Entrevista con el 'cura' que ejerce de 'portavoz' de las clarisas de Belorado José Ceacedo: "Las monjas están radiantes, en misa tienen una cara que parecen verdaderamente ángeles"

"Iceta y los demás que quieren difamar a las monjas pensando que el paso que han dado es por una cuestión inmobiliaria"

"(Las monjas) han tomado la decisión de querer tener los sacramentos de siempre, con la misa de siempre, la doctrina de siempre de la Iglesia Católica, y que no les pisen aquellos que hasta ahora creían que eran sus superiores y les han estado pisando, impidiendo hacer lo que ellas querían"

"Fueron las religiosas las que se pusieron en contacto con nosotros porque querían tener los sacramentos y la Santa Misa de siempre, como siempre se ha celebrado"

Es uno de los protagonistas del escándalo de las monjas cismáticas de Belorado. José Ceacedo, antiguo barman (fue presidente de la Federación de Bármanes de Vizcaya) y, desde hace tres años, ordenado 'sacerdote' por el obispo De Rojas (a su vez excomulgado en 2019), ejerce como 'portavoz' de las clarisas. 

Encerrado en el convento junto a su obispo y las 15 hermanas, habla para RD del conflicto y de su futuro. "Yo soy sacerdote, no soy Rappel. Tengo poco pelo, pero todavía no tengo melena ni túnica de colores", sostiene

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Explíqueme un poquito en qué consiste toda esta polémica que se ha montado en torno al convento de las Clarisas de Belorado.

Bueno, en torno al convento no, en torno al convento están queriendo hacer ver que hay polémica el señor Iceta y los demás que quieren difamar a las monjas pensando que el paso que han dado es por una cuestión inmobiliaria. No es por ese motivo. El motivo por el que ellas han terminado acogiéndose a la jurisdicción de don Pablo de Rojas, del señor obispo de la Pía Unión, es simplemente porque han descubierto que la doctrina y la fe que enseña la Iglesia del Concilio Vaticano II no es la doctrina de la Iglesia Católica. Y una vez que han llegado a esa conclusión, además de que le estaban complicando bastante la vida el señor Iceta y otros, pues lógicamente han tomado la decisión de querer tener los sacramentos de siempre, con la misa de siempre, la doctrina de siempre de la Iglesia Católica, y que no les pisen aquellos que hasta ahora creían que eran sus superiores y les han estado pisando, impidiendo hacer lo que ellas querían.

¿Quién se ha dirigido a quién primero, el obispo De Rojas a las religiosas o las religiosas al obispo de Rojas?

Por supuesto, fueron las religiosas las que se pusieron en contacto con nosotros. Fueron las religiosas las que se pusieron en contacto con nosotros porque querían tener los sacramentos y la Santa Misa de siempre, como siempre se ha celebrado. Y querían tener la doctrina de la Iglesia Católica de siempre, porque la doctrina de la Iglesia Católica no tiene nada que ver con la doctrina del Concilio Vaticano, porque es completamente distinta. Es que son dos iglesias totalmente distintas, que no tienen nada que ver la una con la otra.

¿Y en qué radican esas diferencias entre las dos iglesias?

Eso resumirlo sería mucho, pero vamos a ver. Mire usted, nosotros, por ejemplo, como católicos que somos, pensamos que la Iglesia es la esposa inmaculada. Es el cuerpo místico de Cristo. Así como Cristo es Dios y por lo tanto es perfecto, su cuerpo es perfecto y es incorruptible. Otra cosa son los pecados que haya en las personas que forman la Iglesia. Pero la Iglesia como tal es santa, perfecta, incorruptible, inmaculada, enseña la misma doctrina siempre desde que fue fundada y por lo tanto no necesita sufrir una operación quirúrgica de maquillaje o de tal, y por lo tanto no necesita rejuvenecerla como por ejemplo intentó hacer Monseñor Roncalli, llamado Juan XXIII por algunos, que decía que quería devolver el Concilio Vaticano II a la Iglesia el rostro primigenio de cuando Cristo la fundó, como si la Iglesia hubiera envejecido, se hubiera deformado, se hubiera corrompido. ¿En qué Iglesia creía Monseñor Roncalli? Y a partir de ahí, pues otras muchas más barbaridades que vinieron diciendo.

Se habla de una trama inmobiliaria, inmobiliaria y una trama de fe. La trama inmobiliaria ¿por qué ha salido? ¿Por qué sale? ¿Por qué le interesa a determinado sector sacar esa trama?

Eso tendrían que preguntarle al señor Iceta por qué tienen tanto interés en los inmuebles. Porque el, por ejemplo, con el monasterio de Orduña, que le han impedido comprarlo, ahora están diciendo que es que ellas no pagaron. Cuando querían pagar y no se lo permitían y le han impedido comprarlo con yo no sé qué excusas. Y además el señor Iceta ha mentido bárbaramente al decir, por ejemplo, que las monjas habían puesto una denuncia por el tema del monasterio de Orduña. Y esto lo ha dicho en medios. Que demuestre dónde está esa denuncia. El día que demuestre dónde está esa denuncia, veremos quién dice la verdad. Y como no lo van a demostrar, van a quedar como lo que son. Unos falsos en relación a la verdad.

Usted ha oficiado la misa de ayer y de hoy con las religiosas. ¿Cómo se encuentran las religiosas desde el punto de vista...? No, no desde el punto de vista del... del ministerio. No desde el punto de vista del conflicto, sino ellas personalmente.

Pues mira usted, radiantes, en misa tienen una cara que parecen verdaderamente ángeles. Y una de las hermanas mayores, de las más mayores que hay, que lógicamente tiene ya casi 90 años, y cuando entró en la vida religiosa, pues ella la misa que había vivido y que de siempre, pues es la misa de siempre. Y cuando ha visto de nuevo la misa de siempre en su convento, la pobre hermana se ponía a llorar de alegría. Y cuando me vio salir, me cogió la mano y me decía, gracias Padre, gracias, con lágrimas en los ojos. Y me decía, por fin la misa de siempre. Y me decía, Santa Clara de Asís y San Francisco nuestros padres están riendo en el cielo. Eso me decía esta hermana mayor. Cuando ha visto la misa de siempre, la mujer se ha emocionado.

El obispo de Burgos, Mario Iceta, ha dicho que si hay marcha atrás, las van a volver a acoger. ¿Usted no prevé una marcha atrás de las religiosas?

Eso tendrán que decirlo las monjas. Yo soy sacerdote, no soy Rappel. Tengo poco pelo, pero todavía no tengo melena ni túnica de colores. Entonces, no sé qué harán las monjas, pero bueno, allá lo que haya dicho el señor Iceta, no sé, sin más.

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