"La pertenencia activa de un fiel a la masonería está prohibida", sostiene Doctrina de la Fe El Vaticano sentencia: no se puede ser católico y masón
En la nueva línea de trabajo marcada por el cardenal 'Tucho' Fernández, en la que las respuestas a dudas o cuestiones fundamentales se hacen públicas para fomentar la transparencia y la comunión entre todos los fieles, la Santa Sede responde de manera muy clara: a los católicos se les sigue prohibiendo unirse a la masonería
"Quienes formal y conscientemente sean miembros de logias masónicas y hayan abrazado los principios masónicos, quedan comprendidos en las disposiciones presentes en la citada Declaración. Estas medidas se aplican también a cualquier eclesiástico registrado en la masonería"
Desde el comienzo de su pontificado, algunos grupúsculos (cercanos a la derecha trumpista y sus terminales eclesiásticas -léase Strickland, Viganò y compañía-) han ido deslizando la idea de la cercanía de Jorge Mario Bergoglio a la masonería. Una acusación que surge, curiosamente -o tal vez no tanto- de sectores vinculados a sociedades secretas.
En esta línea, cabe resaltar la respuesta que la Congregación para la Doctrina de la Fe acaba de dar a la petición de Julito Cortés, obispo de Dumanguete, en Filipinas, preocupado por el "continuo aumento de fieles de la masonería", quien pidió "sugerencias para afrontar adecuadamente esta realidad desde el punto de vista pastoral, teniendo en cuenta también las implicaciones doctrinales".
En la nueva línea de trabajo marcada por el cardenal 'Tucho' Fernández, en la que las respuestas a dudas o cuestiones fundamentales se hacen públicas para fomentar la transparencia y la comunión entre todos los fieles, la Santa Sede responde de manera muy clara: a los católicos se les sigue prohibiendo unirse a la masonería.
Doctrina católica y masonería, irreconciliables
En la respuesta, se reitera que "la pertenencia activa de un fiel a la masonería está prohibida", resaltando la "irreconciliabilidad entre la doctrina católica y la masonería", tal y como ya planteaba en 1983 la misma Congregación para la Doctrina de la Fe, y las mismas Directrices publicadas por la Conferencia Episcopal en 2003.
Por tanto, señala la nota, "quienes formal y conscientemente sean miembros de logias masónicas y hayan abrazado los principios masónicos, quedan comprendidos en las disposiciones presentes en la citada Declaración. Estas medidas se aplican también a cualquier eclesiástico registrado en la masonería".
Esto, desde el punto de vista doctrinal. Centrándose en lo pastoral, Doctrina de la Fe propone a los obispos filipinos "realizar una catequesis popular en todas las parroquias, sobre las razones de la incompatibilidad entre la fe católica y la masonería", e invita al episcopado del país a pronunciarse públicamente sobre el tema.
La postura de Doctrina de la Fe no es novedosa. Ya decía algo similar en 1983 (con un documento firmado por el entonces cardenal Ratzinger, y refrendado por Juan Pablo II), cuando recordaba cómo el actual Código de Derecho Canónico, a diferencia del anterior (1917) no condena explícitamente la masonería, ni excomulga a sus afiliados, aunque sí se reitera que "los católicos inscritos en logias masónicas se encuentran en estado de pecado grave".