Letanía de la Virgen
¡Feliz sábado! El compositor de hoy no suena demasiado por aquí, lo reconozco. Incluso creo que tampoco suena demasiado en los coniertos y pasa por ser un maestro muy desconocido, por lo que hoy se impone que lo conozcamos mejor.
Me estoy refiriendo a Stanisław Moniuszko (1819-1872), compositor polaco nacido en Ubiel. Era también un reputado director y profesor. Comenzó a estudiar música en serio en Varsovia y luego en Minsk. Más tarde, para asentar sus conocimientos, se marchó a Berlín para seguir estudiando. Allí empezó a hacer sus pinitos dirigiendo coros y aprendiendo el lenguaje de la ópera, el oratorio y el sinfónico. Durante su época Moniuszko fue considerado un compositor que representaba el estilo patrio pero tras su muerte cayó en el olvido. Poco a poco ha empezado a volver a ser reconocido y Bielorrusia se está dando cuenta de la categoría de este maestro. Sus obras son cada vez más interpretadas y grabadas y poco a poco se debería ir colocando a este gran hombre en el lugar que merece.
Vamos a escuchar sus Letanías de Ostra Brama. Fueron compuesas gracias a la popularidad que fue adquiriendo la devoció a la Virgen en la capilla de Ostra Brama de Vilnius. En cualquier caso, el texto de la pieza está en latín. Está orquestada para coro y orquesta, por lo que podemos decir que estamos en presencia de una cantata. Sin embargo, no hay arias ni fugas, sino que el compositor construye una obra más sutil. diferencia la distintas partes del texto, de forma que al escuchar la obra sentimos toda una amplia colección de súplicas a la Virgen, siguiendo el desarrollo natura de las letanías.
La interpretación es del Conjunto Barroco Goldberg.