Te Deum
¡Feliz lunes! El tedéum es ese himno de acción de gracias que suele rezarse en ocasiones solemnes. Cuando se le pone música también esta suele se grandiosa y llena de espacio, como ocurre en la composición de hoy... que no es vocal.
Está con nosotros hoy Pēteris Vasks (1946), compositor letón nacido en Aizpute. Su inspiración y su sustento musical es la música folklórica popular letona, dando lugar a unas comosiciones que surgen del silencio y llegan a nuestro ser más interior, para luego desvanecerse otra vez; en ese sentido, se aprecia cierta herencia de Witold Lutoslawski. Durante dos décadas, Vasks trabajó como contrabajista y se graduó en el conservatorio de Riga en 1978. Poco a poco comenzó a componer y se forjó un estilo muy personal que ha sido calificado como espiritual, poderosamente evocador y ricamente expresivo. En su música muestra la dualidad entre la libertad que nos ofrece la naturaleza y las contradicciones propia de la condición humana, llena de violencia y de desesperación.
Escuchemos su Te Deum, composición para órgano que data de 1991. Es una de las cinco piezas que hasta ahora ha compuesto Vasks para el instrumento. La obra fue escrita para celebrar la constitución del estado de Letonia tras la ocupación rusa. El comienzo es poco menos que sobrecogedor, con los tubos de 32 pies sonando y dando luego paso a esos temas populares letones que tanto le gustan a nuestro compositor de hoy, tanto en las regiones graves del instrumento como en las más agudas. A partir de ahí escuchamos cómo aparece el Himno de Alabanza por el Nuevo Estado, no cantado, sino oscilando entre el modo mayor y el menor, que da paso a todo un colorido contraste entre las distintas dinámicas y los ritmos.
La interpretación es de Tuomas Pyrhönen al órgano.