"Los religiosos pueden liderar el camino para demostrar la interacción entre unidad y diversidad” El cardenal McElroy lo ve claro: La Vida Religiosa “tiene una capacidad única para dinamizar el Sínodo"

El obispo de San Diego, Robert McElroy
El obispo de San Diego, Robert McElroy

Los hombres y mujeres que encarnan la Vida Religiosa “tienen una capacidad única para dinamizar, iluminar y profundizar espiritualmente el proceso de sinodalidad que el papa Francisco ha lanzado”, especialmente en el discernimiento, la humildad, la formación permanente y la inclusión

El cardenal, uno de los hombres de confianza del Papa en el Episcopado estadounidense, un tanto refractario al pontificado de Francisco, señaló también que la asamblea sinodal celebrada en el Vaticano del 4 al 29 de octubre “fue un encuentro poderoso con la diversidad de la Iglesia católica y que, una vez más, los religiosos pueden liderar el camino para demostrar la interacción entre unidad y diversidad”

El cardenal Robert McElroy, lo percibió de manera muy clara durante la reciente asamblea sinodal: los hombres y mujeres que encarnan la Vida Religiosa “tienen una capacidad única para dinamizar, iluminar y profundizar espiritualmente el proceso de sinodalidad que el papa Francisco ha lanzado”, especialmente en el discernimiento, la humildad, la formación permanente y la inclusión, según señaló el arzobispo de San Diego durante su intervención en la Conferencia de Formación Religiosa celebrada en Chicago la pasada semana.

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“Debido a que los hombres y mujeres consagrados ya han abrazado en gran medida la sinodalidad en la Vida Religiosa y son un ejemplo vivo de discernimiento, sus voces proféticas pueden enseñar a la Iglesia universal a seguir el camino por el que el Espíritu Santo nos está guiando”, afirmó el purpurado, según recoge el NCR.

“Muchos de ustedes en la vida consagrada han tenido encuentros profundos y poderosos con la riqueza de la Iglesia global y conocen esta alegría. Para nosotros, en la asamblea, fue profundamente esperanzador y esclarecedor sentarnos con obispos, laicos, sacerdotes y religiosos consagrados y he aquí cómo los desafíos y las oportunidades para mejorar la misión de la Iglesia se ven completamente diferentes en todo el mundo”, señaló McElroy, para quien “este fue realmente un momento privilegiado de gracia”.

Liderar el camino

El cardenal, uno de los hombres de confianza del Papa en el Episcopado estadounidense, un tanto refractario al pontificado de Francisco, señaló también que la asamblea sinodal celebrada en el Vaticano del 4 al 29 de octubre “fue un encuentro poderoso con la diversidad de la Iglesia católica y que, una vez más, los religiosos pueden liderar el camino para demostrar la interacción entre unidad y diversidad”.

El obispo McElroy
El obispo McElroy

Igualmente, el cardenal McElroy aseguró que, para él, “el momento más inspirador del mes en Roma fue el deseo ampliamente expresado de incorporar a más mujeres a puestos de liderazgo y toma de decisiones dentro de la Iglesia”.

“En repetidas ocasiones -abundó- durante las reflexiones espirituales y teológicas que tuvieron lugar durante la asamblea, se destacó que Jesús, en su invitación a las mujeres como discípulas y testigos de la Resurrección, produjo un cambio de paradigma para el tratamiento de las mujeres en la cultura de su tiempo”. “Muchos en el salón sintieron que había llegado el momento de un cambio así en la vida de la Iglesia”, apostilló.

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