Dignitas Infinita: Toma y daca (y IV) "El cristianismo es el superador de todas las oposiciones, entre ellas, de las diferencias entre hombre y mujer"
"Contraste radical sobre el sexo y género, según los cristianos y la Iglesia Católica, de una parte, y los partidarios, muy numerosos e importantes, de la “Teoría del género”, de la otra"
"La Iglesia católica a “la teoría del género” en la Declaración D.I, la descalifica y la considera 'extremadamente peligrosa'"
"Las críticas provenientes de “la teoría del género” al Vaticano son muy duras"
"Las críticas provenientes de “la teoría del género” al Vaticano son muy duras"
I.- Siguiendo con la teoría de género:
A principios del pasado mes de abril se hizo pública la Declaración Dignitas Infinita, sobre la Dignidad humana, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa Francisco, siendo su fecha del 2 de abril de 2024. Casi un mes después, el domingo, 5 de mayo, el diario El País publicó una entrevista a Judith Butler, filósofa, profesora de la Universidad de Berkeley (California), que en el año 1990 había publicado el libro, que en España se tituló El género en disputa, iniciadora de los llamados Genders Studies y la teoría queer. Conservo la anterior entrevista, también en El País, del domingo 1 de mayo de 2022, siendo entonces la periodista entrevistadora Carmen Pérez-Lanzac
La entrevista última a J. Butler, publicada en el periódico español y realizada en París, fue con ocasión de la presentación del nuevo libro de la norteamericana, titulado en castellano, ¿Quién teme al género?, editado por Paidós. El periodista entrevistador escribió de la entrevistada, gran figura de la llamada “Teoría del Género”, que es una de las figuras intelectuales mas influyentes de nuestro tiempo”.
A esa “Teoría”, la Declaración vaticana, dedica un apartado dentro de lo que considera “Algunas violaciones graves de la dignidad humana”. Ya explicamos, en la anterior y 3ª parte, en qué consiste esa teoría del género, que supone una ruptura total con el catolicismo y lo judío-cristiano, y que procediendo de un feminismo radical, se opone también a algunos planteamientos feministas, siendo las críticas a esos planteamientos el objeto y explicaciones del nuevo libro de Butler.
El género, según esta teoría radical, con distinción binaria entre lo masculino y femenino, no tiene que ver con la biología (el sexo biológico), que es cualidad personal y fija desde el principio (sex), sino que es mudable y consecuencia de lo cultural y social (gender), lo cual tiene muchas implicaciones y derivadas, siendo una la cambiante identidad sexual de las personas. A ello se refiere la Declaración vaticana (D.I.) cuando dice: “No hay que ignorar que el sexo biológico (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender) se pueden distinguir pero no separar”. Sexo natural e identidad sexual fija, por un lado, y sexo social y cultural, por otro, e identidad sexual variable.
El libro ¿Quién teme al género? lo encontré en una librería gijonesa, el martes, 7 de mayo, manifestándome el librero Valentín, que lo había recibido la misma mañana. Naturalmente, compré el libro y pude leer, al principio, debajo de la indicación de que la 1ª Edición es de mayo de 2024, lo siguiente: “La lectura abre horizontes, iguala oportunidades y construye una sociedad mejor”. Totalmente de acuerdo, pensé. Y a ese libro, evidentemente por cuestiones temporales, no se pudo referir la Declaración vaticana, ni es respuesta al libro de Butler a esa Declaración.
Analizar cuestiones importantes que J. Butler trata de explicar y resolver en su nuevo libro, muy de la “Teoría del género”, excederá del objeto de este artículo. Pero si es de él, destacar el contraste radical sobre el sexo y género, según los cristianos y la Iglesia Católica, de una parte, y los partidarios, muy numerosos e importantes, de la “Teoría del género”, de la otra.
El título, de tanta interrogación, me recuerda que ya en el año 2021, el 8 de abril, aquí, en Religión Digital, escribí un largo artículo, que titulé Miedo al sexo, siendo la palabra Miedo, muy importante, antes y ahora, tal como resulta de la lectura del último libro de Butler, que, en la página 35 escribe: “Al preguntar quién teme al género también estoy preguntando quién tiene miedo de qué y cuál es la mejor forma de entender el miedo resultante y sus efectos políticos”.
La Iglesia católica a “la teoría del género” en la Declaración D.I, la descalifica y la considera “extremadamente peligrosa”. Es natural que una Religión, remita a Dios, en el que, cree y atribuye existencia, y que la antropología cristiana reitere lo de la Biblia: diferencia sexual y desde el principio, entre el hombre y la mujer por haberlo así querido Dios (“hombre y mujer, obra de Dios creador” y “el cuerpo del hombre participa de la dignidad de la imagen de Dios”), en lo que no cabe la autonomía ni derecho alguno; no hay elección posible, estando todo determinado.
Y el Vaticano da mucha importancia a “la teoría del género”, pues reconoce “su consistencia científica” y el mucho debate que suscita en la “comunidad de expertos”, considerando el cambio de sexo como otra violación más y grave de la dignidad humana.
A la recíproca, las críticas provenientes de “la teoría del género” al Vaticano son muy duras. Varios párrafos del último libro de Butler habrán de traerse a colación, siendo dos, entre otras, las anotaciones posibles. Una, sobre el Papa Francisco, del que se escribe lo siguiente: “La decisión del Vaticano de recurrir a este tipo de retórica incendiaria es, por supuesto, bastante destructiva, dada la influencia de la institución y la ALTA ESTIMA GENERAL EN LA QUE SE TIENE AL PAPA FRANCISCO”. En la página 93 del libro, escribe Butler: “Aunque en círculos progresistas se suele considerar al papa Francisco más progresista que a Ratzinger, el papa actual ha amplificado la retórica de Ratzinger, comparando el poder destructivo del género con el nazismo y la guerra nuclear”.
Y la otra anotación, debiendo de tenerse en cuenta que si Judith Butler dedica un capítulo entero a analizar “El punto de vista del Vaticano” (páginas 91 a 112), en la Introducción, titulada Ideología de género y miedo a la destrucción, saetea punzante y sin contemplaciones: “Esta línea de pensamiento (es decir que educar a la infancia en el “genero” equivale a un maltrato) olvida convenientemente la larga y espantosa historia de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes que posteriormente son exonerados y protegidos por la Iglesia”.
Serán los católicos los que habrán de asumir los mandatos de su Iglesia, y habrán de argumentar que en los textos, bíblicos y patrísticos, no existe superioridad del varón sobre la hembra, sino que ambos, creados por el mismo Dios y a su imagen, se complementan -complementarismo cristiano-. El cristianismo es el superador de todas las oposiciones, entre ellas, de las diferencias entre hombre y mujer. Y serán los cristianos y católicos los que tengan que argumentar, por ejemplo, sobre la igualdad del consentimiento entre hombre y mujer para el pacto matrimonial, constituyente de la comunidad conyugal heterosexual, y por el cual, como dicen los textos canónicos, el varón se entrega a la hembra y la hembra al varón. Complementarismo entre sexos -repito-.
Será a los católicos y cristianos a los que corresponda también argumentar que el patriarcado no hunde sus raíces en lo religioso, no queriendo la religión destruir lo femenino, como feministas, unas más radicales que otras, casi certifican. Y habrán de darse razones convincentes explicando que el matrimonio ha de ser exclusivamente heterosexual y por qué se niega la realidad de las personas a las que no se considera fetén. Y por aquí aparecen las bendiciones de Fiducia Supplicans.
Es complicado de razonar, pues, para unos, religiosos, lo “natural” ha de respetarse, intocable; para los otros es lo contrario, es precisamente lo natural el derecho de autodeterminación de todos y en todo, con cambio de sexo incluido. Y ser lo que se quiere ser, es más que un deseo; tiene una finalidad muy humana, muy alejada de eso llamado “convertirse en Dios”. Juan Manuel de Prada, en “Teología trans” (ABC, 15 de octubre de 2023), escribe a la manera clásica: ”Y entre todas estas triquiñuelas ninguna tan sugestiva como “hacernos como dioses”, desembarazándonos de los límites biológicos de nuestra naturaleza”. El papa Francisco en la Audiencia General del 22 de febrero de 2017, que recordó a San Pablo, dijo: “La creación es un don maravilloso que Dios ha puesto en nuestras manos”. Y aplicar criterios estéticos, acerca de si la diferencia o indiferencia sexual es más o menos de belleza, suena a inconsistencia.
¿Será verdad lo escrito por Gianni Vattimo, en Adiós a la verdad? Escribió Vattimo: “En muchos sentidos, lo que la Iglesia (católica) está haciendo hoy en relación con la sexualidad y más en general, en su defensa de la “naturaleza (familia, manipulación genética, antropología bíblica…) es lo mismo que hizo contra Galileo y la cosmología copernicana”.
Y no olvido lo que escribí en 2021: “Que el no conformarse con el simple deseo, es generador de trastornos mentales, estando en la “liberación”, la pretensión fundamental de Judith Butler, pues vivir no es vivir en la soledad del deseo: siempre hay que añadir el reconocimiento. Y en todo esto ronda la dignidad humana, ante lo cual, una cierta sensibilidad religiosa ha de aparecer y de hecho aparece en personas muy religiosas.
Recordando a la Ley alemana de “Autodeterminación de género” (abril 2024), que entrará en vigor el 1 de noviembre, es muy posterior a la Ley española 4/2023, de 28 de febrero, denominada “para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”. Las definiciones en la Ley, de identidad sexual, que es “Vivencia interna e individual del sexo tal y como cada persona la siente y autodefine, pudiendo o no corresponder con el sexo asignado al nacer” y de expresión de género, que es “manifestación que cada persona hace de su identidad sexual”, señalan el parentesco legal con la teoría del género.
II.- La maternidad subrogada:
Lo de la maternidad subrogada es según Dignitas Infinita otra de las violaciones graves de la dignidad humana. A la “gestación por sustitución” se dedica el artículo 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, cuyo texto dice lo siguiente: “1. Será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero.2. La filiación de los hijos nacidos por gestación de sustitución será determinada por el parto. 3. Queda a salvo la posible acción de reclamación de la paternidad respecto del padre biológico, conforme a las reglas generales”.
Con el texto trascrito de esa Ley, firmada por el presidente del Gobierno de entonces, Rodríguez Zapatero, no resultará extraño que la Sala de lo Civil (1ª) del Tribunal Supremo español, en sesión de pleno, por unanimidad, haya considerado contraria a derecho la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que estimó válida una maternidad subrogada. Esa sentencia del Tribunal Supremo es de fecha 31 de marzo de 2022, la número 1153/2022.
Los razonamientos de la sentencia son parecidos a los argumentos contrarios a la maternidad subrogada según la Declaración vaticana, que señala las palabras contrarias del Papa Francisco, de “claridad única”.
III.- Algo colateral a lo del aborto:
A estas alturas es indiscutible que la gran parte de los derechos positivos en Europa dan entrada al aborto, siendo considerado como un derecho de la mujer. Y la cuestión llegó al máximo, hace días, con la inclusión del derecho al aborto en la Constitución francesa por acuerdo parlamentario el 4 de marzo de este mismo año. Francia se ha convertido en el primer país del mundo en reconocer el derecho al aborto en su Constitución, cuyo objetivo es prohibir que una ley ordinaria cuestione esta libertad en el futuro”.
Es curioso que el Tribunal Constitucional español, por sentencia de 44/2023, de 9 de mayo, haya resuelto, tantos años después, el Recurso de Inconstitucionalidad contra la Ley orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo. Es curioso, en tiempos de un Tribunal Constitucional de mayoría conservadora -que ya pasaron- no se haya hincado el diente a esa cuestión. Necesitaríamos explicaciones de exmagistrados muy conservadores y católicos del porqué haber dejado dormir el Recurso de Inconstitucionalidad contra la Ley 2/2010.
En relación al derecho al aborto de las mujeres, ha de recordarse:
A.- La petición de que tal derecho se incluya en la ”Carta europea de Derechos fundamentales”, lo cual no es fácil, al exigirse la unanimidad de los Estados.
B.- Cada vez son más las voces que estiman que ese derecho de las mujeres está amenazado en Europa, bien por legislaciones nacionales restrictivas, bien por dificultades materiales (se dice que el 80% de los ginecólogos del Sur de Italia han suscrito la cláusula de conciencia de no practicar abortos). Y se ha de tener en cuenta que los movimientos antiaborto están muy financiados (caso de Polonia, Italia y Hungría).
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