Nombres, biografías y funciones del secretario de los obispos Todos los secretarios generales de la CEE: la figura que lo controla todo
Solo once personas, todos hombres, la mayoría obispos, han ejercido las labores de secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, desde su constitución en 1966
Su función es recibir y transmitir información a todos los obispos, coordinar los trabajos de todos los departamentos de la CEE y llevar a la opinión pública de las actividades y opiniones del Episcopado en su conjunto
La evolución de sus perfiles a lo largo de casi seis décadas es un reflejo de los cambios en la sociedad y la política españolas
La evolución de sus perfiles a lo largo de casi seis décadas es un reflejo de los cambios en la sociedad y la política españolas
Un obispo español que acababa de ser nombrado por la Santa Sede comentaba con un grupo de periodistas en qué Comisión episcopal se vería más cómodo. “Esa creéis que me iría bien, pero a mí también me gustaría trabajar en esta. O en esta otra. Realmente son todas muy interesantes”. “Pues puedes presentarte a secretario general”, le respondieron.
Quizá esa es la mejor definición de la figura de secretario general de conferencia episcopal: el coordinador de todos los trabajos de los diferentes departamentos, la persona que no solo está enterada de las actividades, sino que tiene capacidad de orientar hacia dónde hay que moverse y el responsable de informar a todos los obispos sobre los asuntos de interés para el conjunto.
En cada diócesis el obispo es gobernante, pero en la Conferencia Episcopal Española (CEE) son iguales asignados a distintas secciones para el ejercicio conjunto de algunas funciones, y la persona que los conecta a todos es el secretario general.
El secretario general recoge y transmite información; levanta acta de las reuniones; propone organismos técnicos y opina sobre las personas que los dirigen, modera todos los secretariados y tiene a su cargo varias oficinas; ordena los presupuestos particulares; cuida las relaciones de la CEE con las regiones eclesiásticas; tiene voz en las reuniones de la Plenaria, de la Permanente y de la Ejecutiva, y si es obispo, también voto.
Y por si parece poco el trabajo de puertas adentro, tiene también la atribución de la portavocía de puertas afuera: “Informar a la opinión pública de las actividades y resoluciones de la Asamblea Plenaria y de la Comisión Permanente, así como de cualquier otro asunto relativo a la Conferencia Episcopal, de acuerdo con el Presidente” (art. 45 de los Estatutos).
Los elegidos
Solo once personas han ejercido el cargo de secretario general de la CEE. Y es que la Conferencia se constituyó como tal en 1966 (al igual que el resto de conferencias del mundo, a la luz del Vaticano II).
Los primeros estatutos se aprobaron el 27 de febrero, y de esa primera Asamblea Plenaria salieron Fernando Quiroga Palacios como primer presidente, Casimiro Morcillo como vicepresidente y José Guerra Campos como primer secretario general.
Entonces dependía directamente de la Comisión Permanente (formada por unos pocos obispos); hoy depende de la Permanente y de la Asamblea Plenaria (el órgano al que pertenecen todos). Entonces el cargo duraba dos trienios, con posibles reelecciones; hoy es un período de cinco años, con posibilidad de reelección solo para un segundo quinquenio sucesivo; solo una persona lo ha conseguido, Juan Antonio Martínez Camino.
Al secretario general de la CEE le elige el conjunto de los obispos españoles. Solo tres de once han sido sacerdotes
Al secretario general lo elige la Plenaria a propuesta de la Permanente: entran en la candidatura todos los nombres presentados por al menos diez obispos. Y aunque en los Estatutos no se explicita, pueden ser obispos o sacerdotes. De hecho, tres de los once secretarios han sido sacerdotes: Jesús Iribarren, Martínez Camino y José M.ª Gil Tamayo.
Paréntesis: en los Estatutos no se explicita absolutamente nada sobre entre qué grupo de personas hay que escoger al secretario general; no se dice que tenga que ser un hombre ordenado. Así que algún día podríamos ver a un laico como secretario general, o a una mujer.
El actual secretario general de la CEE es el obispo César García Magán.
Cuál es perfil del secretario general
En casi 6 décadas de historia, ha habido once personas que han ejercido el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Observando sus perfiles y trayectorias, podemos establecer un patrón según el cual el secretario general de la CEE es un hombre (11 de 11), obispo (8 de 11) u obispo auxiliar de una diócesis cercana a Madrid (7 de 11), que al finalizar el servicio en la Conferencia Episcopal recibe una sede titular o de mayor importancia (8 de 11), y en ocasiones ha ocupado, más adelante, la vicepresidencia y/o la presidencia (2 de 10).
Estos son los once secretarios generales de la Conferencia Episcopal Española:
José Guerra Campos, el primero
Nacido en Ames (A Coruña) en 1920, José Guerra Campos estudió en el Seminario de Santiago de Compostela (con una interrupción durante la Guerra Civil, donde luchó como soldado), en la Pontificia Universidad Gregoriana y en la Universidad Pontificia de Salamanca. Ordenado sacerdote en 1944, fue profesor, consiliario de los Jóvenes Universitarios de Acción Católica y secretario de las Juntas de los Años Santos Jacobeos, entre otras ocupaciones.
En 1962 y 1963, fue consultor del Episcopado Español en el Concilio Vaticano II, y tras ser nombrado obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, participó en las sesiones de 1964 y 1965.
El 1 de marzo de 1966, José Guerra Campos se convirtió en el primer secretario general de la CEE, siendo el presidente Fernando Quiroga Palacios, arzobispo de Santiago, y el vicepresidente Casimiro Morcillo, arzobispo de Madrid-Alcalá. Ejerció el cargo durante dos trienios, hasta 1972.
Después fue nombrado obispo de Cuenca y, entre otras muchas funciones, fue presidente de la Comisión Asesora de Programas Religiosos de RTVE (hasta 1973) y procurador en las Cortes Españolas por designación de Franco (hasta 1976), donde votó contra de la Ley para la Reforma Política que derogaba los Principios Fundamentales del Movimiento y mostró su rechazo a la Constitución. Se trasladó a un convento en Cataluña y dejó de asistir a las reuniones de la CEE, en desacuerdo con el rumbo de la Iglesia española. Murió en, Sentmenat, Barcelona, en 1997.
Elías Yanes, colaborador de Tarancón en el paso a la democracia
Elías Yanes pasó por los tres puestos más importantes de la CEE: secretario general (1972-1977), vicepresidente (1987-1993) y presidente (1993-1999).
Nacido en la isla de La Palma en 1928, se incardinó como sacerdotes en la diócesis de Tenerife y compaginó la docencia con las labores diocesanas, principalmente como consiliario de Acción Católica, de Cursillos de Cristiandad y de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
En 1970 fue nombrado obispo auxiliar de Oviedo, siendo arzobispo Gabino Díaz Merchán. Durante su etapa como secretario general (1972-1977), coincidió con Tarancón en la presidencia, justo al final del franquismo y primeros años de la democracia, etapa crucial para la Iglesia española.
En 1977 fue designado arzobispo de Zaragoza. Falleció en la capital aragonesa en 2018.
Jesús Iribarren, sacerdote y periodista en la Transición
Nacido en 1912 en la localidad alavesa de Villarreal y ordenado sacerdote durante la Guerra Civil, se trasladó a Madrid como director de la revista ‘Ecclesia’ (1942-1954) y de la agencia ‘Prensa asociada’, ambas de la CEE.
Entre otros muchos hitos, fundó la Oficina de Estadística de la Iglesia de España y desarrolló una amplia trayectoria periodística, como editorialista y miembro del Consejo de Redacción del diario ‘Ya’, miembro de la Editorial Católica (Edica), director de la Oficina Española para la información sobre el Vaticano II, secretario general de la Unión Católica Internacional de la Prensa y consultor del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
Prelado de Honor de Su Santidad, fue el primer sacerdote que ejerció como secretario general de la CEE (1977-1982), coincidiendo con la aprobación de la Constitución española y la entrada en vigor de los Acuerdos Iglesia-Estado. Tomó parte en el traslado de la CEE a la sede de la calle Añastro y en la preparación del primer viaje apostólico de Juan Pablo II a España.
Falleció en Vitoria en el año 2000, a los 88 años.
Fernando Sebastián, el gran teólogo
Metidos ya en una nueva etapa política y social, el claretiano Fernando Sebastián Aguilar ejerció como secretario general de la CEE durante seis años (1982-1988), coincidiendo en la presidencia con Gabino Díaz Merchán.
Nacido en Calatayud, Zaragoza, en 1929, estudió en el Ateneo Pontificio “Angelicum” de Roma, en el Instituto Católico de París y en la Universidad Católica de Lovaina. Destacado teólogo, fue docente en varios centros y universidades y rector de la Universidad Pontificia de Salamanca; fundó y dirigió la revista ‘Iglesia Viva’, cuyo objetivo era difundir las enseñanzas del Vaticano II al público de habla española.
En 1979 fue nombrado obispo de León, pero acabó renunciando a la sede después de su elección como secretario general; posteriormente también fue vicepresidente (1993-1999). Algunos de los más importantes documentos de la Conferencia son suyos.
Como obispo, pasó por las diócesis de León, Granada, y Pamplona y Tudela, y presidió la Fundación Pablo VI. Francisco le creó cardenal en 2014. Murió en 2019 en Málaga.
Agustín García-Gasco, 'equipo Suquía'
Nacido en Corral de Almaguer (Toledo) en 1931, ingresó en el Seminario de Madrid-Alcalá en 1944 y siempre estuvo vinculado a esa diócesis, en una momento de gran crecimiento. Estudió Teología en Comillas y Ciencias Empresariales en Barcelona. En 1985 fue nombrado obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, siendo el arzobispo Ángel Suquía, y asumió la presidencia del hoy denominado Instituto Superior de Ciencias Religiosas ‘San Agustín’.
En la CEE, Suquía ejercía como presidente, después de la larga etapa de Tarancón y Díaz Merchán, cuando García-Gasco fue elegido secretario general (1988-1993). Un poco antes de terminar su quinquenio, fue designado arzobispo de Valencia, donde recibió a Benedicto XVI para clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias.
Fue nombrado cardenal en 2008 y falleció en Roma el 1 de mayo de 2011, el día de la beatificación de Juan Pablo II, a la que preveía asistir.
José Sánchez, el obispo de los migrantes
José Sánchez había sido obispo auxiliar de Oviedo junto a Elías Yanes en la época de Gabino Díaz Merchán como arzobispo, después de Tarancón. En ese ambiente y con esa sensibilidad de Iglesia creció como obispo, cuando llegó a la Secretaría General de la CEE (1993-1998), siendo Yanes presidente (y estando en Moncloa el PP de Aznar).
Sánchez había vivido durante dos décadas en Alemania, prestando atención pastoral a los españoles emigrados. A su vuelta, fue nombrado auxiliar de Oviedo (1980) y unos años después, obispo de Sigüenza-Guadalajara (1991). En la CEE siempre ha estado vinculado a la Comisión Episcopal de Migraciones, que presidió durante seis años (2005-2011), y en la Curia romana fue miembro de los Pontificios Consejos para las Migraciones y para las Comunicaciones Sociales.
Tiene la Medalla de Honor de la República Federal Alemana y la Medalla al Honor a la Emigración otorgada por el Ministerio de Trabajo en Inmigración en 2011. Actualmente tiene 88 años y es el obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara.
Juan José Asenjo, entre Yanes y Rouco
Natural de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Juan José Asenjo se formó en la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y al regresar a España desarrolló su ministerio pastoral en su diócesis natal.
Siendo todavía sacerdote, fue nombrado vicesecretario para Asuntos Generales de la CEE (1993-1997), cargo que desempeñó hasta que fue ordenado obispo auxiliar de Toledo.
Un año después, Asenjo fue secretario general y portavoz de la CEE durante cinco años (1998-2003). Coincidió con el último año de presidencia de Elías Yanes y el primer trienio de Antonio M.ª Rouco Varela. Entre otras muchas responsabilidades, fue copresidente de la Comisión Mixta del Ministerio de Educación y Cultura y de la CEE para el seguimiento del Plan Nacional de Catedrales, y coordinó la quinta y última visita de Juan Pablo II a España (mayo de 2003).
Al finalizar su quinquenio fue nombrado obispo de Córdoba y posteriormente trasladado a Sevilla. En la actualidad es el arzobispo emérito de Sevilla.
Juan Antonio Martínez Camino, el que ha estado más tiempo
El jesuita asturiano Juan Antonio Martínez Camino es el secretario general de la CEE que ha durado más tiempo en el cargo: diez años, encadenando dos mandatos consecutivos entre 2003 y 2013. Su trayectoria en la CEE estuvo muy vinculada a la de Antonio Mª Rouco Varela y, en lo político, al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Se formó en Valladolid, en Madrid y en Frankfurt e ingresó en la Compañía de Jesús en 1974, siendo ordenado en 1980. Después de unos años trabajando en Madrid, fue designado como director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe (1993-2001), donde coincidió con Ricardo Blázquez, Eugenio Romero Pose, Agustín García-Gasco y Javier Martínez como presidentes sucesivos de la Comisión.
En 2003, siendo Rouco presidente de la CEE, los obispos eligieron a Martínez Camino como secretario general y portavoz. Y en 2008 le reeligieron, de nuevo con Rouco en la presidencia, tras la etapa de Blázquez. Fueron además años muy intensos en las relaciones Iglesia-Gobierno, con las controvertidas leyes sobre el matrimonio homosexual o la reforma del aborto, y las consecuentes manifestaciones en las calles.
Martínez Camino llegó a la Secretaría como sacerdote, y antes de su reelección fue consagrado obispo auxiliar de Madrid (2007, siendo Rouco el cardenal arzobispo), cargo que mantiene en la actualidad.
José María Gil Tamayo, el Iribarren del siglo XXI
El sacerdote extremeño José María Gil Tamayo tenía una amplísima experiencia en tareas informativas en el ámbito de Iglesia y su cara era muy reconocida cuando fue designado secretario general y portavoz e la CEE, cargos que ejerció entre 2013 y 2018. Su trayectoria recuerda a la de Jesús Iribarren.
Licenciado en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, el arzobispo Antonio Montero le mandó a estudiar Periodismo y le encargó varias responsabilidades relacionadas con los medios de comunicación. Durante 13 años (1998-2011) dirigió el Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, y en 2013 fue portavoz en lengua española en la Santa Sede, adjunto a Federico Lombardi, en el período entre la renuncia de Benedicto XVI y la elección de Francisco.
La Asamblea Plenaria nombró a Gil Tamayo secretario general en noviembre de 2018, coincidiendo con Rouco primero y Blázquez después como presidentes de la CEE. Días antes de finalizar su quinquenio, fue nombrado obispo de Ávila. En la actualidad es obispo coadjutor de Granada.
Luis Argüello, solo cuatro años
Luis Javier Argüello había desarrollado todo ministerio sacerdotal en Valladolid cuando, en 2016, fue nombrado obispo auxiliar del arzobispo Blázquez y se reveló como gestor sensato y con gran capacidad de trabajo.
Como ha pasado con otros secretarios a lo largo de la historia, su arzobispo titular era también el presidente de la CEE cuando fue elegido secretario general de la Conferencia, en 2018. Aunque debía ocupar el cargo hasta 2023, Argüello no ha terminado su mandato de cinco años: en junio de 2022 fue nombrado arzobispo de Valladolid en sustitución de Blázquez y anunció su intención de no seguir como secretario general, lo que motivó el adelanto de elecciones para un nuevo secretario general.
César García Magán, el actual secretario general
Especialista en Derecho Canónico, César García Magán estudió en Toledo, en Madrid y en Roma, y además de su formación teológica, estudió la carrera diplomática. Tras su ordenación sacerdotal, desempeñó varias responsabilidades en la Archidiócesis de Toledo y posteriormente trabajó en diferentes nunciaturas apostólicas entre 1991 y 2006: Filipinas, Colombia, Nicaragua, Francia y Serbia.
A su vuelta a Toledo en 2007, García Magán ocupó distintos cargos en la Curia diocesana, el más importante, vicario general (2018-2022).
En enero de 2022 fue consagrado obispo auxiliar de Toledo, y el 23 de noviembre la Asamblea Plenaria le designó secretario general de la CEE.
Entre las funciones de la Secretaría General se incluye la portavocía de los obispos españoles. García Magán tiene una cierta experiencia en la relación con los medios, pues ha realizado diversas colaboraciones en medios de comunicación, como el programa ‘La linterna de la Iglesia’ (COPE), Radio Santa María de Toledo, el Canal Diocesano de Televisión y Trece TV.