"El póster de la Jornada Pro Orantibus parece hecho para cubrir un expediente" Padre José Alegre: "La vida contemplativa en España no goza de buena salud, aunque los números no lo dicen todo"

Padre José Alegre, abad emérito de Poblet
Padre José Alegre, abad emérito de Poblet

"El contemplativo se levanta cada mañana con las primeras luces del día, para no hacer nada, no dar clases, no cuidar enfermos, no cultivar la tierra… pero con una responsabilidad grave: ¡amar!"

"Los contemplativos no son un cuerpo extraño dentro de la Iglesia"

"La eficacia de la oración no la podemos contemplar bajo la óptica de una contabilidad comercial. Evidente"

"Los contemplativos no son un cuerpo extraño dentro de la Iglesia. Su función es hacer presente el amor"

"Un monasterio no es, no puede ser, una residencia de ancianos; hay que hacer todo lo posible por cerrar esos monasterios o conventos, que incluso a veces necesitan el cuidado de laicos venidos de fuera, e intentar la incorporación a otros monasterios, buscando una atención personal y un servicio religioso más dignos"

José Alegre, abad emérito de Poblet, reflexiona en esta entrevista sobre la Jornada Pro Orantibus, en la que este año encuentra un "lema oscuro" y un diseño "vulgar". Realista, admite que "la maduración de la persona espiritualmente encuentra muchos obstáculos" en la sociedad de hoy, por lo que reivindica la necesidad de testimonios consagrados a la contemplación y los valores monásticos (del 'ora et labora' a la fraternidad y la escucha).

¿Qué se quiere subrayar con el lema de este año ("Con María en el corazón de la Iglesia") de la Jornada Pro Orantibus?

Yo creo que un lema debe ser un grito de atención, una invitación clara a adoptar una actitud con respecto a algo interesante en nuestra vida. Un disponernos a dar una respuesta posible. Pero a mí este lema me sugiere más preguntas: ¿con el “corazón de la Iglesia" se refiere a la vida contemplativa? ¿Se quiere revalorizar o destacar la presencia de María en esta Jornada? O en otro sentido, ¿se refiere a la Iglesia en general?...

Es un lema oscuro. Leía recientemente una afirmación atribuida a Einsten: “en tiempos de crisis es más importante la imaginación que el conocimiento”. Encuentro que con este lema nos quieren subrayar más el tema el conocimiento que el de la imaginación. Un lema rutinario. Y vivimos tiempos de profunda crisis y creo que nos debe apasionar esa dimensión imaginativa que nos ayude a descubrir senderos nuevos en el camino. Y el póster de la Jornada, me parece vulgar, pobre, como hecho para cumplir un expediente.

Con María en el corazón
Con María en el corazón

¿Hay que rezar por los que rezan continuamente por todos nosotros?

Sí, siempre será más oportuno que una crítica inútil e ignorante. Yo recuerdo las palabras de un obispo comentando al principio del día acerca de la vida de la comunidad: Y ahora, todo el día para no hacer nada… Pues sí, el contemplativo se levanta cada día con las primeras luces del día, para no hacer nada, no dar clases, no cuidar enfermos, no cultivar la tierra… pero con una responsabilidad grave: ¡amar! Hacer presente en la vida monástica, en la relación con el resto de hermanos de comunidad, con los huéspedes o visitantes... hacer presente el amor.

Los contemplativos no son un cuerpo extraño dentro de la Iglesia, de una Iglesia en la que encontramos y vivimos muy diferentes carismas y servicios, y todos son importantes y necesarios, para hacer verdad y presente, entre todos, el único importante: Jesucristo. Él lo es todo y está en todos (Col 3,11). Todos estamos “afectados” por el mismo amor divino. Y de la misma manera que toda comunidad contemplativa cada día recuerda en su oración a toda la humanidad, también tiene necesidad de sentir la plegaria por nosotros de los demás miembros de la Iglesia.

Por cierto, ¿está siendo eficaz la oración de las/los contemplativas en estos momentos tan dolorosos de muerte y desolación por la pandemia?

José Alegre, siendo abad de Poblet
José Alegre, siendo abad de Poblet

La eficacia de la oración no la podemos contemplar bajo la óptica de una contabilidad comercial. Evidente. Pero sí que está clara la persistencia en la plegaria para que el Señor recorte el sufrimiento de la humanidad, para que vuelva la serenidad y la paz al corazón de está humanidad tan duramente golpeada por muchos problemas de todo tipo.

El contemplativo debe tener muy claro, lo tiene, que está en el mundo y que se hace solidario de la vida de la humanidad, pues es en el latido de esta humanidad, gozoso o de dolor, de angustia o esperanza… donde debe percibir la presencia y la llamada de Dios.

¿La vida contemplativa en España goza de buena salud? ¿Cómo está en números y en presencias?

¡No!, no goza de buena salud. No tengo en estos momentos unas estadísticas, aunque los números no siempre lo dicen todo con claridad. Pero es cierto, el tema de las vocaciones hoy no es nada fácil. Hay otros valores en la sociedad que se quieren imponer sobre lo religioso; otros valores que dominan más; también faltan buenos educadores de la vida interior, que es fundamental, no solo para el despertar de una vocación religiosa, sino incluso para hacer arraigar en el corazón los valores de una verdadera humanidad.

Poblet

¿Y en el emblemático monasterio de Poblet?

"Hay otros valores en la sociedad que se quieren imponer sobre lo religioso; otros valores que dominan más; también faltan buenos educadores de la vida interior"

Yo diría que goza de buena salud. Su comunidad ha tenido durante años alrededor de 30 monjes, y en estos momentos somos 27, por la muerte de algunos monjes ancianos. Hay una seriedad y fidelidad en la plegaria comunitaria, en una fidelidad a la tradición monástica… Y hay jóvenes que se siguen interesando por nuestra vida, y que muestran eso que decía antes: hay en nuestra sociedad un déficit notable de educadores de la vida espiritual. Hoy el ritmo de la vida, aunque es más acelerado, sin embargo, el despertar de la personalidad no lleva el mismo ritmo. La maduración de la persona física y espiritualmente encuentra muchos obstáculos.

Sí, me atrevo a afirmar que goza de buena salud, aunque, como en todo organismo vivo, siempre un virus puede traernos una “gripe”, pero también las gripes tienen su interés, pues ayudan a poner de relieve la fortaleza del cuerpo para recobrar nueva salud.

España sigue siendo la primera potencia mundial en ese ámbito y, sin embargo, se siguen cerrando conventos y monasterios...

No tengo conciencia de que España sea la primera potencia mundial en este ámbito, porque el poder, en nuestro caso, siempre tiene que venir de la fuerza del Espíritu, y la obra del Espíritu no se puede contabilizar materialmente, es una obra de amor, y el amor siempre pide más, siempre está abierto a nuevos caminos, nuevos retos.

La monjas contemplativas animan a sus vecinos y a los sanitarios durante el coronavirus
La monjas contemplativas animan a sus vecinos y a los sanitarios durante el coronavirus

Está claro que se cierran conventos y monasterios, y que se cerrarán más. Quizás había demasiados. En nuestra Orden Cisterciense estaba el caso de haber dos monasterios en una misma ciudad de España. Un monasterio no es, no puede ser, una residencia de ancianos; hay que hacer todo lo posible por cerrar esos monasterios o conventos, que incluso a veces necesitan el cuidado de laicos venidos de fuera, e intentar la incorporación a otros monasterios, buscando una atención personal y un servicio religioso más dignos.

¿Qué hacer para dar a conocer mejor y que el pueblo de Dios valore más la vida contemplativa?

Los valores monásticos o contemplativos (oración, trabajo, relación fraterna, silencio, escucha…) son muy necesarios en la sociedad de hoy, una sociedad, por otro lado, muy desorientada de cara a un futuro. El punto de partida es que nosotros los monjes tengamos una conciencia clara de esto, y a continuación ser consecuentes…

Es primordial que cada comunidad viva responsablemente lo que es el eslogan de nuestra vida: “ora et labora”. Un trabajo sencillo, el que sea, de acuerdo a la capacidad, a la edad… de los miembros de la comunidad. Luego en el aspecto orante la dimensión de la vida personal de cara a Dios como piedra fundamental para hacer posible una vida comunitaria en la plegaria del Oficio Divino. Una plegaria comunitaria bien cuidada y vivida, en todos sus aspectos, puede ser un testimonio muy valioso de cada al exterior. Y esto se percibe en la asistencia de laicos a las horas de nuestra plegaria comunitaria, así como también a través del interés de los huéspedes que piden pasar unos días con la comunidad.

Alegre saluda al Rey en foto de archivo

"Un monasterio no es, no puede ser, una residencia de ancianos"

¿Cómo explicar a la gente de hoy que la 'vida oculta' de los/las contemplativos es fecunda?

Quizás no haya que dar muchas explicaciones, sino simplemente vivir esas palabras con las que despedíamos estos días de Pascua la celebración de las Eucaristías: “Id en paz y mostrad la alegría de Cristo Resucitado". Contagiar paz y alegría… Pero deben ser dos palabras que broten del corazón, pues no se puede improvisar este testimonio con meras palabras vacías.

¿Cómo será la vida contemplativa del postcoronavirus?

Dicen que la vida de la sociedad va a cambiar después de esta pandemia. Yo no lo veo tan claro. Porque no estoy seguro: que en el pueblo haya una conciencia clara de la gravedad del problema. Porque es sorprendente, por no decir una palabra más fuerte, que si esto del coronavirus ha sido y es algo tan grave, cómo no se da, a todos los niveles un gesto único, un esfuerzo común, un “todos a una“, sino que haya todavía espacios para discusiones partidistas, para rivalidades políticas, para manifestaciones… Se percibe más esa sensatez en el pueblo en general. En la sociedad yo solo contemplo un cambio serio a través del influjo de la economía. Y claro, presiento que siempre a costa de las espaldas más débiles.

En la vida contemplativa contemplo otro matiz, que también podría tener un influjo en la sociedad. Pues en la vida contemplativa hay unos valores humanos que siguen siendo válidos y lo seguirán, se acepte o no. El núcleo está en la fidelidad al carisma de cada familia religiosa y en el servicio sencillo y generoso a la sociedad de los valores vividos en la comunidad. A pesar de nuestras deficiencias y fallos, que los tenemos, yo quiero resaltar unos valores que siguen siendo un patrimonio de la vida contemplativa: La fuerza creadora, la búsqueda de la verdad y de la belleza, la reforma de la vida común, el “ora et labora” al que hago referencia antes, vividos en un clima de soledad, pobreza y austeridad, un equilibrio entre una autoridad central y una autonomía local, una buena planificación y administración…. Entusiasmarnos con estos valores, creo que nos puede poner en el camino de seguir haciendo un buen servicio a la sociedad, siendo fieles a la llamada del Señor.

Alegre y algunas monjas cistercienses
Alegre y algunas monjas cistercienses

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