¡Feliz miércoles! Se da la circunstancia de que ayer escuchábamos una obra en la que el protagonista era el chelo y hoy vamos a hacer lo mismo con otra. No importa, puesto que el sonido del instrumento es tan cautivador que no nos cansamos de él. Además, estaremos de aniversario.

Nuestro músico de hoy es Luigi Dallapiccola (1904-1975), compositor italiano nacido en Pisino d'Istria. Puesto que murió un 19 de febrero, hoy se cumplen justo cincuenta años desde que ese hecho ocurrió. Era también pianista y gran admirador de la llamada Segunda Escuela de Viena. De hecho, fue el primer compositor italiano en adoptar el dodecafonismo en el país. Con ocho años empezó a estudiar piano y luego composición, viéndose truncada su formación debido a la Primera Guerra Mundial. En 1922 entró en el conservatorio de Florencia y en esa institución terminó enseñando desde 1934 hasta su jubilación en 1967. Conoció a Alban Berg y a Anton Webern, y ambos ejercieron gran influencia en su obra. Muchas de sus composiciones giran en torno al concepto de libertad, quizá dejándose influir por el ambiente tan enrarecido que tenía Europa en su tiempo. Viajó con asiduidad por toda Europa, así como a Estados Unidos y Argentina, dando clases en varias escuelas americanas.

Disfrutemos de su Dialoghi, composición para chelo y orquesta que data de 1960. Es un perfecto y logrado ejemplo de la habilidad del compositor a la hora de concebir los géneros tradicionales, como el concierto, de una forma nueva, estimulante y refrescante. La composición ha sido calificada de económica e intensa, y más alejada de la austeridad de la época que vino después de que Webern presentase sus obras. Dallapiccola dedicó la pieza a Gaspar Cassadó y la dividió en cinco secciones, basadas en melodías del chelo al que acompaña una amplia orquesta que rara vez suena completa, de forma que llevamos a escuchar momentos verdaderamente camerísticos.

La interpretación es de Oren Shevlin (chelo) y la Orquesta Sinfónica de la WDR dirigida por Emilio Pomarico.