"Estamos en un proceso de cambio que genera desconcierto", recalca Díaz Sariego El presidente de CONFER denuncia la "confrontación permanente" en España
“Provenimos de un modelo de Iglesia que respondió a un momento dado, en concreto en la sociedad española. La sociedad española está evolucionando hacia otras cosas"
"Hay una clave que no exploramos bien y es, en primer lugar, buscar el bien común. Independientemente de la ideología que tenga cada uno, de la concepción que cada uno tenga del mundo, de la sociedad y de las cosas ha de primar el buscar el bien común"
"Cuando uno ve la Iglesia desde dentro, uno es capaz de valorar más en sus justos términos lo que aporta la Iglesia a la sociedad en su conjunto, lo que ha aportado a lo largo de su historia, pero también lo que aporta en estos momentos"
"Cuando uno ve la Iglesia desde dentro, uno es capaz de valorar más en sus justos términos lo que aporta la Iglesia a la sociedad en su conjunto, lo que ha aportado a lo largo de su historia, pero también lo que aporta en estos momentos"
| Rd/Servimedia
Así lo aseguró en una reciente entrevista en Servimedia Díaz Sariego, también superior provincial de Hispania de los Dominicos, en nombre de Confer, entidad que aglutina a 400 congregaciones de vida religiosa y consagrada, al ser preguntado por el papel de la Iglesia en una sociedad cada vez más alejada del catolicismo.
“Provenimos de un modelo de Iglesia que respondió a un momento dado, en concreto en la sociedad española. La sociedad española está evolucionando hacia otras cosas. Hay que estar atentos a esa evolución para ver pues también qué iglesia se requiere, para dar respuesta también a las nuevas demandas que que la sociedad va planteando. Pero en absoluto la Iglesia va a llegar un momento en que esté plenamente ausente, todo lo contrario”, aseguró.
Según el presidente de Confer, “ahora estamos en ese proceso de cambio, y como todo proceso de cambio, genera desconcierto”. "Tenemos que decir 'pues no sabemos'. No pasa nada, eso no quiere decir que no estemos buscando" o que los católicos no tengan "la inquietud de buscar y de caminar, probablemente, hacia otra iglesia en una sociedad que también va a ser distinta", continuó.
Desde Confer se vislumbra un país que está “viviendo un momento de especial crispación y sobre todo de una bipolaridad, una confrontación permanente”. “Hay una clave que no exploramos bien y es, en primer lugar, buscar el bien común. Independientemente de la ideología que tenga cada uno, de la concepción que cada uno tenga del mundo, de la sociedad y de las cosas ha de primar el buscar el bien común”, planteó.
"Hay que escucharse"
A continuación, apeló al diálogo social y humano. “Hay que escucharse”, aseveró, en referencia a que “hay que entrar en las razones del otro y discutirlas, eso siempre es legítimo”, para “desde la posición que cada uno tenga” entrar en las razones del otro. “Es de adultos intentarlo” y “buscar cuál es la razón mejor entre todos”, planteó.
El representante de la conferencia de religiosos aseguró a Servimedia que detecta “una especial agresividad” hacia la Iglesia, que explicó en que también hay “mucho desconocimiento”. “Puede ocurrir porque desde la propia Iglesia no sepamos o acertemos del todo a comunicar bien las cosas. Tendremos que hacer también nuestro trabajo y nuestros deberes y nuestra propia autocrítica, evidentemente, pero se parte mucho del desconocimiento”, prosiguió.
En este punto, Díaz Sariego subrayó que “cuando uno ve la Iglesia desde dentro, uno es capaz de valorar más en sus justos términos lo que aporta la Iglesia a la sociedad en su conjunto, lo que ha aportado a lo largo de su historia, pero también lo que aporta en estos momentos”.
“No es perfecta, claro que no lo es, que cometemos errores, pues claro que los cometemos, que no acertamos en todo, porque somos humanos”, reconoció. “Si la propia sociedad española, independientemente de la ideología de cada cual, lo conociera mayor profundidad seguramente que su posición cambiaría”, remarcó.
El presidente de Confer tampoco considera “malo” el ambiente secular que toma fuerza en la sociedad. “Probablemente la sociedad secular hacia la que vamos necesite otro modo de ser Iglesia, otra forma y otras mediaciones de ser Iglesia. En ese mundo secular sigue habiendo, por supuesto, una demanda religiosa. ¿Quién no es ajeno al dolor y al sufrimiento propio o de los demás? La expresión religiosa tiene una palabra que decir. ¿Quién no está necesitado en un momento dado de su vida de valores humanos importantes que a su vez son valores evangélicos donde la vida consagrada y la Iglesia tiene también una palabra que decir?”, reflexionó.
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