Las nuevas normas piden "una conducta religiosa y moral ejemplar" El Vaticano prohibe a sus trabajadores exhibir piercing o tatuajes
El reglamento establece que el personal debe tener "una conducta religiosa y moral ejemplar, incluso en la vida privada y familiar, conforme a la doctrina de la Iglesia"
Entre los "requisitos generales" para la contratación se señalan: "profesar la fe católica y vivir según sus principios"; "certificado de compromiso religioso, moral y civil expedido por el respectivo párroco u otra autoridad religiosa" y "para personas casadas, acta canónica de matrimonio"
| RD/Agencias
El Vaticano prohibió a los trabajadores de la Basílica de San Pedro exhibir tatuajes visibles o perforaciones en el cuerpo para mantener el "decoro". El nuevo reglamento, publicado el fin de semana, se aplica a los aproximadamente 170 empleados laicos de la Fabbrica di San Pietro, el departamento encargado de la basílica.
El padre Enzo Fortunato, jefe de comunicaciones de la basílica, reveló a la agenciaa de noticias Reuters este lunes que códigos normativos "han estado vigentes en el pasado de una forma diferente". Sin embargo, negaron los informes de la prensa italiana que indicaban que a los laicos que no estaban casados también se les prohibiría trabajar en la Fabbrica di San Pietro, calificando los informes como "chismes".
En cambio, tal y como apunta Ansa, entre los "requisitos generales" para la contratación se señalan: "profesar la fe católica y vivir según sus principios"; "certificado de compromiso religioso, moral y civil expedido por el respectivo párroco u otra autoridad religiosa" y "para personas casadas, acta canónica de matrimonio".
Al ser nombrado o contratado, el empleado debe emitir "la profesión de fe y prestar juramento de lealtad y observancia del secreto oficial". El reglamento también establece reglas precisas de conducta y prohibiciones cuya violación conlleva sanciones disciplinarias que pueden llegar a la suspensión, la exoneración y el despido.
El personal de la Fabrica "se compromete a observar una conducta religiosa y moral ejemplar, también en la vida privada y familiar, conforme a la doctrina de la Iglesia" y "debe también tener una conducta educada en el servicio, respetuosa del lugar sagrado y correcta en el hacia los demás y el medio ambiente".
Normas contra futuros 'Vatileaks'
Sin embargo, en lo que respecta al "secreto y la confidencialidad", las normas obligatorias ponen de relieve el temor a posibles "cuervos" y filtraciones de información, como ya ocurrió en la época de los tristemente célebres "Vatileaks": los empleados "no pueden dar información sobre documentos a nadie que "no tiene derecho a ello" o a noticias de las que haya tenido conocimiento debido a su trabajo o servicio", mientras que el "secreto pontificio" será observado "con especial cuidado".
Además, "sin la autorización previa del Presidente, nadie podrá emitir declaraciones y entrevistas, incluso a través de herramientas y plataformas digitales, que afecten a las personas, actividades, entornos y orientaciones de la Fábrica".
Ni que decir tiene que también está prohibido "sustraer documentos originales, fotocopias, copias electrónicas u otro material de archivo y trabajo" y "utilizar indebidamente sellos y membretes de oficina". Finalmente, está prohibido "utilizar materiales, programas informáticos, herramientas y equipos propiedad de la Fábrica con fines privados", así como "recibir en su oficina a extraños sin permiso".
Por último, pero no menos importante, las prohibiciones de "unirse a instituciones o asociaciones cuyos fines no sean compatibles con la doctrina y disciplina de la Iglesia o en cualquier caso participar en sus actividades", y de "realizar actividades o participar en eventos que no estén en de conformidad" con el ser empleado por un organismo del Vaticano.