Lamentación

¡Feliz viernes! Para este tradicional Viernes de Dolores, qué mejor que la música de hoy, procedente de uno de nuestros más insignes polifonistas y que está destinada a los días que viviremos la semana que viene. Vamos a maravillarnos con su polifonía.

Vamos, una vez más, con la música de Cristóbal de Morales (h. 1500-1553), compositor español nacido en Sevilla. En 1526 fue elegido como maestro de capilla de la catedral de Ávila, aunque su paso por la ciudad castellana fue breve, puesto que el maestro estuvo allí solamente dos años. Ello se debe a que le echaron el ojo desde tierras extremeñas; concretamente, desde Plasencia. Aceptó quizá porque hacía mejor clima que en tierras abulenses y por la pujanza que estaba adquiriendo Plasencia. Aquí estuvo unos siete años, cumpliéndose una de sus características vitales: estar siempre poco tiempo en el magisterio. Se han apuntado varias causas: enfermedad, un temperamento complicado e incluso unas deudas asfixiantes.
Disfrutemos de su Lamentatio: Zain. Candidiores nazarei. No se conserva en ninguna fuente del Vaticano, aunque otros manuscritos contemporáneos permiten asegurar que efectivamente se trata de una composición de Morales. Por tanto, no se sabe nada más de ella ni en qué circunstancias fue compuesta, salvo que lo fue para el Sábado Santo, que es donde corresponde. Podemos pensar que la circulación de la obra fue muy escasa después de que es implantase en España e Italia los nuevos rezos del Concilio de Trento. Las cinco gloriosas voces desgranan una obra austera y con una polifonía controlada, pero a la vez algo florida, especialmente en las letras hebreas que sirven de encabezamiento (en este caso, zain, heth y teth).
La partitura de la obra puede descargarse aquí.
La interpretación es de Utopia.