El Arzobispo de Urgell preside una oración por Ucrania Monseñor Vives condena "el uso de la fuerza con una guerra de destrucción"
El Arzobispo de Urgell Joan-Enric Vives se reunió con la comunidad greco-católica y ortodoxa ucraniana de la ciudad de Guissona y otros pueblos vecinos
Con palabras emocionadas, el Arzobispo Joan-Enric condenó "el uso de la fuerza con una guerra de destrucción, que provoca la destrucción de infraestructuras y grandes daños a la población civil"
Se sumó a la reflexión del Papa Francisco diciendo que "la guerra es una locura" y prometió ayudas a través de Cáritas Diocesana y Andorrana para los damnificados y, cuando convenga, para los refugiados que esta guerra está provocando
Proclamó pausadamente la bella oración por la paz de san Francisco de Asís, que también fue leída por una catequista de la comunidad, Rosana, en lengua ucraniana
Se sumó a la reflexión del Papa Francisco diciendo que "la guerra es una locura" y prometió ayudas a través de Cáritas Diocesana y Andorrana para los damnificados y, cuando convenga, para los refugiados que esta guerra está provocando
Proclamó pausadamente la bella oración por la paz de san Francisco de Asís, que también fue leída por una catequista de la comunidad, Rosana, en lengua ucraniana
El Arzobispo de Urgell Joan-Enric Vives se reunió con la comunidad greco-católica y ortodoxa ucraniana de la ciudad de Guissona y otros pueblos vecinos, por la tarde del día 26 de febrero, para tener un largo acto de oración a la Virgen protectora de Ucrania, junto con los sacerdotes greco-católico P. Volodimir y el Rector de la Parroquia, Mn. Ramon Balagué.
Una gran cantidad de fieles llenaba la iglesia y frente al altar mayor se había colocado el iconostasio. A su llegada fue saludado por el Alcalde, Ilmo. Sr. Jaume Ars i Bosch y fue a rezar ante el icono de Nuestra Señora de Kiev, Patrona de Ucrania, que está situado en un lugar preeminente de la Parroquia. Luego concelebraron la oración por la paz y en favor de todos los damnificados por esta cruel guerra.
Con palabras emocionadas, el Arzobispo Joan-Enric condenó el uso de la fuerza con una guerra de destrucción, que provoca la destrucción de infraestructuras y grandes daños a la población civil. Se sumó a la reflexión del Papa Francisco diciendo que "la guerra es una locura".
Habló "de agresión imperalista que pretende destruir la democracia y causar daño a las personas civiles sin distinción"
Prometió ayudas a través de Cáritas Diocesana y Andorrana para los damnificados y, cuando convenga, para los refugiados que esta guerra está provocando. Habló "de agresión imperalista que pretende destruir la democracia y causar daño a las personas civiles sin distinción". Invitó a estar atentos a todos los familiares de los presentes que viven en Ucrania, a mantener la firmeza, con oración y ayuno, y a crear puentes de solidaridad con las necesidades que irán surgiendo. Y recordó que el día 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, estamos invitados a tener una Jornada de ayuno y oración, en comunión con el Papa Francisco.
Tuvo un pensamiento para el Rector de la comunidad ucraniana de Guissona, P. Taras Kogut y su hijo, que se encuentran retenidos en Ucrania, cerca de la frontera con Polonia.
Al final el Arzobispo proclamó pausadamente la bella oración por la paz de S. Francisco de Asís, que también fue leída por una catequista de la comunidad, Rosana, en lengua ucraniana. Y se terminó el encuentro con un canto patriótico ucraniano.
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