Les insta a "rechazar el carrerismo, la doble vida, la búsqueda de satisfacciones mundanas" El Papa pide a los curas de Barcelona "saber colocarnos según convenga, también en medio y atrás, no sólo delante"
"Jesús nos llama desde nuestra pobreza, desde nuestra fragilidad, debemos responder a esa llamada con un propósito perenne de conversión"
"Ser capaces de misericordia precisamente porque tocados por la misericordia del Señor, no dando lecciones sino testimoniando una experiencia de intimidad con Dios"
"Buscar la fraternidad en todos los ambientes sociales, aprender y enseñar a acoger a todos, a trabajar con todos, a buscar soluciones de consenso que tengan un amplio respiro"
"No enrocarnos nunca, ni en el grupo cristiano al que pertenecemos, ni en la responsabilidad que se nos confió, vivir con un espíritu libre, en sana indiferencia"
"Buscar la fraternidad en todos los ambientes sociales, aprender y enseñar a acoger a todos, a trabajar con todos, a buscar soluciones de consenso que tengan un amplio respiro"
"No enrocarnos nunca, ni en el grupo cristiano al que pertenecemos, ni en la responsabilidad que se nos confió, vivir con un espíritu libre, en sana indiferencia"
(Vatican News).- El Santo Padre recibió en audiencia a los sacerdotes de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Barcelona y les entregó una reflexión animándolos a enseñar a acoger a todas las personas y buscar soluciones de consenso que tengan un amplio respiro.
“El clero en torno a su Pastor viene a la casa de Pedro para reafirmar su comunión y relanzar su espíritu apostólico”. Este es el sentido del encuentro del Papa Francisco con unos 70 sacerdotes de la Arquidiócesis de Barcelona, que el Santo Padre evidencia en su breve saludo entregado -no pronunciado- a los participantes, al mediodía de este sábado 28 de enero en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. En una atmósfera de celebración y alegría, el Obispo de Roma deja claro que “la experiencia de los apóstoles siempre tiene un doble aspecto, personal y comunitario”. Es decir, “van juntos y no podemos separarlos".
“Somos, sí, llamados individualmente, pero siempre para ser parte de un grupo más grande, caminar juntos escuchando antes de hablar, saber colocarnos según convenga, también en medio y atrás, no sólo delante”.
El Pontífice escribe que “Jesús nos llama desde nuestra pobreza, desde nuestra fragilidad, debemos responder a esa llamada con un propósito perenne de conversión”. Esto implica “rechazar el carrerismo, la doble vida, la búsqueda de satisfacciones mundanas, abrazando la cruz, las mediaciones de la Iglesia: sacramentos, vida de oración, ascesis, etc.”, establece el Sucesor de Pedro.
Al mismo tiempo, Bergoglio se refiere a la importancia de “ser capaces de misericordia precisamente porque tocados por la misericordia del Señor, no dando lecciones sino testimoniando una experiencia de intimidad con Dios”.
Francisco recomienda “buscar la fraternidad en todos los ambientes sociales, aprender y enseñar a acoger a todos, a buscar soluciones de consenso que tengan un amplio respiro”. También les aconseja “no enrocarnos nunca, ni en el grupo cristiano al que pertenecemos, ni en la responsabilidad que se nos confió, vivir con un espíritu libre, en sana indiferencia”.
El Obispo de Roma concluye su mensaje con el deseo de que el Señor los bendiga y la Virgen Santa los cuide, así como con el habitual pedido de rezar por él.
Texto íntegro del saludo del Papa
Queridos hermanos, gracias por sus palabras, es para mí un gran gozo acogerles hoy aquí, en esta atmósfera de alegría y celebración en la que el clero en torno a su Pastor viene a la casa de Pedro para reafirmar su comunión y relanzar su espíritu apostólico.
La experiencia de los apóstoles siempre tiene un doble aspecto, personal y comunitario. Van juntos y no podemos separarlos. Somos, sí, llamados individualmente, pero siempre para ser parte de un grupo más grande, caminar juntos escuchando antes de hablar, saber colocarnos según convenga, también en medio y atrás, no sólo delante.
Jesús nos llama desde nuestra pobreza, desde nuestra fragilidad, debemos responder a esa llamada con un propósito perenne de conversión. Rechazar el carrerismo, la doble vida, la búsqueda de satisfacciones mundanas, abrazando la cruz, las mediaciones de la Iglesia: sacramentos, vida de oración, ascesis, etc. Al mismo tiempo, ser capaces de misericordia precisamente porque tocados por la misericordia del Señor, no dando lecciones sino testimoniando una experiencia de intimidad con Dios.
Buscar la fraternidad en todos los ambientes sociales, aprender y enseñar a acoger a todos, a trabajar con todos, a buscar soluciones de consenso que tengan un amplio respiro. No enrocarnos nunca, ni en el grupo cristiano al que pertenecemos, ni en la responsabilidad que se nos confió, vivir con un espíritu libre, en sana indiferencia.
Que el Señor los bendiga y la Virgen Santa les cuide, y no se olviden de rezar por mí.
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