La figura y el pensamiento de Benedicto XVI, en la Feria del Libro de Turín Lombardi: "Benedicto XVI quiso acercar la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo a Dios"
El presidente de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger, que fue director de la Oficina de Prensa del Vaticano, intervino el 19 de mayo en la Feria del Libro de Turín, en un acto en memoria del Papa fallecido el 31 de diciembre de 2022
"El suyo fue un pontificado en gran parte magisterial, es decir, de enseñanza y diálogo, pero también un pontificado de gran intensidad pastoral, de amor a la Iglesia y de testimonio de la vitalidad de la Iglesia"
"Un diálogo con la cultura del mundo actual, con una gran confianza en la razón como camino para este diálogo. Una razón que él definió como abierta a la teología, a la filosofía y al diálogo entre las diversas disciplinas"
"Un diálogo con la cultura del mundo actual, con una gran confianza en la razón como camino para este diálogo. Una razón que él definió como abierta a la teología, a la filosofía y al diálogo entre las diversas disciplinas"
| Stefanie Stahlhofen
(Vatican News).-La figura y el pensamiento de Benedicto XVI fueron objeto de un encuentro de alto nivel el 19 de mayo, en la Feria del Libro de Turín, donde Libreria Editrice Vaticana está presente con un stand propio. El padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Joseph Ratzinger y que fuera director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede durante el pontificado de Benedicto XVI, intervino en el acto con un discurso titulado "Dios es siempre luz y misterio: la herencia de Benedicto XVI".
-Padre Federico Lombardi, usted habló en la Feria del Libro sobre el legado de Benedicto XVI. ¿Cuál es ese legado?
-Creo su compromiso de acercar la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo a Dios para dar testimonio de Jesucristo como camino de revelación de Dios como Padre. Y también el gran compromiso de diálogo con la cultura del mundo actual, con una gran confianza en la razón como camino para este diálogo. Una razón, sin embargo, que él definió como abierta, y por tanto no cerrada en los estrechos horizontes del pensamiento meramente matemático y positivista, sino una razón que sabe abarcar los grandes problemas de la vida y del mundo y está abierta a la teología, a la filosofía y al diálogo entre las diversas disciplinas. He aquí, una gran apertura también "cultural" de Benedicto al servicio de la fe y de la justa comprensión de la fe cristiana en el mundo de hoy. Y esto con respecto al enfoque de su pontificado en general. Un pontificado en su mayor parte también magisterial, es decir, de enseñanza y diálogo.
Ciertamente fue también un pontificado de una gran intensidad pastoral, de amor a la Iglesia y de testimonio de la vitalidad de la Iglesia. Me repetía de buena gana: la Iglesia está viva y en la Iglesia caminamos juntos, acompañados por los santos, caminamos por la historia, damos testimonio del Evangelio. También participó con gran alegría en las Jornadas Mundiales de la Juventud, considerándolas como una experiencia de gran vitalidad de la Iglesia en nuestro tiempo.
-Como título de su discurso eligió "Dios es siempre luz y misterio". ¿Qué significa esto?
-La experiencia espiritual y el modo en que Benedicto nos habla de Dios. Una manera muy profunda.... Nos habla de Dios como verdad y de Jesucristo como verdad sobre Dios y sobre el hombre, pero tiene una gran conciencia de la profundidad del misterio de Dios, que va mucho más allá de nuestra capacidad de comprensión y de lenguaje. De ahí su experiencia espiritual, tal como nos la describe en sus últimos años, los años de oración tras su renuncia al papado, de la que dan testimonio también sus últimas conversaciones, que es uno de los bellísimos testimonios de su vida espiritual y de su reflexión general.
Benedicto XVI nos habla de la grandeza del misterio de Cristo, se acerca a la persona de Jesús, que ciertamente es siempre central en toda su vida, pero sigue conservando la conciencia de que las palabras de Jesús deben ser continuamente profundizadas, descubiertas, y siguen siendo una riqueza misteriosa hacia la que nos movemos. Benedicto vive también su experiencia de acercarse al encuentro con el Señor Jesús en el momento de la muerte como una confianza en un Jesús grande, misterioso, pero que al mismo tiempo conquista su plena confianza. Se confía al Señor Jesús con la convicción de que no es sólo su juez, sino también su abogado y su amigo, de modo que le dice al acercarse al umbral de la muerte: "No temas, yo estoy contigo".
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