Las clarisas cismáticas dan las razones de su marcha de la Iglesia La abadesa de Belorado, al fin, aparece en escena: "No podemos comulgar con la actual Iglesia de Roma"
"Vemos confusión, en lo que rezamos y pensamos, y lo que dice la Iglesia en los últimos años. Nos ha generado dudas de conciencia"
"Ha habido palabras de este Papa, documentos, indicaciones, una línea desde el Vaticano, que hacen una línea diferente", explicaba la portavoz de las religiosas, mientras que la abadesa, madre Isabel, consideraba "un poco inesperado el revuelo que se ha armado"
"El conflicto comienza hace unos años cuando nos damos cuenta que lo que habíamos vivido siempre cada vez se aleja más de lo que estábamos profesando, no reconocíamos todo lo que estaba emanando de el Vaticano, y estábamos francamente extrañadas", recalcó sor Isabel
"El conflicto comienza hace unos años cuando nos damos cuenta que lo que habíamos vivido siempre cada vez se aleja más de lo que estábamos profesando, no reconocíamos todo lo que estaba emanando de el Vaticano, y estábamos francamente extrañadas", recalcó sor Isabel
"Vemos confusión, en lo que rezamos y pensamos, y lo que dice la Iglesia en los últimos años. Nos ha generado dudas de conciencia". Así se explicaban, esta tarde, en el programa de Ana Rosa en Telecinco, la polémica superiora de las clarisas de Belorado, y su portavoz (y protagonista de los vídeos de Instagram), la hermana Sión.
"Hubo una duda de conciencia progresiva, no es un capricho de ahora. A nivel de conciencia no puedes comulgar con una cosa que te está provocando un problema", respondían las monjas (unas ocho) desde la celosía del convento, explicando las razones del paso cismático que han dado. "Yo he hecho voto solemne a la Iglesia y a Dios, y estoy teniendo serias dificultades".
Las monjas rebeldes de Belorado crean un cisma que llega a Roma. @TardeARtv habla con ellas
— Telecinco (@telecincoes) May 15, 2024
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"Ha habido palabras de este Papa, documentos, indicaciones, una línea desde el Vaticano, que hacen una línea diferente", explicaba la portavoz de las religiosas, mientras que la abadesa, madre Isabel, consideraba "un poco inesperado el revuelo que se ha armado".
"El conflicto comienza hace unos años cuando nos damos cuenta que lo que habíamos vivido siempre cada vez se aleja más de lo que estábamos profesando, no reconocíamos todo lo que estaba emanando de el Vaticano, y estábamos francamente extrañadas", recalcó sor Isabel.
"Empezamos a informarnos por muchos sitios distintos, vemos que la verdad está muy dispersa y llevábamos mucho tiempo buscando unas voces que nos dijeran lo que estaba pasando", incidieron las monjas, que negaron haber sido manipuladas para tomar la decisión de salir de la Iglesia. "Antes de que pasara todo esto esto ya llevaba más de cuatro años en el corazón de las hermanas", conluyó la superiora.
"Esto es un tema de conciencia, y todo se juzga de manera sensacionalista", finalizó, por su parte, sor Sión.
"La gente tiene que despertar"
Preguntada por el papa Francisco, la abadesa ha negado su condición de papa y le ha acusado de "usurpación": "Tenemos una plena convicción de que la gente tiene que despertar y que el que realmente quiera estar en la Iglesia Católica lo que tiene que hacer es escuchar lo que lo que estamos diciendo porque es importante", afirma Efe.
Ha alertado de la existencia de "lobos con piel de oveja", entre quienes ha incluido a los obispos con los que ha tratado durante sus 40 años de trayectoria como clarisa, en referencia a los de Bilbao, Vitoria y Burgos, a quienes ha acusado de no dar respuesta a las preguntas que le han ido surgiendo en los últimos años sobre cuestiones como el ecumenismo -tendencia a la unidad de las iglesias de raíz cristiana- y la relación con el resto de fieles.
Frente a estos obispos, la abadesa ha reconocido que fue en marzo de 2023 cuando un seglar se puso en contacto con ella y le contó de la existencia de la Pía Unión dirigida por Pablo de Rojas, con quien finalmente pidió hablar y le dio respuesta a sus inquietudes sobre la fe, "con documentos, bulas, enseñanza católica: no hay comparación entre él y el obispo de Vitoria, que sale por peteneras y no te quiere contestar".
La abadesa ha tratado de desvincular a Rojas de la operación inmobiliaria que ha agravado su enfrentamiento con el obispo de Burgos y con la jerarquía eclesiástica, aunque ha tratado de evitar que las monjas desvelaran desde cuándo conocen al fundador de Pía Unión y ha restado importancia al peso de esa operación en su decisión.
No obstante, preguntada por esa operación, ha negado que la frustrada venta del convento de Derio (Vizcaya) pueda reportarles 7 millones de euros, cantidad que ve "muy inflada", y que comentó con los obispos en 2021, tras lo que fue rechazada por Roma estar la potencial venta "por debajo de tasación".
"Eso espero", ha respondido al cuestionarle por si, tras abandonar la Iglesia, podrían llevar a cabo finalmente la venta de ese inmueble, con el que pretenden adquirir en propiedad el otro de los conventos asociados, el radicado en Orduña (Vizcaya), donde ha acometido reformas de calado.