Todos los papas se han opuesto al uso bélico de la energía El paso más allá de Francisco contra las armas nucleares

La amenaza nuclear
La amenaza nuclear

A los 75 años del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, un repaso a la postura de los diferentes papas, de 1945 a la actualidad, evidencia que Francisco ha ido un paso más allá que sus predecesores en su denuncia

Tras el impacto de las hasta ahora únicas bombas nucleares lanzadas en la historia, Pablo VI declaró que el armamento nuclear era "una solución provisional necesaria" que debía superarse

Sin embargo, Francisco nunca ha considerado la utilización bélica de la energía nuclear un hecho justificable por una coyuntura conflictiva. Al contrario, ha denunciado firmemente la magnitud de la destrucción que comporta y ha calificado de "inmoral" no solo su uso, sino la mera posesión de armamento

A los 75 años del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, un repaso a la postura de los diferentes papas, de 1945 a la actualidad, evidencia que el actual, Francisco, ha ido un paso más allá que sus predecesores en su denuncia del uso de armas nucleares.

Tras el impacto de las hasta ahora únicas bombas nucleares lanzadas en la historia, Pablo VI declaró que el armamento nuclear era "una solución provisional necesaria" que debía superarse.

Como explica un artículo publicado por katolisch.de, los siguientes papas (Juan Pablo II y Benedicto XVI) se mantuvieron en ese mismo discurso del Papa Montini. Sin embargo, Francisco nunca ha considerado la utilización bélica de la energía nuclear un hecho justificable por una coyuntura conflictiva. Al contrario, ha denunciado firmemente la magnitud de la destrucción que comporta y ha calificado de "inmoral" no solo su uso, sino la mera posesión de armamento nuclear.

Cuando recibió a los participantes en una conferencia internacional sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear de la ONU, Francisco criticó todo lo relacionado con las armas nucleares y sus consecuencias: la adquisición de este material, su fabricación o desarrollo, la posesión y las amenazas.

Francisco ha lamentado que las naciones gasten en armamento nuclear (costoso y además gravemente contaminante) mientras descuidan la erradicación de la pobreza o los problemas medioambientales

El Papa, en Hiroshima
El Papa, en Hiroshima

Con los más recientes desastres nucleares (Chernobyl 1986 y Fukushima 2011) en la memoria, el Papa Francisco lleva años demandando, desde la Santa Sede, una renuncia "multilateral" al armamento nuclear, sin la que no puede ser posible la seguridad internacional.

Preocupado por la paz y el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad de la ONU para 2030, Francisco ha lamentado que las naciones gasten en armamento nuclear (costoso y además gravemente contaminante) mientras descuidan la erradicación de la pobreza o los problemas medioambientales. La inversión en armamento -dijo en su visita a Japón, donde se reunió con las víctimas de Hiroshima y Nagasaki- es un gasto "descarado".

Francisco en el 75 aniversario del bombardeo en Hiroshima
Francisco en el 75 aniversario del bombardeo en Hiroshima

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