Queridos Reyes Magos,

Espero que este año hayan recibido el cariño y las oraciones de todos aquellos que, como yo, confían en su bondad y poder. Les escribo con fe para hacerles una petición muy especial.

Como saben, en Ucrania se vive una situación de gran necesidad. He sentido un profundo llamado en mi interior para ayudar llevando dos ambulancias que podrían salvar vidas. Sin embargo, hasta ahora no he logrado que estas ambulancias lleguen, y su llegada es urgente y crucial. Por ello, acudo a ustedes, mis queridos Reyes Magos, con la esperanza de que puedan interceder y hacer realidad este anhelo.

Sé que hay personas, como las monjas que me rodean, que oran con la mejor intención para que no obtenga las ambulancias y para que no emprenda este viaje. Entiendo sus preocupaciones y respeto su perspectiva, pero siento con firmeza que mi misión es necesaria y que debo cumplirla, a pesar de los obstáculos.

Por eso les ruego con todo mi corazón que me concedan este favor: que las ambulancias lleguen a tiempo para que pueda llevarlas donde más se necesitan. Este gesto no es solo un regalo para mí, sino para todas las vidas que podrían ser salvadas gracias a ellas.

Confío plenamente en su generosidad y en su capacidad para transformar los sueños en realidad. Como siempre, prometo seguir el camino del bien y poner lo mejor de mí para ser un instrumento de ayuda y esperanza.

Gracias por escuchar mi súplica.

Con todo mi cariño