En las tomas de posesión de los llamados “los tres fernandos” El Nuncio del Papa en las ordenaciones episcopales (IV)
"El el Código de Derecho canónico no se menciona al Nuncio. Fui luego al Catecismo de la Iglesia Católica y al Pontifical romano sobre Ordenaciones episcopales, no encontrando tampoco allí al Nuntius"
De la Ordenación y toma de posesión de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol por don Fernando G. Cadiñanos, clérigo de la Archidiócesis de Burgos, el 4 de septiembre de 2021
De la ordenación y toma de posesión de la Diócesis de San Sebastián por don Fernando Pardo, clérigo de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, el 17 de diciembre de 2022
De la ordenación y toma de posesión de la Diócesis de San Sebastián por don Fernando Pardo, clérigo de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, el 17 de diciembre de 2022
La llamada actualidad es excitante y picante como las guindillas, y es inagotable para gozo de periodistas que así no paran. Y la actualidad religiosa también lo es: que si la Iglesia por exceso de jerarquía va a desaparecer; que si al impecable monseñor Georg Gänswein se le van a ver los calcetines, pues le va a ser imposible seguir midiendo el largo de sus sotanas con la precisión de un ceremoniero pontificio; y que si murió otro cardenal sin haber hecho la autopsia con la consiguiente estampida de sospechas, muy de Netflix, la productora. Etc. y etcétera.
Todo lo anterior y mucho más, tan interesante, obliga a que este escritor, que no sabe lo que es, si jurista o teólogo, y que sí sabe lo que no es, ni es pastor ni periodista, dude en “tratar” lo del título del enunciado y se pregunte: ¿A quién podrá interesar?
Aún sin saber la respuesta a la pregunta y con excitación de celo o zelus, que ya expliqué lo que era en mi artículo anterior (3ª parte), el de Los canonistas, el nuncio y el de Secretario/Prefecto, voy a ello, cual cornudo tras la muleta.
Al ser el Romano Pontífice tantas y tan importantes categorías canónico-teológicas, Obispo de la Iglesia Romana, cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra, constituyente de Obispos y firmante de Bulas de nombramientos en el Laterano, pensé, con optimismo, que su representante o Nuntius debería ser muy importante, aunque no tanto, al menos en las ceremonias de ordenación episcopal y tomas de posesión de diócesis.
Primero fui a los textos, resultando, para sorpresa y perplejidad, que el Código de Derecho canónico, el de ahora y el de Benedicto XV, al regular lo de los obispos al principio y lo del sacramento del Orden del episcopado más adelante, no se menciona al Nuntius (lo del canon 362 y siguientes no interesa ahora). Fui luego al Catecismo de la Iglesia Católica y al Pontifical romano sobre Ordenaciones episcopales, no encontrando tampoco allí al Nuntius. En esos diferentes textos leí muchas normas y preceptos, imperativos, sobre las Ordenaciones y las tomas de posesión, como por ejemplo que ha de haber un ordenante principal y otros dos no principales, debiendo ser los tres obispos (canon 1014), o que el Arzobispo metropolitano ha de ser uno de los ordenantes al obispo sufragáneo. Pero reitero, del Nuntius o representante papal, nada de nada.
En segundo lugar, y por la sorpresa y perplejidad en el párrafo anterior manifestada, y también por una curiositas ciceroniana o el vulgar “fisgueo”, quise ver cómo eran in situ aquellas ceremonias de ordenación. Al saber que en ellas estaba presente el Nuntius, me pregunté: ¿Qué hará? A ello fui, habiendo anunciado con antelación que escribiría de las ordenaciones episcopales y tomas de posesión de los llamados “los tres fernandos”, monseñor Fernando Valera, hoy Obispo de Zamora, monseñor Fernando G. Cadiñanos, hoy Obispo de Mondoñedo-Ferrol, y monseñor Fernando Prado, hoy Obispo de San Sebastián. He de añadir que desde los años 2019-2020 ha habido muchas ceremonias de consagración episcopal y tomas de posesión de diócesis, por ejemplo, últimamente a pares en Aragón y a pares en Extremadura, lo que da idea del duro trabajo del representante filipino del Papa, aunque se apellide Auza y no Aupa.
E hice tal elección, teniendo en cuenta lo siguiente:
a) Estuve presente en las tres Ordenaciones, las dos primeras en tiempos duros de pandemia (la última en diciembre de 2022). Vi, pues, lo que quise ver.
b) Las tres fueron ordenaciones o consagraciones episcopales, seguidas, dentro de la Santa Misa, de la toma de posesión de la Diócesis respectiva, en lo que jurídicamente se llama “unidad de acto”. Eso es diferente de las llamadas tomas de posesión “simples”, en las que el Obispo llega ya consagrado anteriormente, lo que ocurrió, por ejemplo, con la toma de posesión del actual Obispo de Astorga (18 de julio de 2020) que ya había sido ordenado Obispo (era ya auxiliar de Santiago de Compostela) o con la toma de posesión del actual Obispo de Bilbao (3 de julio de 2021) que ya había sido ordenado Obispo (era ya auxiliar de Bilbao.
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1º.- De la Ordenación y toma de posesión de la Diócesis de Zamora por don Fernando Valera, clérigo de la de Cartagena, el 12 de diciembre de 2020.
Tal ceremonia fue muy interesante; la única en la que el representante del Papa fue el ordenante principal, siendo los otros ordenantes, no principales, su metropolitano, el Arzobispo de Valladolid, Monseñor Blázquez, y el Obispo de Cartagena, monseñor Lorca, que parecía estar muy contento en la consagración, unos días antes de que saliera el “escandalazo” por haber adelantado indebidamente el reglado turno de la vacunación contra el covid-19 en el Hogar de Betania de Murcia, error en el que no cayó, por cierto, su auxiliar, hoy Obispo de Jaén, monseñor Sebastián Chico, demostrando así habilidad y buen regate, pues de haberse vacunado “con trampa” y saberse, tal vez ahora no sería el Obispo de los olivos.
A mí me gustó, me pareció correcto y coherente que fuera el representante del Vicario de Cristo y cabeza del Colegio de los obispos, el ordenante principal en la ceremonia de consagración y de toma de posesión de la Diócesis de Zamora, muy importante, fundada en el año 900, que fue arrasada por el moro Almanzor en el año 986. Permitir el metropolitano, monseñor Blázquez, que fuera el Nuncio y no él el ordenante principal, es para tener muy en cuenta. ¡Cosas de los místicos de Ávila! Tal generosidad -y añado- no la he vuelto a ver, y con el añadido de que la Archidiócesis de Valladolid es metropolitana de la de la Diócesis de Zamora en virtud del Concordato de 1851, tan interesante para mí y que tanto estudié, pues fue el Concordato de las consecuencias de la llamada Desamortización.
Y el Nuncio y los demás celebrantes acompañaron a don Fernando en el paseíllo previo a la Catedral. La predicación homilética fue también del Nuncio, que señaló el honor, naturalmente, que significa representar al Papa, e indicando con toda solemnidad: “Como representante del santo Padre en España, gozo de poder llevar a término esa decisión de ordenarte Obispo y asistir a la toma de posesión de esa Iglesia local de Zamora”. Don Fernando luego se sentó en la cátedra con anillo, mitra y báculo, tomando así posesión, una vez consagrado obispo. Originalidad canónica esa, la de tomar posesión, sentándose.
Muy importante y muy sentida resultó la primera alocución de don Fernando como Obispo, comenzando y terminando dando gracias, gracias y gracias, quedando los presentes impresionados y el Nuncio también, y una buena impresión continuada hasta hoy, y de mucho futuro, como bien saben los que deciden y mandan en estas cuestiones, de cara o de espalda ante los próximos cambios diocesanos e inminentes.
2º.- De la Ordenación y toma de posesión de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol por don Fernando G. Cadiñanos, clérigo de la Archidiócesis de Burgos, el 4 de septiembre de 2021.
En esta ceremonia de Ordenación episcopal, en la Catedral de Mondoñedo, el ordenante principal ya no fue el nuncio, sino monseñor Barrio, muy sereno aunque nacido en uno de La Polvorosa zamorana, Arzobispo y metropolitano de Santiago de Compostela, siendo consagrantes u ordenantes no principales el representante del Papa y monseñor Fidel Herráez, emérito de la Archidiócesis de Burgos, en la actualidad Consiliario Nacional de la Asociación Católica de Propagandistas, lo cual es interesante por varios motivos.
La Homilía fue del ordenante principal, monseñor Barrio, el cual, momentos antes de la toma de posesión, cedió el sitio central al Nuncio papal, el cual dijo: “En nombre del santo Padre le invito a tomar posesión de su sede episcopal”. Todos los ordenantes y el ordenado fueron a la sede y don Fernando, sentándose en la misma, con anillo, mitra y báculo, tomó posesión.
Aquí, pues, el Nuncio en Mondoñedo, dejó de ser el ordenante principal, pero mantuvo un cierto protagonismo que desaparecerá, como veremos en la ordenación episcopal y toma de posesión del tercer Fernando.
Y don Fernando G. Cadiñanos, en alarde de tipo fino, sin accesorio de kilos de más, y manoseando la mascarilla, se movió con soltura en toda la ceremonia y también en el paseíllo previo por las rúas de Mondoñedo, desde el Ayuntamiento a la Catedral, siendo mirado, también, por don Álvaro Cunqueiro desde su estatua, y todo ello mientras el campanero, don Valentín, empujaba los badajos campanarios para ruido de músicas, como hice constar en mi crónica. En aquel paseíllo estaba también el Nuncio, aunque en conversación continua, pareciendo conspirativa, con el Obispo de León, monseñor de Las Heras, y antes de allí mismo.
Es de advertir que don Fernando G. Cadiñanos puso en marcha en Burgos un departamento de formación sociopolítica, de lo cual más de un cura de Mondoñedo-Ferrol, al día de hoy, está muy necesitado y como medida de precaución y de protección al señor Obispo. Siempre se dijo que los de Viveiro…
3º.- De la ordenación y toma de posesión de la Diócesis de San Sebastián por don Fernando Pardo, clérigo de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, el 17 de diciembre de 2022.
Está aún reciente mi crónica, aquí publicada el mismo día 17 de diciembre, precedida de otra que titulé Víspera de la ordenación episcopal en Donostia.
La actuación del representante del Papa en España, en una de las Diócesis de Euskalerría, fue peculiar y de mucho interés, y que es lo que ahora nos interesará para mañana, o sea, la próxima semana. Y sin distracciones, pues ese mismo personaje, representante o Nuntius, junto a los internuncios o pronuncios si los hubiere, pertenece al cuerpo de diplomáticos vaticanos, diplomáticos de la Santa Sede y del Papa, todos diplomáticos-sacerdotes, clérigos de breviario mucho más que laicos de comunión diaria.
Continuará.
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