Banderas y rosarios en las manos, lágrimas en los ojos para rezar por la paz Monseñor Reina: "En este doloroso y vergonzoso aniversario, rezamos para que vuelva la paz a Ucrania"
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El vicario de Roma concelebró con el cardenal Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, una misa en la basílica de San Juan de Letrán por el tercer aniversario de la guerra: "Hagámonos eco de los llamamientos del Papa por la paz"
El embajador de Ucrania ante la Santa Sede agradeció al Pontífice su "compromiso personal"
| Isabella H. de Carvalho
(Vatican News).- En este «doloroso y vergonzoso aniversario» rezamos por las víctimas y para que «el martirizado pueblo ucraniano vuelva a tener paz». Este fue el llamamiento que hizo el cardenal Baldo Reina, vicario de la diócesis de Roma, en la basílica de San Juan de Letrán, donde celebró la misa la mañana del 24 de febrero, con motivo del tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala contra Ucrania. Concelebró el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Paz justa y duradera
Al acto, organizado por la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede, asistieron numerosos representantes diplomáticos, algunos de los cuales leyeron oraciones en sus lenguas maternas para mostrar su apoyo.
Numerosos fieles se congregaron en la Basílica, con banderas y rosarios en las manos y lágrimas en los ojos, para rezar por la paz en la tierra que el Papa Francisco siempre ha calificado de «atormentada».
El cardenal vicario recordó varias veces durante su homilía la dedicación y las constantes palabras del Pontífice por la paz en Ucrania.
Así lo recordó también el embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yurash, quien – al final de la misa – agradeció al Papa su «compromiso personal» con el país, pidiéndole que rece «por las víctimas de la guerra, por la paz y por la pronta recuperación del Santo Padre». «Hoy se cumplen tres años en los que Ucrania resiste», dijo Yurash, pidiendo una «paz justa y duradera».
Hagámonos eco de los llamamientos del Papa por la paz
Durante su homilía, el cardenal Reina aseguró la cercanía y las oraciones de la asamblea a Francisco, hospitalizado en el Hospital Gemelli desde el 14 de febrero. A pesar de su enfermedad, en el texto del Ángelus del domingo 23 de febrero, difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa no dejó de expresar su cercanía en este triste aniversario para Ucrania. De hecho, el Vicario de la Diócesis de Roma agradeció al Pontífice «sus fuertes palabras durante tres años, palabras que hemos acogido verdaderamente como proféticas».
«Palabras, que piden y han pedido, el don de la paz. Cuántas veces ha dicho el Santo Padre: '¡Basta! Basta de armas'. Hoy no podemos dejar de hacernos eco de estas palabras que son de nuestro obispo, de nuestro pastor», dijo Reina.
«Gracias Papa Francisco – añadió – gracias porque tantas veces ha pedido ‘que caminemos por los senderos de la paz’, y por esta ‘paternal preocupación suya’, para que el atormentado pueblo ucraniano vuelva a la paz».
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La importancia de la oración
«Pensando en estos tres años de guerra, creo que todos hemos quedado marcados por las imágenes que llegan diariamente a nuestros hogares – en particular de niños, hombres, mujeres, soldados que han perdido la vida», añadió el cardenal.
«Allí donde hay guerra, no hay sabiduría. Allí donde hay conflicto e invasión, no hay inteligencia prudente», subrayó, evocando la primera lectura de la liturgia, tomada del libro del Eclesiástico.
«Tenemos que pedir al Señor que nos devuelva esta capacidad de saber reflexionar» para afrontar esta situación de conflicto creando una «cultura de paz».
Encontrar caminos de reconciliación
A continuación, el vicario de Roma reiteró la importancia de la oración en estos momentos de gran tensión.
"Hemos experimentado, y experimentamos todavía hoy, los fracasos de la tentación humana. Necesitamos decir a Jesús: ayúdanos en nuestra incredulidad"
De ahí una oración para que «el Dios de la paz, el Dios de la vida, resuelva lo que los hombres no han sido y no son capaces de resolver», y nos ayude a encontrar los «caminos de la reconciliación, de la misericordia y de la paz», dijo el cardenal.
Y concluyó con una oración por las víctimas de la guerra y sus familias, implorando a Dios que dé a todos «la fuerza y la esperanza para que se cultive y se persiga la paz».
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