“Rezamos por las familias que no pueden acompañar a sus seres queridos en la hora de su muerte” El Papa pide por “los que mueren sin poder despedirse de sus seres queridos” y por sus familiares

No parece una misa de domingo. Y menos, del domingo 'laetare', pero lo es. El Papa Francisco celebra, con la sencillez de todos los días, la eucaristía dominical en la capilla de la Casa Santa Marta. Con un puñado de fieles residentes en la casa. El Papa ofrece la misa de hoy “por los que mueren sin poder despedirse de sus seres queridos” y por "sus familiares, que no pueden despedirse de ellos en la hora de su muerte". En la homilía, invita a leer el capítulo 9 del Evangelio de Juan una, dos o tres veces y a preguntarse, como San Agustín: "¿Tengo temor de Dios, cuando pasa?"

Como siempre, desde la pandemia, antes de comenzar la celebración, Francisco hace una oración, para ofrecer la misa. “Estos días escuchamos las noticias de tantos difuntos. Gente que muere sin poder despedirse de sus seres queridos. Rezamos por ellos y por las familias que no pueden acompañar a sus seres queridos en la hora de su muerte. Nuestra oración especial es por los difuntos y por sus familiares”.

Primera lectura de San Pablo a los Efesios: “Comportaos, pues, como hijos de la luz”. Salmo: “El Señor es mi pastor, nada me falta”. La lectura del Evangelio de Juan, en el pasaje de Jesús y el ciego de nacimiento: “Ni él ni sus padres pecaron...Yo soy la luz del mundo...El hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo puso en los ojos y me dijo: 'vete a Siloé y lávate'...Era sábado...Estaba ciego y, ahora, veo...Creo, Señor. Y se postró delante de Él”.

Homilía del Papa

“Este pasaje de Juan habla de sí mismo. Es un anuncio de Cristo y una catequesis. San Agustín tiene una frase que, siempre me afecta mucho: “temor a que pase cristo'. ¿Por qué temor? Por no acogerlo y dejarlo pasar. En presencia de Jesús salen los verdaderos sentimientos del corazón. Es una gracia. Por eso, Agustín temía dejarlo pasar sin acogerlo”

“Pasa, cura un ciego y se desencadena el escándalo. Desencadena lo mejor y lo peor de las personas. Llama la atención la sabiduría del ciego. Estaba acostumbrado a mover las manos y olía el peligro. Y se mueve como un ciego, con argumentación clara y precisa, incluso con ironía. Se da este lujo”

“Los doctores de la ley sabían todas las leyes, pero estaban fijos allí. No entendían cuando pasaba Dios. Eran rígidos, centrados en sus costumbres y, si para conservarlas, debían hacer una injusticia, no había problema. La rigidez les llevaba a cometer injusticias”

“Les aconsejo de que cojan hoy el Evangelio en el capítulo 9 de Juan y leerlo en casa tranquilos. Una o dos veces. Y entenderlo bien: qué pasa cuando pasa Jesús. Entender bien lo que dice Agustín: Tengo temor de Dios, cuando pasa. No se olviden. Leed hoy, una, dos o tres veces el capítulo 9 de Juan”.

Tras el rito de la comunión, el Papa reza la comunión espiritual, expone el Santísimo y permanece largo rato en oración ante la custodia.