Audiencia del Papa a los Discípulos de Cristo El camino ecuménico que "no defrauda" a Francisco: "Rezar juntos y con obras de caridad"
Francisco recibió a los miembros de la Comisión Internacional para el Diálogo entre la Iglesia Católica y los protestantes Discípulos de Cristo. La unidad de los cristianos, reiteró, se consigue caminando y rezando juntos con las obras de caridad
| Michele Raviart
(Vatican News).- El Espíritu Santo es "memoria y guía que abre caminos nuevos e impensados, allí donde creíamos que los caminos estaban precluidos o vallados". Lo ha reiterado el papa Francisco, que esta mañana se ha reunido en audiencia con los miembros de la Comisión Internacional para el Diálogo entre la Iglesia católica y los Discípulos de Cristo, Iglesia protestante arraigada en Estados Unidos y Canadá. Un diálogo que se desarrolla desde 1977 y que, en la sexta fase de trabajo -en curso hasta 2027-, tiene como tema "el ministerio del Espíritu". "En estos tiempos que no son fáciles para la fe, nos une la misma confianza que quiso transmitir el apóstol Pedro", dijo Francisco: la de poner la esperanza en el Dios de la consolación.
"Cuando nos acercamos a las Escrituras inspirados por el Espíritu en la oración y con el corazón abierto, permitimos que Él hable y actúe en nosotros", subrayó el Papa. Esta es su "memoria benéfica, que nos recuerda lo que cuenta en la vida y nos hace presente que 'nada es imposible para Dios'". Como ha recordado el Concilio Vaticano II, el Espíritu es también "guía" y "mantiene joven a la comunidad cristiana". En él "tenemos la alegría de proclamar a Jesús Señor y Salvador, y encontramos la fuerza para seguir adelante en la alabanza de su nombre, glorificándolo y magnificándolo", mientras él "preserva nuestro espíritu de las tentaciones", como la tristeza, la autorreferencialidad y la mundanidad.
La armonía y la "negociación de equilibrios"
El Espíritu "es el verdadero protagonista de la misión" y, con una mirada de fe, subraya Francisco, se puede ver su obra "incluso más allá de las fronteras de nuestras comunidades" y, "si somos dóciles a Él", sabrá armonizar incluso lo que nos parece difícil de conciliar.
"El Espíritu es armonía: no lo olvidemos dijo el Papa-. Él permite 'divisiones': pensemos en la mañana de Pentecostés, cuando hubo una gran 'división' de carismas diferentes... Pero luego hizo la armonía, que no es 'una negociación de equilibrios', no: la armonía va más allá. Y éste es el camino del Espíritu.
Caminar y rezar juntos
"Por tanto, no tengamos miedo de recorrer los caminos de concordia que el Espíritu indica", concluyó el Santo Padre, recordando el histórico encuentro entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras de Constantinopla en Jerusalén en 1964.
"En el camino de la comunión eclesial, pero también en el diálogo con las otras Iglesias y comunidades cristianas, hay una cosa que siempre me ha hecho pensar: lo que el Patriarca Atenágoras dijo, un poco bromeando, a Pablo VI: enviemos a todos los teólogos a una isla y nosotros caminemos juntos. La unidad de los cristianos se consigue caminando juntos. Los teólogos son necesarios, ciertamente: que estudien, que hablen, que discutan; pero, mientras tanto, nosotros caminemos, rezando juntos y con obras de caridad. Para mí, este es el camino que no defrauda".
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