependencia global de los combustibles fósiles, utilicemos recursos renovables como el viento, el sol y el agua"
Desde el comienzo, al grano: “Ustedes están aquí hoy para reflexionar sobre cómo remediar esta profunda crisis causada por una confusión de nuestras cuentas morales con nuestras cuentas financieras. Ustedes están aquí para ayudar a detener una crisis que está llevando al mundo hacia el desastre”.
Aunque no estaba previsto, el Papa decidió acudir a la cumbre que reúne a ministros de Economía y Finanzas de todo el mundo en la Casina Pío V, a quienes exigió acordar “un plan común” para combatir los estragos del cambio climático “antes de que sea demasiado tarde”. Entre ellos, la española Nadia Calviño.
En sus palabras, Francisco defendió los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en la Cumbre del Clima de París y que ahora Donald Trump quiere enviar a la papelera. “Es su responsabilidad, como líderes financieros de sus naciones, perseguir y estimular acciones dirigidas a lograr los objetivos que sus gobiernos han adoptado hace cuatro años para el bien de la humanidad, hoy y en el futuro”.
El Papa interviene en el debate sobre #DesarrolloSostenible que se celebra en la @CasinaPioIV en el Vaticano, donde participa @NadiaCalvino.@Pontifex_es ha pedido a los ministros de Finanzas que trabajen con científicos y ciudadanos para lograr los #ODS.#CambioClimáticopic.twitter.com/1NE2FgnJ67
— Ministerio de Economía y Empresa (@_minecogob) 27 de mayo de 2019
“Esta es una empresa fundamental. Debemos lograr lo que hemos acordado, porque la supervivencia y el bienestar del mundo dependen de ello”, insistió Francisco, quien admitió que “las señales no son buenas”, especialmente en lo relativo al consumo de combustibles fósiles o el descenso en la inversión en energías renovables.
“Seguimos caminando por caminos viejos porque estamos atrapados por nuestra mala contabilidad y la corrupción de los intereses creados”, lamentó Bergoglio, quien advirtió que “seguimos considerando una ganancia aquello que amenaza nuestra propia supervivencia”.
Consecuencias globales
“Las consecuencias de la inacción global son sorprendentes”, indicó el Papa, señalando varios ejemplos, desde las olas de calor a las sequías, pasando por incendios, inundaciones “y otros fenómenos meteorológicos extremos”. “Son sólo una advertencia severa de algo mucho peor que podría estar a punto de llegar, a menos que se tomen medidas urgentemente”.
“Debemos actuar con decisión para acabar con las emisiones de gases de efecto invernadero, como muy tarde a mediados de siglo. Y hacer mucho más”
, reclamó Francisco, apuntando que “las concentraciones de dióxido de carbono deben disminuir significativamente para garantizar la seguridad de nuestro hogar común” y se debe mejorar la eficiencia energética.
“Apreciemos lo que es importante, pongamos fin a la dependencia global de los combustibles fósiles, utilicemos recursos renovables como el viento, el sol y el agua. Y, sobre todo, actuemos con prudencia y responsabilidad para promover la dignidad humana, ayudar a los pobres y liberarnos de la idolatría del dinero que crea tanto sufrimiento”.
El tiempo se acaba
“Ustedes son los gerentes de finanzas de sus países, llevan los libros de contabilidad en nombre de sus respectivos gobiernos”, dijo el Papa, dirigiéndose a los responsables económicos de los países industrializados. “Estamos hablando de una cuestión de cálculo: el de salvar a nuestro mundo de la indiferencia y la idolatría del dinero”.
“Espero que, como administradores de las finanzas del mundo, acuerden un plan común, que esté en armonía con el clima y, sobre todo, con la ética de la dignidad humana”, reclamó Francisco, instando a seguir los consejos de científicos y técnicos para lograr cumplir con el Acuerdo de París. “Debemos corregir nuestro camino antes de que sea demasiado tarde. El tiempo es esencial”, concluyó.