Alma de Cristo

¡Feliz martes! Cada 31 de julio es un día especial para quienes vivimos y nos nutrimos de la espiritualidad ignaciana. Hoy es el día de san Ignacio de Loyola y por tanto es un día muy especial. Resulta que hay música de uno de los importantes nombres del Barroco que está relacionada con el vasco universal. A Ignacio le gustaba rezar una oración, que es un abandono total a Dios, que luego se ha hecho famosa. Tanto tanto que algunos compositores le echaron el ojo, como el de hoy.

Lully era capaz de componer a lo grande y a lo pequeño. Un ejemplo de este último tipo es su motete Anima Christi, LWV 77 nº 1; es uno de sus pequeños motetes. Está compuesto para tres voces y continuo y el texto es el de la famosa «Alma de Cristo, santifícame», que tanto le gustaba rezar a Ignacio de Loyola. La obra comienza con una melodía doliente, cromática y ascendente en la que se suplica a Dios. Poco a poco el maestro va construyendo una miniatura de lo más deliciosa y que contiene ella solo todo el estilo francés, a la vez grandioso e intimista. No se conoce quién fue el autor de texto pero Lully lo altera ligeramente ya que en vez de referirse a Dios de forma personal lo hace comunitaria, cambiando santifícame por santifícanos, etc. Una joya para poner más luz a este día ignaciano.
La partitura de la composición la puedes conseguir aquí.
La interpretación es de Monique Zanetti (dessus), Arlette Steyer y Marie Boyer (bas-dessus) y Les Arts Florissants dirigidos por William Christie.