"La tortura se encuentra en las personas que viven al raso y en los escolares sitiados" La abolición de la tortura en el mundo, una reivindicación cristiana articulada en Barcelona desde 1987

(Agencia FLAMA).- Ser cristiano y no defender la abolición de la tortura es, para Emili Chalaux, un hecho “incomprensible”. “De hecho, todo aquel que asiste a una procesión de Semana Santa tendría que afiliarse a la Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT) porque Jesús fue el primer gran torturado de todos los cristianos”, continúa quien preside, desde Barcelona, esta entidad nacida el año 1987 en el Monasterio de Sant Pere de las Puel·les.

“Allá, las monjas benedictinas siempre han creído en un proyecto como el que proponemos desde ACAT”, subraya este ingeniero industrial ya jubilado, en referencia a la tarea que hacen los cerca de 130 asociados de toda la península para continuar, “con pocos recursos”, defendiendo la abolición de la tortura en todos sus ámbitos de actuación. “Torturar no es solo hacer daño a un individuo que ha sido penado de muerte judicialmente”, reconoce antes de poner otros ejemplos menos visibles: “Vivir en la calle también tendría esta catalogación”, sostiene.

"Todo aquel que asiste a una procesión de Semana Santa tendría que afiliarse a la Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT) porque Jesús fue el primer gran torturado de los cristianos"

Treinta y siete años y 151 boletines trimestrales después de su creación, esta institución se continúa definiendo como ecuménica —”en nuestra junta tenemos, por ejemplo, a un pastor protestante jubilado”, constatan Ignasi Llorens y Pepa Viader, matrimonio que también forma parte de la asociación—, y dependiente de una federación mundial que agrupa todas las asociaciones que reman en la misma dirección, la Federación Internacional de la Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura. “En África, por ejemplo, hay poco más de una decena de organizaciones como la nuestra”, añade Chalaux, “testimoniando que allá es un hecho muy vivo“.

Mientras los tres preparan los mecanismos de esta entidad para salir a la calle el próximo 4 de marzo y manifestarse pacíficamente ante la Jefatura superior de policía de vía Laietana de Barcelona, reivindicando que esta pase a ser un Centro de Interpretación y Memoria de la Represión y la Tortura, el radar, según Chalaux, no deja de funcionar para “continuar abriendo conciencias alrededor de una acción humana que, a pesar de existir siempre, sabe camuflarse y convivir con nosotros adaptando múltiples formas“.

"Van a salir a la calle el próximo 4 de marzo a manifestarse pacíficamente ante la Jefatura superior de policía de vía Laietana de Barcelona, reivindicando que esta pase a ser un Centro de Interpretación y Memoria de la Represión y la Tortura"

"El acoso escolar es tortura"

Por eso, Chalaux, Viader y Llorens coinciden en lo mismo: “Los tratos inhumanos que puedan continuar pasando en todo el mundo, al margen de si esto sucede en un centro de internamiento para extranjeros en España, en una ciudad de Nicaragua donde se persigan cristianos o en Alabama, donde todavía se ejecuta a través de la asfixia por nitrógeno, nos continuarán interrogando sobre la necesidad de hacer frente a esta triste realidad“, remarcan los tres. En este sentido, la pedagogía, añaden, es básica, por lo cual “los jóvenes tienen que ser los primeros que tengan claro cómo actuar”.

“Sobre la tortura que se vive entre el mundo juvenil incidiremos, precisamente, en nuestra próxima asamblea [el 29 de marzo a San Pedro de las Puel·les]”, concluye el presidente. Esta será una ocasión para que los miembros de ACAT se adentren, a través del debate y la reflexión que se pueda generar, en una ejemplificación de la tortura humana que cada vez es más presente en los centros escolares, la del acoso entre alumnos.