¡Feliz martes! No es mala cosa esa de alabar a Dios, porque, solo así, los cristianos nos reconoceremos totalmente dependientes de él, vulnerables y profundamente humanos. La polifonía de hoy nos ayudará a profundizar en este misterio.

El gran maestro que hoy estará con nosotros es Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), compositor italiano nacido en Palestrina. Fue niño de coro de la basílica de Santa María La Mayor de Roma. En 1544 fue nombrado maestro de capilla de la catedral de su pueblo natal. Posteriormente fue promocionado a Roma, donde se hizo cargo de la Capilla Julia de San Pedro. Su coro estaba formado por italianos, con lo que se distinguía del de la Capilla Sixtina, que desde tiempos de Dufay estaba formado por los míticos cantores flamencos. Desde que Palestrina fue nombrado maestro de esa capila, comenzó a cantar con ellos las piezas contenidas en sus libros de misas, que fueron los primeros dedicados a un papa por un compositor italiano. Desde entonces Palestrina se hizo un músico tan influyente que está considerado como el más grande de su época, llegando su apellido casi a ser sinónimo de polifonía.

Disfrutemos de su motete Exsultate Deo. Es uno de los motetes más conocidos de Palestrina de entre los 375 que compuso. Las doces describen de una forma muy especial a los instrumentos musicales. Ellos nos hace abandonar de inmediato eso de que la música del maestro italiano es fría y abstracta, como han dicho varios expertos. Quizá también se deba a que durante su tiempo era tratado casi con reverencia y su música era considerada en un modelo de polifonía y contrapunto. El texto del motete está tomado del salmo 81, y es todo un aliento de fuerza que nos conecta con Dios.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de The Cambridge Singers dirigidos por John Rutter.